Se extingue el 2014 y con él también se esfuman varias promesas que hicieron algunos gobernantes en Colombia y en el mundo, y quedarán como deudas para este año que viene.
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Gustavo Petro
A nivel local, fueron varias las promesas que no han sido cumplidas en el Distrito. Para empezar, el alcalde Gustavo Petro prometió construir mil jardines infantiles, pero según un informe entregado por la Contraloría, la cifra se redujo a 405, y sólo están funcionando tres.
El mandatario local también está en mora en materia de construcción de colegios, pues de los 100 prometidos en campaña, 30 quedaron en el plan de desarrollo cuando el alcalde se posesionó y sólo hay operando uno nuevo.
De igual manera, Petro había prometido eliminar las cooperativas de trabajo asociado en el Distrito y todas las formas de intermediación laboral en trabajos permanentes y misionales que dependen del sector público, y no ha hecho algo al respecto.
En su campaña, el alcalde había anunciado que al finalizar su mandato entregaría 70.000 viviendas a personas de estratos bajos y víctimas. Falta menos de un año de terminar su período y sólo se ha iniciado la construcción de un 20% de lo prometido.
Para este 2015 le queda pendiente a Gustavo Petro dejar financiada la primera línea del Metro, tal como lo ha dicho en varias oportunidades, así como la construcción de la Avenida Longitudinal de Occidente y el Transmilenio por la Avenida Boyacá, entre otras obras.
Juan Manuel Santos
A nivel nacional también fueron bastantes las promesas que no ha podido cumplir el presidente Juan Manuel Santos. A pesar que hasta el momento ningún Gobierno había liderado un megaproyecto para construir miles de viviendas de interés social en todo el país, las metas que se había trazado la actual administración no van a ser cumplidas.
Según el informe de la Contraloría, a fecha del 15 de abril del 2014 se ha hecho entrega de 17.268 soluciones de vivienda, que equivalen al 17,70 % de las 97.586 soluciones proyectadas como meta para el período 2011-2014.
Una de las promesas que hizo en su reelección el actual jefe de Estado, y de la que está pendiente literalmente medio país, tiene que ver con el restablecimiento del pago de las horas extras y nocturnas, que fueron eliminadas en el anterior Gobierno bajo el falso argumento de que se generaría más empleo. Sin embargo, todo quedó en sólo promesas porque después de seis meses el Gobierno no ha radicado algún proyecto de su autoría que regule el tema en el Congreso.
Asimismo, está el anuncio que hizo Santos Calderón en plena campaña y que buscaba trasladar la Fiscalía al gobierno "con miras a fortalecer los esfuerzos coordinados de todos los entes del Estado en la lucha contra la delincuencia, y mejorar la rendición de cuentas ante la sociedad", en las palabras del Presidente. Esta propuesta le tocó salir al mismo jefe del Ejecutivo a replantearla, pues según dijo, no se puede hacer realidad la iniciativa por problemas de constitucionalidad.
Otras de las propuestas incumplidas por el mandatario es aquella que buscaba implementar una red hospitalaria con la máxima cobertura. "Apoyaremos los hospitales, pero les exigiremos resultados de su gestión, vacunándolos contra el clientelismo y la corrupción", era el plan. Tal como se observa hoy día, la corrupción persigue aún los hospitales públicos.
También propuso establecer una clase media rural en las familias cafeteras. "Se identificarán polos de desarrollo que combinen las potencialidades geográficas con aquellos productos con mayor potencial de mercado, nacional e internacional", fue el lema de esta promesa incumplida.
Durante la campaña, el mandatario también se comprometió a combatir la especulación de la tierra. "El Gobierno Nacional debe hacerse responsable de la información catastral del territorio. Nos asociaremos con los municipios en el cobro del impuesto predial, el cual se destinará a gastos en cada localidad. Un alto porcentaje será deducible del impuesto a la renta, de tal manera que quienes hagan producir la tierra no enfrenten una carga adicional", señaló el presidente. Esas palabras también quedaron en el aire.
