Camilo Jiménez hizo pública su renuncia a la cátedra que dictaba en la Universidad Javeriana porque, según él, sus alumnos no pudieron escribir un párrafo sin errores. Desde hace nueve años Jiménez dictaba el curso Evaluación de Textos de No Ficción en la carrera de Comunicación Social de la Universidad Pontificia Javeriana. El profesor no aguantó que de 30 estudiantes solo tres se acercaran a lo que pedía, y que dos más intentaran hacer un insípido esfuerzo, mientras que los 25 restantes no pudieran con el simple ejercicio que les había pedido.
Jiménez, que ha sido editor de reconocidas publicaciones, afirmó en su blog: “Un párrafo sin errores. No se trataba de resolver un acertijo, de componer una pieza que pudiera pasar por literaria o de encontrar razones para defender un argumento resbaloso. No. Se trataba de condensar un texto de mayor extensión, es decir, un resumen, un resumen de un párrafo, en el que cada frase dijera algo significativo sobre el texto original, en el que se atendieran los más básicos mandatos del lenguaje escrito -ortografía, sintaxis- y se cuidaran las mínimas normas: claridad, economía, pertinencia. Si tenía ritmo y originalidad, mejor, pero no era una condición. Era solo componer un resumen de un párrafo sin errores vistosos. Y no pudieron”. Leer carta.