“Colombia está hasta la coronilla e indignado por las peleas entre los expresidentes”, así le dijo Juan Manuel Santos a su homólogo Álvaro Uribe Vélez en una carta abierta ¿El motivo? Una denuncia realizada en la Fiscalía por el líder del Centro Democrático por la presunta intervención de Santos en asuntos de la Corte Constitucional, luego de que se conociera que este podría haber presionado a los magistrados en un proceso relacionado con el caso de manipulación de testigos que se adelanta contra Uribe.
En primera instancia, el expresidente Santos le respondió a Uribe Vélez por las supuestas presiones, asegurando no sentirse sorprendido y estar acostumbrado a recibir “señalamientos falsos” sobre sus acciones cuando fue presidente de Colombia. Sumado a ello, finalizó extendiendo una invitación a Uribe para dejar de pelear, porque considera que “el país entero está hasta la coronilla por las peleas entre los expresidentes”.
Cabe recordar, que tanto la denuncia de Álvaro Uribe como todo el escándalo, surgió a raíz de unas declaraciones del magistrado de la Corte Constitucional, Alejandro Linares, quien manifestó estar al tanto de supuestas llamadas del Nobel de paz a los magistrados, en medio del trámite de la tutela del líder del Centro Democrático que busca la nulidad de su proceso por presunta manipulación de testigos.
"Que yo llamé a magistrados de la Corte Constitucional para que negaran una tutela que usted interpuso. Nada más contrario a la realidad como ya comenzó a saber. Esta acusación al igual que todas las anteriores quedará como lo que es: otra cortina de humo para producir efectos mediáticos y políticos", dijo Santos en su misiva.
Luego de dicha carta, el líder del Centro Democrático respondió a través de una comunicación de cinco puntos en los que, básicamente, rechazó la propuesta de su contraparte ya que considera que fue una “carta llena de veneno” en la que Santos “posa de víctima de una persecución inexistente”.
Sumado a ello, a través de la respuesta que dio a conocer con sus abogados Jaime Lombana y Jaime Granados, Uribe llamó cínico a Juan Manuel Santos y lo invitó a “dar explicaciones claras y concretas a la Fiscalía sobre lo dicho por el magistrado Linares”.
También cabe mencionar que, así como la denuncia contra Santos en la Fiscalía, el expresidente Uribe también denunció al magistrado ante la Comisión de investigación y acusaciones de la Cámara, señalando que debió denunciar desde el momento mismo en el que tuvo conocimiento de los hechos.
Reacciones divididas a Uribe vs. Santos
No resulta una sorpresa para el panorama político nacional la discusión entre Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, ya que en repetidas ocasiones han manifestado no estar de acuerdo con muchas medidas y declaraciones de parte y parte. Un conflicto de vieja data que pasa por el apoyo de Uribe a Santos para su primera llegada a la presidencia y se extiende hasta el proceso de paz con la antigua guerrilla de las Farc, que marcó un punto de quiebre definitivo entre ambas fuerzas políticas.
Sin embargo, también es de conocimiento común que esta división no es exclusiva de los expresidentes, sino que en realidad hace parte de una coyuntura nacional extremadamente polarizada que se alimenta de discursos y encontronazos entre los líderes políticos de todas las orillas. Por ello, tampoco sorprende la oleada de reacciones que han producido estas comunicaciones entre ambos, primero por parte de los defensores de Uribe.
En la otra orilla, también hubo quienes reaccionaron positivamente a la carta inicial de Juan Manuel Santos, señalando que es una oportunidad para darle paso a nuevos liderazgos políticos. Aunque ahora se sabe que la invitación no fue muy bien recibida por Uribe, para muchos el diálogo podría ser la manera de reconciliar a varios sectores de la política nacional.
Así las cosas, luego de estas explosivas cartas entre ambos expresidentes, queda claro que una relación cordial entre ellos y sus seguidores políticos no se ve como algo próximo en el horizonte. Lejos de eso, incluso cuando la invitación fue a no pelear (oferta que pudo haberse hecho de forma privada), es notorio que la comunicación tanto de un lado como de otro sigue bastante cargada de viejas rencillas y asuntos por resolver, dentro y fuera de los tribunales. Colombia tendrá que esperar, al menos un poco más, para que llegue la paz entre estos dos dirigentes que aún tienen mucha incidencia en la realidad nacional.