De otro lado, después que el presidente de la República hace un año anunciara una reforma a las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), la iniciativa aún se encuentra en borradores y está condenada al olvido.
Uno de los temas que se habían vuelto promesa de campaña, se volvió tema de discusión y controversia con los campesinos. Se trata de la aspersión aérea con glifosato que se vienen desarrollando en varias zonas de Putumayo desde hace varios años. La Campaña Santos – Presidente se comprometió a no fumigar por aspersión aérea y que se desarrollaría la erradicación manual, unida a un alta inversión en infraestructura y social en las regiones afectadas por el fenómeno de los cultivos ilícitos, pero hoy día siguen las fumigaciones.
Sin embargo, el presidente Santos no ha sido el único funcionario del gobierno que ha sido criticado por las promesas incumplidas. Hay un tema en el que han quedado mal todos los ministros de Ambiente de turno del actual Gobierno.
El Gobierno determinó en 2010 mediante el Plan Nacional de Desarrollo que los páramos debían delimitarse a una escala específica. En el 2011 se dividió el Ministerio de Ambiente y se nombró a Frank Pearl para cumplir la iniciativa en alrededor de dos años. Pese a eso, Pearl salió de la cartera antes y, en su lugar, llegó Juan Gabriel Uribe, quien prometió que en 2013 se haría la tarea. Pero tampoco se hizo.
Cuando Uribe dejó el Ministerio en septiembre de 2013, Luz Helena Sarmiento asumió y en tres ocasiones prometió la delimitación, pero tampoco cumplió. Su salida de esa cartera se dio en agosto de este año y en su lugar llegó Gabriel Vallejo, quien retomó el compromiso de delimitar los Páramos en unos dos meses. Sin embargo, la tarea sigue sin hacerse, salvo el caso de Santurbán.
A nivel internacional el panorama no dista mucho del local. A uno de nuestros vecinos en la región también le ha faltado cumplir varias promesas que vienen de antaño.
Nicolás Maduro
No le ha tocado nada fácil al presidente de Venezuela Nicolás Maduro a la hora de dirigir a ese país, y varios sectores de esa sociedad le han pasado la cuenta de cobro.
Uno de los temas sensibles tiene que ver con el cambio fijo con el dólar. “Vamos a mantener el dólar a bolívares 6,30 (...) durante todo este año y bastante tiempo hacia adelante", aseguró durante la presentación de su informe anual de gestión ante la Asamblea Nacional a principios de este año.
Sin embargo, no sólo no pudo cumplir su promesa, sino que hasta el momento hay cuatro tipos de cambios, incluyendo el no oficial, que ha generado grandes problemas al sector productivo, y a ello se le une una evidente escasez de dólares.
El presidente venezolano también anunció en reiteradas oportunidades la creación del Sistema de Organización de Empresas Públicas con la intención de volverlas rentables. No obstante, desde hace años muchas de ellas muestran sus balances negativos y el saldo sigue en rojo. La situación más crítica son las empresas de hierro y acero, así como las relacionadas con el sector automotor, alimentos y construcción.
El pasado 16 de marzo el sucesor de Hugo Chávez presentó la Tarjeta de Abastecimiento Seguro, cuyo objetivo era realizar las compras en la red de supermercados y abastos del Estado, y así tener la alimentación segura ante la "guerra económica"; pero hasta el momento hay un gran descontento en el país por la medida, pues se ha mostrado insuficiente para garantizar un abastecimiento de productos y alimentos.
Pese a la medida de lograr una inflación controlada, anunciada el 19 de noviembre de 2013, los bienes no regulados también han sufrido grandes incrementos de precios, por lo que su promesa se quedó sólo en eso.
