Publicado por: david.trujillo el Jue, 20/01/2022 - 10:07
La dueña de la mascota denunció que la azafata no dejó sacar el perro del guacal para tranquilizarlo y que pudiera respirar. La aerolínea emitió un comunicado.

 

En un vuelo desde Tolú a Medellín por la aerolínea Satena, un perro de raza Pomerania murió mientras el avión aterrizaba. Su nombre era Kenzo y pertenecía a Margarita Betancur. La mascota era transportada en un guacal.

Según su propietaria, el perro estuvo ladrando, mostrándose desesperado e inquieto durante el recorrido, pero las auxiliares de vuelo no permitían que el animal fuera sacado del guacal.

Aunque Margarita y su familia les pedían a las azafatas que dejaran que Kenzo sacara la cabeza o al menos que lo pudieran cargar, la respuesta siempre fue negativa y obligaban a llevarlo en el suelo y encerrado. Fue entonces cuando de repente el perrito dejó de hacer ruido y se percataron de que había dejado de respirar.

Aunque trataron de reanimarlo con respiración boca a boca y un masaje en el pecho, Kenzo ya no reaccionó. “Estamos destrozados con un dolor enorme por una tragedia que se pudo haber evitado”, dijo Betancur en sus redes sociales.

 

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“Les pedimos su ayuda denunciando y compartiendo esta historia, queremos generar consciencia para que esto nunca vuelva a pasar y un llamado a las aerolíneas y sus azafatas a garantizar las condiciones óptimas y los derechos para los animales”, añadió en una publicación acompañada de la foto de su mascota fallecida.

La publicación se hizo viral en redes sociales, tanto que la Aerolínea Satena emitió un comunicado para explicar lo ocurrido. En este cuenta que había más perros en el avión: "los caninos fueron transportados en cabina de pasajeros junto a sus dueños, cada uno en su respectivo guacal de tela con ventilación para garantizar su seguridad y comodidad, así como la de los demás pasajeros”.

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Satena ratifica que no hubo ninguna anomalía ni comportamiento indebido de parte de sus operarios durante el vuelo: “la Aerolínea es enfática en que se cumplieron todos los protocolos y estándares de calidad establecidos en las políticas de la compañía, de acuerdo con la normatividad aeronáutica colombiana”.

Según Satena, la causa de muerte no habría sido ahogamiento: “el canino viajó en cabina de pasajeros con una temperatura y niveles de oxígeno adecuados. Cabe resaltar que en este mismo vuelo también fueron transportados en cabina de pasajeros otras mascotas en las mismas condiciones y llegaron a su destino sin afectación alguna”, puntualiza el comunicado.