
Lolong había sido capturado en septiembre de 2011 en Agusan, sur de Filipinas, y desde entonces fue la atracción de sus pobladores. En 2012 fue premiado con el Guinness Record al cocodrilo de agua salada más grande de entre los que están cautivos en el mundo. El lagarto, que tenía más de 50 años de edad, fue hallado el domingo muerto, boca arriba y con la panza inflada. Los primeros informes de la prensa local atribuyen la muerte de Lolong, 17 meses después de haber sido encontrado, a problemas estomacales.

