Gabriel Murillo, humorista que en el pasado generó fuertes polémicas por burlarse del departamento del Vichada y la ciudad de Barranquilla, volvió al ruedo de los comentarios cuestionables con un chiste sobre Valentina Trespalacios en un video en el que estaba opinando sobre la vandalización de un vehículo en medio de las marchas del 8 de marzo.
El automóvil en cuestión es un Mazda 323, propiedad del comediante Camilo Díaz, quien suele utilizarlo para hacer un programa hablando sobre distintas temáticas. Sin embargo, en medio de la jornada de movilizaciones del día de la mujer, mientras intentaba grabar una promoción para un show, reveló que fue víctima de una grafitera que pintó su carro con un símbolo feminista y la palabra “justicia”.
Sobre ello, Díaz realizó un video para sus seguidores contando lo sucedido, asegurando que aunque opina que no deberían hacer eso porque no saben el esfuerzo que alguien hizo para comprar un carro, no piensa borrar ese grafiti para demostrar su apoyo a las causas feministas. No obstante, en otro aparte analizando la situación con otros comediantes, fue Gabriel Murillo el que se llevó los reflectores con un polémico chiste sobre la grafitera.
“Es una hijuepu… Por eso es que después terminan en maletas todas esas pirob…”, dijo el comediante, generando la reacción de Díaz que dijo “¡No! Yo intentando hacer las paces”.
Probablemente el chiste de Gabriel Murillo llegó a pasar algo desapercibido teniendo en cuenta que fue de apenas unos segundos en el video de denuncia. Mismo en el que Díaz asegura que ese grupo de mujeres lo habrían identificado en las marchas como “uno de los que ofende a las mujeres”, a lo que no supo bien cómo responder ya que asegura que no tiene ningún problema con los colectivos feministas.
“¿Cómo me van a rayar el carro? Es lo único que tengo. Íbamos tranquilos y de repente yo me bajo para hacer un plano cerca de la Tadeo y las nenas dijeron ‘esta es zona no mixta’. No lo voy a borrar para que ustedes sepan que yo les apoyo (...) Yo me crié con mujeres, las mujeres de mi familia fueron las que llevaron las riendas de mi hogar”, dijo el comediante en el video publicado en redes sociales.
Gabriel Murillo: Un chiste más a la cuenta
Toda esta polémica por el comentario de Gabriel Murillo recuerda todas las que han enfrentado antiguos integrantes de “Con ánimo de ofender” en el pasado, empezando por él mismo cuando causó rechazo nacional por decir que en el Vichada no hay más que guerrilla y droga, y luego cuando sobre Barranquilla opinó: “No comen con cubiertos, pa’ que van a saber leer”.
Ahora suma este chiste a su lista de comentarios cuestionables, refiriéndose al asesinato de la dj Valentina Trespalacios por parte de su pareja sentimental, el norteamericano Jhon Poulos, quien la asesinó y la metió en una maleta de viajes (proceso judicial que aún se encuentra en curso).
Aún así, lo cierto es que esta está lejos de ser la primera vez que los integrantes de “Con ánimo de ofender” terminan en una polémica como esta, recordando el reciente episodio de Camilo Sánchez y Camilo Pardo que fueron criticados por burlarse abiertamente de Trespalacios en su show de Fucks News. Eso, cuando meses atrás habían sido criticados por burlarse de la muerte de una joven atropellada en Medellín y por tener una sección donde hacen chistes sobre violaciones en el país.
Fieles a su estilo, lejos de retractarse o pedir perdón por sus chistes, los comediantes siguieron adelante y buscaron apoyo en quienes validan su “humor negro”. No obstante, lo cierto es que no llegaron a salvarse del rechazo social, teniendo en cuenta que por ejemplo se quedaron sin la Universidad de Medellín como escenario para sus shows en la ciudad.
Un acto que abrió todo un debate de si eso se configura o no como censura, aunque por su parte el claustro académico defendió que no es así “toda vez que es parte de nuestra misión plantearle a la comunidad universitaria y a la sociedad la discusión necesaria sobre la pertinencia de permitir, en nombre del humor, lesionar la dignidad de las personas”.
Así las cosas, una vez más, los antiguos integrantes de “Con ánimo de ofender” terminan inmiscuidos en revuelos por sus comentarios sin filtro sobre distintas temáticas, esta vez siendo el colectivo feminista y las mujeres las que se pueden ver afectadas por este tipo de comentarios. Mismos que dejan en el aire el debate de si deben o no existir límites para lo que se considera “humor negro”, teniendo en cuenta principios como la dignidad humana frente a temas tan sensibles como la muerte.
