Desde el resguardo indígena El Remanso, en Inírida, departamento del Guainía, el presidente Gustavo Petro sancionó el Plan Nacional de Desarrollo ‘Colombia Potencia Mundial de la Vida 2022 -2026’ con el que quedan en firme las metas a cumplir durante su mandato, así como las herramientas de financiación para lograrlo.
El documento, que fue aprobado por el Congreso de la República el pasado 5 de mayo, fue el resultado de más de 50 diálogos regionales vinculantes adelantados a lo largo y ancho del país para determinar las prioridades en materia de gobernanza para los colombianos, principalmente en las regiones.
Con sus 373 artículos, el Plan Nacional de Desarrollo establece además una inversión de 1,154,8 billones de pesos para el Gobierno de Gustavo Petro que tendrán 5 ejes temáticos: Transformación: ordenamiento del territorio alrededor del agua, seguridad humana y justicia social, derecho humano a la alimentación, transformación productiva, internacionalización y acción climática y convergencia regional.
“Este plan de desarrollo dice educación, este plan de desarrollo, balbuceantemente, dice salud, derechos. Este plan de desarrollo dice agua potable, derechos. Este plan de desarrollo se mete en los vericuetos de que si la mayoría de la población tiene casas pero en mal estado, que no es un negocio de las grandes empresas ¿Por qué el Estado no puede ayudar a las casas en mal estado?”, refirió el mandatario durante su intervención tras la sanción del PND.
Entre los principales objetivos del Plan Nacional de Desarrollo se encuentran, con el fin de avanzar en la reforma agraria, avanzar en el Catastro Multipropósito hasta en un 70% y la adquisición de 3 millones de tierra.
Así mismo, para incidir en el campo colombiano y sus regiones, el PND plantea la intervención de 88.000 km de vías campesinas que permitan mejorar la comercialización de productos.
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En materia de transición energética, el país seguirá en el proceso escalonado y responsable y le apuesta agregar en el cuatrienio 2.000 MW de capacidad en operación comercial de la generación de electricidad a partir de fuentes no convencionales de energía renovable.
Dicho tránsito estará en la diversificación de la canasta exportadora de Colombia en el que el Gobierno del cambio fijó incrementar 56,3% la participación de las exportaciones de bienes no minero energéticos.
