
Entró a un salón gigantesco llenó de espejos cuyo piso era de madera. Cada paso que daba era doloroso; una especie de tortura placentera. Sus pies sangraban. Gina Parody repitió la escena durante 14 años. Quería ser bailarina de ballet.
“Pensé dedicarme a eso pero no era tan buena. Era muy disciplinada pero había gente más talentosa”, reconoce la Ministra de Educación.
De nuevo la sangre. Un mal intencionado tuitero expresó su infame deseo. "Anoche soñé que yacian los cuerpos de @CLOPEZanalista y @ginaparody en #PulseNightclub en Orlando".
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El piso de la oficina de Gina Parody se asemeja al de los salones que frecuentó de niña. Es de madera y el espacio es amplio. La diferencia: En la oficina no hay ni gota de sangre, en realidad en esa oficina, en la que KienyKe.com habló con la ministra, se respira algo muy parecido a la sensación del amor. En el diálogo reitera sus críticas hacia el senador del Centro Democrático, Álvaro Uribe, (al que llama dictador) revela lo que piensa sobre el Procurador, de su futuro político, entre otros temas.
En el despacho de Parody hay dos fotos que se destacan. Una, por alguna clase de lineamiento institucional, es la foto del presidente de la República, Juan Manuel Santos. Al jefe de Estado se le ve de pie al lado de una bandera de Colombia.
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La otra imagen es más real, más humana. La foto tiene un lugar privilegiado. Una selfie de Gina Parody con Cecilia Álvarez Correa, su pareja, está al lado del escritorio en el que se toman las decisiones educativas del país.
“Es un ser maravilloso. Me inspira ternura, respeto, profesionalismo, admiración”, cuando habla de Cecilia, Gina Parody fija su mirada en un punto, como si estuviera imaginando que está ahí, que la tiene de frente.
El país supo de la relación entre Gina y Cecilia, en agosto de 2008 cuando en una entrevista con KienyKe.com, el sociólogo Alfredo Molano habló de lo que más le gustaba del gabinete de Juan Manuel Santos.
“Es un gabinete muy normal, de equilibrio político y muy calculado. Me gusta el nombramiento de Yesid Reyes en el Ministerio de Justicia y lo que más me atrae en ese gabinete es el matrimonio de Gina y Cecilia. Que un par de mujeres lesbianas tengan una relación estable y estén dentro el gabinete es un golpe al procurador”.
En su momento, ambas trabajaban en el gabinete. La situación era novedosa y enviaba un mensaje de inclusión. Sin embargo, Álvarez, sobre todo, lo dejó claro.
"Le doy las gracias al presidente Santos porque nunca se metió en el tema personal, sino que vio las cualidades profesionales de cada una de nosotras. Hay una persona que tiene méritos y yo lo he demostrado en el sector privado y en el sector público, y afortunadamente las épocas de persecución y rechazo ya pasaron", dijo Álvarez en una entrevista con Rcn Radio. Pasaron dos años para que se registrara un hecho que le hiciera recordar a la pareja que en realidad esos tiempos de rechazo aún no han pasado.
“Yo amo a Gina”, dijo Álvarez ante el ataque que recibieron en redes sociales. Seguramente Gina respondió: “Yo también”.
https://www.youtube.com/watch?v=TCm5YLVRgNU
¿Gina presidente?
El columnista de la Revista Semana, Daniel Coronell, incluyó a Gina Parody en una lista de 32 colombianos que aspiran a la Presidencia de la República.
“No me trasnocha para nada esa posibilidad”, dijo a KienyKe.com la Ministra de Educación que dice estar metida en el mundo de la política pese a que en su casa nadie está de acuerdo. “Yo le digo a mi mamá que no vea noticias, que mejor salga de viaje”.
“Este cargo (Mineducación) es el más soñado que he tenido. He podido transformar vidas”.
Como buen político, destapará sus cartas solo hasta que el poker electoral lo obligue. Por ahora, solo se atreve a reconocer que en algún momento no estará en el partidor.
“En la política hay altibajos. Es bueno salirse un rato, respirar y pensar qué se quiere hacer y qué más puedo dar. Siempre que he tomado decisiones sobre mi vida política las he tomo en reposo”, dice.
La política es dinámica y por ahora, Parody insiste hasta quitarse las gafas, que no aspirará a la presidencia. “Hoy lo que hago me gusta, me encantaría seguir trabajando durante muchos años más aquí. Apenas estamos dando pasos de animal grande.. Estamos moviendo los cimientos para recoger cosecha en 20 años”, afirma.
Meterse en política, dice, fue algo que consideraba necesario para forjar su carácter. “Uno no nace con todas las oportunidades. Estudié en un buen colegio, en una buena universidad. Tuve la oportunidad de estudiar por fuera. Pero siempre he pensado que un país donde no hay igualdad, no es viable, por eso mi meta siempre ha sido buscar igualdad desde la política”.
Aún conserva la disciplina que adquirió con el ballet. Se levanta muy temprano, medita y hace deporte.
“Medito para tratar de estar en sintonía con otra cosa diferente. Lo hago al menos 20 minutos, luego trato de hacer al menos 45 (minutos) de ejercicio, si puedo, hora y media. Corro, nado y levanto pesas”.
La imagen de niña ‘gomela’ - clase alta, ha dado pie para que creativos de la radio le creen personaje, como en La Luciérnaga. Aunque disfruta de su imitación en el programa radial, en realidad poco está de acuerdo con ese imaginario que de ella se tiene.
“Mi papá fue hecho a pulso. Hoy es un empresario importante pero que lo ha luchado mucho. Ha construido un patrimonio con mucho trabajo. Es una persona sin resentimientos: Siempre nos enseñó. Usted no puede tener dos cosas en la vida: Envidia y resentimiento, eso lo acaba como persona. Él no nació en cuna de oro”.
De nuevo el ballet. Malla blanca y trusa rosada, ese fue el uniforme de Gina Parody durante los años en los que soñó con ser bailarina. Según dice, fue allí que entendió el concepto de igualdad.
“Quienes pagábamos, subsidiábamos a algunos niños que no tenían recursos pero eran muy talentosos. Sobre las tablas todos éramos iguales. No importaba si uno era rico o pobre sino quién bailaba”.
Los memes de Gina Parody abundan. En redes sociales cobraron, y con creces, unas declaraciones en las que la ministra habló del promedio salarial de los profesores.
El tema fue polémico. En su momento se entendió que la Ministra de Educación había dicho que “en promedio”, un profesor en Colombia ganaba $2.500.000.
El tema del promedio generó indignación. La señalaron de “ignorante”.
Paradójicamente en el mundo de los números, en el que mejor le iba en su época como estudiante. “Cuando vi física, me encantó. Sentí que descubrí una parte del mundo, fue impresionante”.
Estudió en un colegio de monjas en el que era difícil ser rebelde, sin embargo, reconoce: “Me gustaba mucho lenguaje, literatura. Literatura clásica, literatura rusa. Era muy difícil porque tocaba análisis pero también memoria. Era muy importante el análisis pero la memoria también, a esa época le debo la excelente memoria que tengo".