Otro de las promesas de Maduro fue hacerle un cerco a la corrupción. El jefe de Estado venezolano dijo en noviembre de 2013 que la “ofensiva contra la corrupción comenzará a partir de enero de 2014″. Sin embargo, siguen llegando denuncias de supuestas entregas de maletines con varios millones de dólares a través del ente encargado de otorgar las divisas preferenciales, y aunque se han hecho denuncias formales ante la Contraloría General de ese país, no hay ni una persona detenida por estos hechos.
Barack Obama
De otro lado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tendrá que hacer grandes esfuerzos por cumplir varias promesas que no pudo cumplir este año, debido en gran medida a la oposición que han tenido la mayoría de sus propuestas legislativas por parte de la bancada de congresistas republicanos.
Entre las promesas que no han sido cumplidas por el mandatario del país más poderoso del mundo se encuentra el cierre de la cárcel Guantánamo, sitio en el que los últimos años se han registrado graves abusos contra los reclusos. Y dos días después de posesionado, Obama firmó la orden ejecutiva con la que quiso cumplir su promesa.
Sin embargo, la mayoría republicana en el Congreso de ese país aprobó varias normas que hicieron virtualmente imposible que el mandatario cumpliera.
Otra de las medidas que anhela la mayoría de estadounidenses es el retiro y regreso de todos los soldados que siguen en Irak, promesa que hizo el presidente norteamericano cuando era candidato.
Aunque es cierto que ordenó la retirada de las unidades de combate y que llegó a dar por terminada la guerra, el pasado mes de agosto volvió a autorizar ataques sobre territorio iraquí ante el surgimiento de Estado Islámico.
Sobre otro de los temas más debatidos en Estados Unidos, como es el control de armas, Obama en su candidatura y como presidente prometió a principios de 2013 prohibir los rifles de asalto y endurecer los chequeos de antecedentes de los compradores, pero nuevamente los congresistas republicanos entorpecieron la legislación que ha intentado impulsar el Ejecutivo sobre el tema.
Otro de los objetivos del único presidente afro de Estados Unidos fue incrementar el salario mínimo a nueve dólares la hora, asunto que fue bloqueado por la Cámara Baja.
En un discurso de 2013, Obama también pidió a los congresistas que aprobaran una ley de vivienda que, según los cálculos de la Casa Blanca, permitiría ahorrar a las familias cerca de 3.000 dólares en sus hipotecas, medida que se estancó también en el Capitolio.
El mandatario local también está en mora en materia de construcción de colegios, pues de los 100 prometidos en campaña, 30 quedaron en el plan de desarrollo cuando el alcalde se posesionó y sólo hay operando uno nuevo.
De igual manera, Petro había prometido eliminar las cooperativas de trabajo asociado en el Distrito y todas las formas de intermediación laboral en trabajos permanentes y misionales que dependen del sector público, y no ha hecho algo al respecto.
En su campaña, el alcalde había anunciado que al finalizar su mandato entregaría 70.000 viviendas a personas de estratos bajos y víctimas. Falta menos de un año de terminar su período y sólo se ha iniciado la construcción de un 20% de lo prometido.
Para este 2015 le queda pendiente a Gustavo Petro dejar financiada la primera línea del Metro, tal como lo ha dicho en varias oportunidades, así como la construcción de la Avenida Longitudinal de Occidente y el Transmilenio por la Avenida Boyacá, entre otras obras.
Juan Manuel Santos
A nivel nacional también fueron bastantes las promesas que no ha podido cumplir el presidente Juan Manuel Santos. A pesar que hasta el momento ningún Gobierno había liderado un megaproyecto para construir miles de viviendas de interés social en todo el país, las metas que se había trazado la actual administración no van a ser cumplidas.
Según el informe de la Contraloría, a fecha del 15 de abril del 2014 se ha hecho entrega de 17.268 soluciones de vivienda, que equivalen al 17,70 % de las 97.586 soluciones proyectadas como meta para el período 2011-2014.
