Bastante caldeada se encuentra la situación en la Coalición de la Esperanza, luego de que a través de Twitter un hombre revelara lo que, a su parecer, eran pruebas de prácticas clientelistas entre entre la Gobernación de Boyacá y la Alcaldía de Bogotá, basado en algunos funcionarios que habrían hecho parte de la administración del exgobernador y candidato presidencial de la Coalición de la Esperanza, Carlos Amaya, y que hoy se encuentran ocupando algunos cargos en la capital del país.
El denunciante aseguró que todo se estaría haciendo a través del actual gobernador Ramiro Barragán, del Partido Verde, a quien señaló como “socio de Carlos Amaya”. De ahí en más hizo la lista de los funcionarios que según él engrosan la lista de supuestas contrataciones a dedo, con nombres de peso como Luis Ernesto Gómez, jefe de gabinete de Claudia López (así como algunos familiares suyos) o Ariel Ávila, candidato verde al Senado.
No obstante, esta denuncia quizá no hubiera tenido el alcance que finalmente llegó a tener, de no ser porque fue replicada por el también precandidato presidencial de la Coalición de la Esperanza, Juan Manuel Galán, exigiendo públicamente explicaciones a su compañero de colectividad.
Desde entonces, el precandidato Carlos Amaya ha salido a desmentir dichas acusaciones en diferentes plataformas. Precisamente, en conversación exclusiva con Kienyke.com, lamentó que tanto Juan Manuel Galán como Carlos Fernando Galán hubieran abierto el debate de esa manera: “Sin mediar palabra y sin haberme llamado a mi”.
Frente a los hechos puntuales de los que se le acusa, afirma: “No hay ninguna práctica clientelista ni mucho menos de corrupción, por el hecho de que hay dos funcionarios sobresalientes de mi Gobierno que trabajan en Bogotá”. Además, considera que creer que un funcionario no puede trabajar en otro lado porque trabajó con él en la Gobernación es “absolutamente sectario y antidemocrático”.
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“Me parece desafortunado que Carlos Fernando y Juan Manuel planteen este debate y den alcance a este tipo de señalamientos que son antidemocráticos, que pretenden que la gente de Boyacá que trabajó conmigo no pueda trabajar en ningún otro lado”, añade el precandidato.
Por su parte, Juan Manuel Galán, continuó cuestionando al candidato de manera pública, asegurando además que no existe ninguna crisis dentro de la Centro Esperanza. “Pedir y dar aclaraciones no es una crisis, es un deber: dar la cara, dar explicaciones. Eso nos debe diferenciar del Equipo por Colombia, donde hay pactos de silencio”, trinó el candidato del Nuevo Liberalismo.
No obstante, para Amaya resulta llamativo que los Galán consideren que este tema de los cargos es clientelismo, cuando “durante 35 años su familia y ellos han estado trabajando en el Estado colombiano en cinco gobiernos de diferentes partidos y en diferentes cargos: embajadas, cargos diplomáticos, ministerios, viceministerios”.
“Si yo debo dar explicaciones, ellos también (...) Hay varias personas del Nuevo Liberalismo que trabajan en la Alcaldía de Bogotá, varias personas que están en la lista del Senado de la República que han trabajado en la Alcaldía, como Mabel Lara, como Carlos Negret, como Angélica Martínez y yo no creo que eso sea clientelismo. Yo no creo que Carlos Fernando haya llamado a Claudia para decirle que le meta a esas personas porque eso le va a representar votos. Son personas que tienen las capacidades”, agregó.
Escuche la entrevista completa al candidato presidencial Carlos Amaya:
¿Meritocracia o membresía?
Ahora bien, para el candidato de la Centro Esperanza el hecho de que existan funcionarios de la Alcaldía que previamente hayan trabajado en la Gobernación de Boyacá, no es muestra de favores políticos sino de que estas personas tienen una hoja de vida y un bagaje público que los hace atractivos para cumplir ciertas tareas. Aparte, asegura que no hay nada de malo o raro que los partidos que ganaron elecciones gobiernen con personas que les sean afines.
Sumado a ello, señala no tener “ninguna injerencia en las decisiones del gobernador Ramiro en la administración actual”.
“Esa es una falsa moral, es la politización de la moral. Yo nunca he planteado que eso sea ilegal, que eso sea antiético o que esté mal. En España, allá se hacen las coaliciones y gobiernan los partidos y los funcionarios. Lo importante es que la gente trabaje, que tenga la hoja de vida, las capacidades para desempeñar su trabajo y su labor”, agrega.
Así las cosas, jura nunca haber puesto funcionarios con el fin de conseguir o aportar votos, asegurando que todos los nombrados por Uscátegui son personas capaces que en su momento participaron en una u otra administración y aportaron a las mismas.
“Esas personas que nunca se meten en ninguna campaña, que no salen a caminar, que no se comprometen con ninguna causa, que no están construyendo programas, poniéndole la cara a la ciudadanía -con lo difícil que es eso- y después pretenden tener el derecho a pasar por encima de otros que porque debe ser un tema meritocrático”, cuestiona.
El denunciante
Finalmente, Carlos Amaya le pide a los Galán no centrar el debate en este tipo de temas, sino en los verdaderos problemas del país, al tiempo que pide no hacer eco a una cuenta que considera comparte cosas “falsas, imprecisas o que quieren vender un ambiente de corrupción donde no lo hay”.
Tras los hechos, un comunicador social de Boyacá llamado Luis Pérez aseguró en Twitter que Uscátegui es seguidor del Pacto Histórico y para respaldarlo mostró algunas de sus publicaciones en Facebook, generando escozor en su contraparte, quien lo hizo responsable de la integridad de sus hijos y esposa pues considera que los expuso en redes de “manera irresponsable”.
Frente a este tema en particular, Amaya asegura: “Es probable que cuando Petro gane la presidencia, si la gana algún día o cuando el Pacto Histórico gane alguna elección regional, él trabaje en la administración y yo nunca saldré a señalarlo como clientelista por eso. Tendrá el derecho de trabajar también en cualquier entidad territorial y nacional”.