Una nueva disputa se libra entre habitantes de Bogotá y los municipios de la sabana occidente que se movilizan por la concurrida calle 13, luego de la instalación de un bicicarril por el cual, según la Secretaría Distrital de Movilidad, se transportan alrededor de 6.520 ciclistas al día durante la hora pico.
Sin embargo, pese a la alternativa que representa la bicicleta para cientos de personas que se cansaron de los trancones por esta, una de las más transitadas vías urbanas del país, hay otros ciudadanos e incluso mandatarios que no ven con buenos ojos la implementación de este tramo.
Por ejemplo, el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García Bustos, se pronunció en apoyo a los manifestantes que desde tempranas horas del día de este jueves, se plantaron a la entrada de Bogotá para hacerle saber a las autoridades distritales su inconformidad con el bicicarril de la calle 13, pues argumentan que ahora los trancones son más largos que antes.
“Invitamos al doctor Nicolás Estupiñán, secretario de Movilidad, a que nos acompañe, a que venga y vea cómo está el corredor en este momento y a que nos permita no implementar esa medida y, de común acuerdo, con los alcaldes de sabana occidente, poder implementar algunas que realmente generen beneficio y bienestar a nuestra región”, dijo García Bustos a través de un video.
Pero a pesar de la intervención hecha por el mismo gobernador, la respuesta de la administración distrital fue crear todo un movimiento a través de las redes sociales con la etiqueta #SíAlBiciCarril. Allí, desde la cuenta de la Alcaldía de Bogotá se expusieron los beneficios que tiene esta ciclovía para la movilidad de la calle 13 y la seguridad vial de los ciudadanos.
"Tener un carril dedicado a los ciclistas ha logrado disminuir 58% los siniestros con ciclistas lesionados. En 2019, entre enero y septiembre, se presentaron 17 ciclistas heridos y este año, en el mismo periodo, han sido 7", explicó la Secretaría de Movilidad.
Kienyke.com habló con Juan David Ríos y Valeria Rincón, dos habitantes del municipio de Mosquera que utilizan transporte público y bicicleta (respectivamente) para movilizarse hacia sus lugares de trabajo.
Ríos, por su parte, trabaja en una empresa de envíos y utiliza bus todos los días, mientras que Rincón es guarda de seguridad en una popular empresa de gaseosas y también es una activa biciusuaria. Según comentaron ambos a este medio de comunicación, la movilidad por la calle 13 es "el dolor de cabeza" de quienes habitan los municipios aledaños y estudian o trabajan en Bogotá.
"Yo antes usaba bus para llegar a mi trabajo en las Américas con 53 y me demoraba hasta 3 horas y media, pero desde que uso mi bicicleta y adquirí un buen ritmo me tardo dos horas e inclusive menos", manifestó Valeria Rincón.
Juan David dice que normalmente tarde dos horas en llegar a su trabajo, el cual se ubica en la localidad de Fontibón, pero asegura que el tramo de vuelta se ha vuelto un poco más demorado por cuenta del bicicarril.
"Ahora me puedo demorar hasta 30 minutos más. A veces uno ve que la ciclorruta está vacía y en la vía todos los carros están trancados. Y hasta he notado cómo aún teniendo este espacio para ellos, se salen a la carretera para transitar por ahí", expresó Ríos.
Mientras el pulso por el bicicarril de la calle 13 continúa, los habitantes que salen y entran de Bogotá por el lado occidente tendrán que continuar dejando horas y horas de su día en esta vía que conecta también con municipios otros municipios como Funza, Madrid y Facatativá.
