Luz María Zapata es la esposa del candidato presidencial Germán Vargas Lleras. Se casaron en 2010 aunque estaban juntos desde hacía más de 12 años. Se conocieron a través de la política. Luz María, se presentó al Concejo de Bogotá, obtuvo 7.000 votos y aunque se “quemó” por 300 votos, ganó algo mejor, el corazón de quien es hoy su esposo.
La pareja ha ido cambiando y creciendo con el tiempo. Ella reconoce que inicialmente “era una relación de fin de semana”. Los dos trabajaban y los horarios solo les dejaban el tiempo justo para compartir pocos, pero valiosos momentos en pareja. Posteriormente, cuando Vargas Lleras fue nombrado Vicepresidente cambiaron su residencia a la casa vicepresidencial, donde se veían todo el tiempo. Aunque el cambio fue drástico, demostró la fortaleza de la unión.
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Luz María es una mujer trabajadora, fue dirigente gremial por más de 14 años y solo cuando su esposo se convirtió en el segundo al mando del país, dejó esta labor. Entonces se dedicó a estar a su lado en viajes y reuniones donde se convirtieron en unas de las parejas políticas más conocidas del país.
Se caracteriza por el amor al trabajo, se entienden a la perfección, porque a pesar de ser polos opuestos hacen un gran equipo: “somos un muy buen complemento, Germán es muy acelerado, yo soy muy tranquila. A Germán le gusta el protagonismo, a mi me gusta la vida privada. Él es muy extrovertido yo soy muy tímida”.
En este proceso de campaña que emprendieron juntos, han hecho de cada hotel que visitan, su casa porque Luz María se da a la tarea de darle un toque hogareño con velas aromatizadas, las mismas que enciende en su apartamento. Hay cosas que para ella son infaltables: su almohada y una “cobijita” que la ayudan con su sueño.
La casa de los Vargas Zapata, además de la pareja, está conformada por su hija Clemencia y sus tres mascotas: Lola, Lupe dos galgo italiano y Mancho, que llegó a la familia porque Germán es, como se diría coloquialmente, “bendito entre las mujeres” y sentía que necesitaba balancear el peso masculino.
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Además del gran instinto tiene una conexión muy fuerte con su esposo. Durante un atentado que sufrió Vargas Lleras años atrás Luz escuchó un ruido fuerte en su casa, y sintió la necesidad de llamarlo. Al comunicarse, se enteró de lo que había pasado a la salida de un programa radial.
Como primera dama tiene sus metas claras, sus propuestas van de la mano con las de su esposo que plantea la creación del Ministerio de la Familia, y ella a su vez tiene una apuesta de política social, “mi idea es que el despacho de la primera dama sea la oficina de todos los gestores sociales del país”, con lo que espera atacar el embarazo adolescente y proteger al adulto mayor.