Una de las promesas que hizo en su reelección el actual jefe de Estado, y de la que está pendiente literalmente medio país, tiene que ver con el restablecimiento del pago de las horas extras y nocturnas, que fueron eliminadas en el anterior Gobierno bajo el falso argumento de que se generaría más empleo. Sin embargo, todo quedó en sólo promesas porque después de seis meses el Gobierno no ha radicado algún proyecto de su autoría que regule el tema en el Congreso.
Asimismo, está el anuncio que hizo Santos Calderón en plena campaña y que buscaba trasladar la Fiscalía al gobierno "con miras a fortalecer los esfuerzos coordinados de todos los entes del Estado en la lucha contra la delincuencia, y mejorar la rendición de cuentas ante la sociedad", en las palabras del Presidente. Esta propuesta le tocó salir al mismo jefe del Ejecutivo a replantearla, pues según dijo, no se puede hacer realidad la iniciativa por problemas de constitucionalidad.
Otras de las propuestas incumplidas por el mandatario es aquella que buscaba implementar una red hospitalaria con la máxima cobertura. "Apoyaremos los hospitales, pero les exigiremos resultados de su gestión, vacunándolos contra el clientelismo y la corrupción", era el plan. Tal como se observa hoy día, la corrupción persigue aún los hospitales públicos.
También propuso establecer una clase media rural en las familias cafeteras. "Se identificarán polos de desarrollo que combinen las potencialidades geográficas con aquellos productos con mayor potencial de mercado, nacional e internacional", fue el lema de esta promesa incumplida.
Durante la campaña, el mandatario también se comprometió a combatir la especulación de la tierra. "El Gobierno Nacional debe hacerse responsable de la información catastral del territorio. Nos asociaremos con los municipios en el cobro del impuesto predial, el cual se destinará a gastos en cada localidad. Un alto porcentaje será deducible del impuesto a la renta, de tal manera que quienes hagan producir la tierra no enfrenten una carga adicional", señaló el presidente. Esas palabras también quedaron en el aire.
De otro lado, después que el presidente de la República hace un año anunciara una reforma a las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), la iniciativa aún se encuentra en borradores y está condenada al olvido.
Uno de los temas que se habían vuelto promesa de campaña, se volvió tema de discusión y controversia con los campesinos. Se trata de la aspersión aérea con glifosato que se vienen desarrollando en varias zonas de Putumayo desde hace varios años. La Campaña Santos – Presidente se comprometió a no fumigar por aspersión aérea y que se desarrollaría la erradicación manual, unida a un alta inversión en infraestructura y social en las regiones afectadas por el fenómeno de los cultivos ilícitos, pero hoy día siguen las fumigaciones.
Sin embargo, el presidente Santos no ha sido el único funcionario del gobierno que ha sido criticado por las promesas incumplidas. Hay un tema en el que han quedado mal todos los ministros de Ambiente de turno del actual Gobierno.
El Gobierno determinó en 2010 mediante el Plan Nacional de Desarrollo que los páramos debían delimitarse a una escala específica. En el 2011 se dividió el Ministerio de Ambiente y se nombró a Frank Pearl para cumplir la iniciativa en alrededor de dos años. Pese a eso, Pearl salió de la cartera antes y, en su lugar, llegó Juan Gabriel Uribe, quien prometió que en 2013 se haría la tarea. Pero tampoco se hizo.
Cuando Uribe dejó el Ministerio en septiembre de 2013, Luz Helena Sarmiento asumió y en tres ocasiones prometió la delimitación, pero tampoco cumplió. Su salida de esa cartera se dio en agosto de este año y en su lugar llegó Gabriel Vallejo, quien retomó el compromiso de delimitar los Páramos en unos dos meses. Sin embargo, la tarea sigue sin hacerse, salvo el caso de Santurbán.
A nivel internacional el panorama no dista mucho del local. A uno de nuestros vecinos en la región también le ha faltado cumplir varias promesas que vienen de antaño.
Nicolás Maduro
No le ha tocado nada fácil al presidente de Venezuela Nicolás Maduro a la hora de dirigir a ese país, y varios sectores de esa sociedad le han pasado la cuenta de cobro.
