Una vez más, el poder de las redes sociales convierte un platillo poco convencional en el centro de la polémica digital. En esta ocasión, la controversia gira en torno a una peculiar creación gastronómica: la oblea con chicharrón, una explosiva mezcla que divide opiniones entre el asombro, la curiosidad y la desaprobación.
Todo comenzó cuando la reconocida creadora de contenido gastronómico ‘Lola Carola food’ compartió un video en el que aparece degustando una oblea que, en lugar de los tradicionales ingredientes dulces como arequipe, queso o frutas, lleva una sorprendente mezcla de arequipe, chicharrón y hogao. Sí, leyó bien: crocante chicharrón con salsa criolla, dentro de una oblea.
La publicación rápidamente se volvió viral, acumulando miles de reproducciones, comentarios y reacciones. Mientras algunos usuarios elogiaron la audacia de probar algo tan diferente, otros no tardaron en calificar la combinación como “aberrante” o “una falta de respeto al dulce tradicional”.
Lo curioso del caso es que muchos creyeron que la extravagante oblea era originaria de Medellín, una ciudad conocida por sus innovaciones culinarias urbanas. Sin embargo, la misma influenciadora aclaró que el curioso platillo proviene de Floridablanca, Santander, una ciudad que, paradójicamente, tiene una fuerte tradición en la elaboración de obleas artesanales.
En Santander, las obleas son parte del orgullo local. Es común encontrarlas en plazas, parques y ferias, con rellenos clásicos que encantan a turistas y locales. Pero este nuevo giro “salado-dulce” ha puesto en jaque los gustos más conservadores.
Reacciones encontradas
En plataformas como TikTok, Instagram y X (antes Twitter), los comentarios no se han hecho esperar. Mientras algunos usuarios aseguran que jamás se atreverían a probarla, otros afirman que ya lo hicieron y quedaron gratamente sorprendidos:
“Pensé que era una broma, pero el contraste de lo dulce con lo salado es una locura deliciosa”, escribió una usuaria.
“Eso no es una oblea, es un sándwich con complejo de postre”, bromeó otro internauta.
Lo cierto es que el video de Lola Carola ha impulsado la curiosidad por este tipo de fusiones gastronómicas poco ortodoxas y ha puesto a Floridablanca en el radar digital, no solo por sus paisajes o cultura, sino por sus atrevidas apuestas culinarias.
Aunque los más puristas aún fruncen el ceño, algunos expertos en tendencias digitales aseguran que este tipo de experimentos podría marcar el inicio de una nueva tendencia foodie en Colombia: la reinterpretación de postres tradicionales con ingredientes típicos salados.
