El exalcalde de Bogotá dice tener "información de los más altos niveles" de que "Vargas Lleras será candidato en estas elecciones y que viene trabajando hacia ese propósito".
Doctor Enrique Peñalosa: ¿Cree que se está embolatando la reelección de Santos?
Mi impresión es que los ciudadanos sienten en su alma, en su corazón, que el presidente Santos está en otra cosa, que él no sufre ni goza con ellos, que está como en otro lado, distante.
¿Santos no se logró conectar con el grueso de los colombianos?
Está por allá en un curubito, no le nace cargar un niño y menos si es negrito. Santos no vibra. Eso es algo inconsciente, al margen de su buen o mal gobierno. Es algo que tiene que ver con el alma…
¿Un poco elitista el presidente?
Yo creo que es eso, no sé cómo explicarlo, pero claramente no se conecta con los sueños y pasiones de la gente.
¿Quiénes le competirán, entonces?
Yo tengo ganas y tengo con qué. Tengo claro lo que haría como presidente, cómo tener ciudades más seguras, ciudades con parques, con transporte público que funcionen bien. Una política agrícola e industrial eficientes.
En la competencia estará el presidente Santos, también Vargas Lleras, un candidato del Polo y no sé si un candidato de izquierda, no sé si Navarro con apoyo del Partido Verde. Yo tengo información de los más altos niveles, de personas a las que creo, que Vargas Lleras será candidato en estas elecciones y que viene trabajando hacia ese propósito. No le puedo dar más información, pero ya verá usted a Vargas Lleras en la plaza pública, con Santos o sin el, disputando la Presidencia, la suya, no la de Santos.
¿Cabe la posibilidad de los verdes con los progresistas de Petro?
Yo estoy en desacuerdo total, no tanto por Navarro, sino por Petro. No por izquierda ni por derecha, sino porque ha sido un pésimo administrador de Bogotá. El daño que le ha hecho a Bogotá es muy grande. Entonces me parece que no tiene ningún sentido hacer una alianza, pero es una decisión que compete a la dirección del Partido Verde.
Desahóguese, ¿cómo está viendo a Bogotá?
Desafortunadamente Bogotá va muy mal. No es un tema personal contra Petro. Hay un problema de gerencia desastroso. La ineficiencia nos resultará costando a todos. Puedo enumerarle cientos de desaciertos y anuncios incumplidos.
Petro dijo que iba a construir Transmilenio en la Séptima. Luego sale a decir que no, que van a hacer Tranvía, que el metro ligero, que sale gratis, que unos inversionistas privados. Seguimos en lo mismo, desde Samuel Moreno, ni tranvía, ni Transmilenio, ni nada. Los trancones cada vez peores. No se ha hecho una sola obra. No se ha iniciado un colegio. Nosotros en tres años hicimos 47 colegios y las bibliotecas de Bogotá. Sin hablar de detalles bobos pero graves, la mugre y el desorden se están tomando a Bogotá.
No veo que la ciudad vaya para ninguna parte. Veo desorden, irrespeto por la dignidad humana.
¿Por qué a usted lo quieren más en el exterior que en Bgototá?
En los últimos meses he estado incluso en ciudades como Kiev, Moscú, Teherán, Nueva York, Denver. Estuve en Suecia. En los próximos meses tengo Canadá, Rusia otra vez, Suecia, India. Además de varias ciudades brasileras. Sí, mi trabajo es fuera. Es interesante porque uno aprende mucho.
Aquí lo político contamina lo técnico. Por lo mismo no he querido hacer ningún tipo de contrato con ninguna entidad pública. No quiero entrar en esas discusiones. Me limito a conferencias, incluso en pueblos pequeños.
¿Si no le cuaja el tema de la candidatura presidencial, volvería a ser candidato a la alcaldía?
Mi obsesión es estudiar y trabajar por mi país. Respecto de Bogotá sólo me interesa que haya un buen alcalde, serio. Ojalá que la ley en Colombia estableciera la segunda vuelta para las elecciones a la Alcaldía, para que no tengamos alcaldes que con el 30 % del apoyo de la población desbaratan la ciudad.
¿Usted cree que el metro para Bogotá está cercano?
Es bueno acabar con algunos mitos, como creer que una línea de metro arregla todos los problemas. Una línea de metro no le hace ni cosquillas a la movilidad de Bogotá y nos deja sin un peso para hacer las inversiones en movilidad. Hay que recordar que las ciudades con los peores trancones del mundo, todas tienen metro.
¿O sea que usted no quiere metro?
Obviamente todos queremos metro. En su momento hay que hacerlo. Pero en este momento es un tema crítico. La única solución que permite cobertura por toda la ciudad es Transmilenio. No creo que haya nadie medianamente objetivo y racional que piense que es mejor tener 27 kilómetros de metro que 350 ó 400 de Transmilenio. Para efectos de la Movilidad de Bogotá eso no tiene comparación. Tenemos que ser responsables y técnicos en las inversiones que hagamos.
¿Tanto que sabe usted cómo arreglar a Bogotá y al país, pero equivocado en política? ¿O le está pesando el megáfono que le cargó Uribe?
Al expresidente Uribe, lo respeto. Creo que nos entregó un país mucho mejor que el que recibió, pero tengo diferencias con él y por eso estoy con el Partido Verde y no en el Centro Democrático.
Debo haber cometido muchos errores, tengo que aprender. También es cierto que digo lo que pienso sobre la ciudad y el país, sin importar congraciarme con nadie. Tenemos que ser serios y responsables y eso tiene un costo político.
Pero también ha habido una serie de calumnias baratas, ramplonas, que Peñalosa es dueño de Transmilenio o que hice un negocio con los bolardos, toda clase de ridiculeces. Rumores que propaló y pagó Samuel Moreno en su campaña, un bandido que está en la cárcel y que ojalá dure allá unos 200 años.
Unos me odian mucho y otros me quieren mucho. Yo le agradezco con toda el alma a tantos que me quieren.
Medios de prensa de Venezuela hablan de un giro que le hicieron a usted, en dólares, que finalmente irían a la cuenta del expresidente Uribe…
Es una mala novela. Resulta que el grupo Sexto Poder, un grupo periodístico, dirigido por Leocenis García, me invitó a dictar unas conferencias, como parte de sus actividades culturales sobre el tema urbano. Sobre los 15 mil dólares… es la tarifa que yo cobro por una conferencia en el exterior, libre de gastos.
Ahora bien, lo que está pasando en Venezuela es aterrador, es un régimen cada vez más autoritario y antidemocrático. Este grupo periodístico iba a comprar un canal de televisión, entonces el gobierno venezolano lo cerró, luego les embargó las cuentas. Está haciendo lo mismo con El Nacional, el periódico más tradicional e importante de Venezuela y con su dueño y director Miguel Enrique Otero. Les congelan las cuentas con argumentos de controles cambiarios y demás Están cerrando los medios de oposición.