Uno de los temas sensibles tiene que ver con el cambio fijo con el dólar. “Vamos a mantener el dólar a bolívares 6,30 (...) durante todo este año y bastante tiempo hacia adelante", aseguró durante la presentación de su informe anual de gestión ante la Asamblea Nacional a principios de este año.
Sin embargo, no sólo no pudo cumplir su promesa, sino que hasta el momento hay cuatro tipos de cambios, incluyendo el no oficial, que ha generado grandes problemas al sector productivo, y a ello se le une una evidente escasez de dólares.
El presidente venezolano también anunció en reiteradas oportunidades la creación del Sistema de Organización de Empresas Públicas con la intención de volverlas rentables. No obstante, desde hace años muchas de ellas muestran sus balances negativos y el saldo sigue en rojo. La situación más crítica son las empresas de hierro y acero, así como las relacionadas con el sector automotor, alimentos y construcción.
El pasado 16 de marzo el sucesor de Hugo Chávez presentó la Tarjeta de Abastecimiento Seguro, cuyo objetivo era realizar las compras en la red de supermercados y abastos del Estado, y así tener la alimentación segura ante la "guerra económica"; pero hasta el momento hay un gran descontento en el país por la medida, pues se ha mostrado insuficiente para garantizar un abastecimiento de productos y alimentos.
Pese a la medida de lograr una inflación controlada, anunciada el 19 de noviembre de 2013, los bienes no regulados también han sufrido grandes incrementos de precios, por lo que su promesa se quedó sólo en eso.
Otro de las promesas de Maduro fue hacerle un cerco a la corrupción. El jefe de Estado venezolano dijo en noviembre de 2013 que la “ofensiva contra la corrupción comenzará a partir de enero de 2014″. Sin embargo, siguen llegando denuncias de supuestas entregas de maletines con varios millones de dólares a través del ente encargado de otorgar las divisas preferenciales, y aunque se han hecho denuncias formales ante la Contraloría General de ese país, no hay ni una persona detenida por estos hechos.
Barack Obama
De otro lado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tendrá que hacer grandes esfuerzos por cumplir varias promesas que no pudo cumplir este año, debido en gran medida a la oposición que han tenido la mayoría de sus propuestas legislativas por parte de la bancada de congresistas republicanos.
Entre las promesas que no han sido cumplidas por el mandatario del país más poderoso del mundo se encuentra el cierre de la cárcel Guantánamo, sitio en el que los últimos años se han registrado graves abusos contra los reclusos. Y dos días después de posesionado, Obama firmó la orden ejecutiva con la que quiso cumplir su promesa.
Sin embargo, la mayoría republicana en el Congreso de ese país aprobó varias normas que hicieron virtualmente imposible que el mandatario cumpliera.
Otra de las medidas que anhela la mayoría de estadounidenses es el retiro y regreso de todos los soldados que siguen en Irak, promesa que hizo el presidente norteamericano cuando era candidato.
Aunque es cierto que ordenó la retirada de las unidades de combate y que llegó a dar por terminada la guerra, el pasado mes de agosto volvió a autorizar ataques sobre territorio iraquí ante el surgimiento de Estado Islámico.
Sobre otro de los temas más debatidos en Estados Unidos, como es el control de armas, Obama en su candidatura y como presidente prometió a principios de 2013 prohibir los rifles de asalto y endurecer los chequeos de antecedentes de los compradores, pero nuevamente los congresistas republicanos entorpecieron la legislación que ha intentado impulsar el Ejecutivo sobre el tema.
Otro de los objetivos del único presidente afro de Estados Unidos fue incrementar el salario mínimo a nueve dólares la hora, asunto que fue bloqueado por la Cámara Baja.
En un discurso de 2013, Obama también pidió a los congresistas que aprobaran una ley de vivienda que, según los cálculos de la Casa Blanca, permitiría ahorrar a las familias cerca de 3.000 dólares en sus hipotecas, medida que se estancó también en el Capitolio.
