Un clima de tensión se vive en Atlético Nacional. El elevado precio de los abonos fue el detonante para que la relación entre la hinchada y la dirigencia del club paisa se terminara de deteriorar.
Lo que para muchos es un tema reciente que pudo haber iniciado con la temprana eliminación de la Liga BetPlay II, o los precios de la boletería de cara al 2023, tiene su origen justo en el momento más feliz que vivió el equipo 'verdolaga' este año: el título frente al Deportes Tolima.
Las declaraciones de Gio Moreno después de la obtención del campeonato en las que lanzó varias pullas a la dirigencia por el contrato del entonces entrenador Hernán Darío Herrera, provocaron molestia en los directivos, lo que desencadenó la no renovación de su contrato y la marcha del talentoso volante.
Pese al clamor de la hinchada y a que el mismo jugador reconoció que fueron unas declaraciones "en caliente", no fue posible su continuidad en Atlético Nacional, la decisión ya estaba tomada.
La hinchada realizó protestas a través de cánticos y pancartas en el estadio. Asimismo, las redes sociales fueron un motor importante para expresar ese inconformismo, pero aun así, no fueron escuchados y se dio la primera gran ruptura.
Semanas después, se conoció la salida del entonces presidente Emilio Gutiérrez, cuya gestión fue respaldada por un sector de la hinchada, para que llegase Mauricio Navarro, directivo de largo bagaje pero de bajo perfil en 'el rey de copas'. Su nombre desde un principio generó resistencia, debido a que en su momento se le acusó de irrespetar a un ídolo de la institución como Macnelly Torres.
La llegada de Navarro, seguido de una serie de malos resultados que en el camino cobraron la cabeza del 'arriero' Herrera como entrenador, significaron que la relación entre la hinchada y la dirigencia se siguiera deteriorando.
Antes de la culminación del campeonato, en las redes sociales del club, se anunció la renovación de Jefferson Duque, nombre que si bien es ídolo de la institución, a estas alturas divide opiniones por su rendimiento en el terreno de juego.
Luego de la eliminación por el empate frente a Equidad, el inconformismo explotó. La no renovación de Gio Moreno, los pocos refuerzos que llegaron para ese semestre, la renovación de Jefferson Duque e incluso el nombramiento de Autuori como nuevo entrenador, fueron algunos de los temas más sonados (los dos últimos con opiniones muy divididas).
Las declaraciones de Mauricio Navarro en medios de comunicación, tampoco fueron muy esperanzadoras para la hinchada, pues los fanáticos esperaban refuerzos importantes en cantidad y calidad para disputar la Copa Libertadores, sin embargo, en sus palabras habló de pocos refuerzos debido a la situación económica del club.
El mal semestre de Atlético Nacional dejaba entrever que habría una renovación de plantilla y así fue. Entre los que salieron se encuentran Alexander Mejía, que para muchos, pese a su rendimiento, la forma en la que el club comunicó su salida dejó mucho que desear, el 'rifle' Andrade, y el más polémico, sin duda, el argentino Emmanuel Olivera, de buenas temporadas con el equipo paisa, pero con el que según la dirigencia no se logró alcanzar un acuerdo desde lo económico.
El tema de renovaciones, provocó que una gran cantidad de exjugadores importantes de Atlético Nacional, salieran a hablar sobre la situación del club. Alejandro el 'lobo' Guerra, Macnelly Torres, Alexander Mejía, Alejandro Bernal, entre otros, dejaron ver su descontento a través de entrevistas o redes sociales donde criticaron duramente a los directivos.
La cereza del pastel
La cereza del pastel en medio de esta crisis fue el anuncio del plan de abonos de cara al 2023. Los precios fueron calificados por muchos como elevadísimos e injustificados ante la situación económica que vive el país, y lo poco que ilusiona el proyecto de cara al próximo año.
Fue aquí donde empezaron las protestas que pasaron de las redes sociales a las calles. Trapos, banderas e hinchas se tomaron varios puntos de Antioquia exigiendo a los directivos resultados, en una campaña que para muchos ha sido exitosa puesto que la cantidad de abonos vendida apena supera los 1.000 según el mismo club.
Ante la compleja situación, según el periodista de Goal, Juan David Londoño, la Alcaldía de Medellín, se ofreció para mediar y bajar los ánimos entre las partes, sin embargo, no hubo respuesta por parte de la dirigencia.
Lo cierto es que en un momento en el que se debería estar hablando de abonos masivos, la ilusión de volver a fase grupos de la Copa Libertadores, analizando refuerzos, los ejes de conversación son otros, y salvo un milagro digno de Navidad, el ambiente parece que no va a cambiar.
