Las diferencias entre la Alcaldía de Bogotá, la Gobernación de Cundinamarca, los conductores de automóviles y biciusuarios por el bicicarril de la calle 13 parece haber terminado luego del anuncio de modificación que se hará en ese corredor vial.
Tras una reunión entre el gobernador de Cundinamarca Nicolás García Bustos y la alcaldesa de Bogotá Claudia López, se acordó pasar el bicicarril al andén, en la zona conocida como la playa.
Esa modificación se realizó desde el 4 de enero, cuando se limpió la ladera de la vía y se separó con maletines de tránsito el espacio por el que deben circular los ciudadanos que se movilicen por medio de bicicleta.
La ciclorruta estaba ubicada en el centro del carril, en sentido oriente-occidente de la calle 13. Esa situación había cortado el espacio para los vehículos de transporte público, privado y de carga que transitan por esa vía para ingreso y salida de la ciudad. Varios usuarios habían denunciado choques, accidentes y congestión vehicular.
“Vamos a dejar los mismos carriles para vehículos de manera que podamos proteger la vida de los ciclistas y generar mayor movilidad sobre la calle 13”, señaló la alcaldesa Claudia López tras la reunión en la que se definió la modificación del corredor.
“Hoy trabajamos con la alcaldesa de Bogotá Claudia López en una solución práctica para la cicloruta en la calle 13: no utilizaremos los carriles vehiculares sino que la moveremos al andén, a la zona que llamamos "la playa". Escuchamos a la ciudadanía y trabajamos en equipo”, señaló por su parte el gobernador García Bustos.
El gobernador de Cundinamarca agregó que la adecuación del bicicarril de la calle 13 es una solución temporal, y que se trabaja para que en el mediano y largo plazo sea volver a construir esa vía que conecta a la ciudad con el departamento.
Según la administración distrital, las obras iniciaron el pasado 4 de enero y se entregarán el 7 de marzo.
Estos bicicarriles se implementaron en varias vías de la capital con la intención de brindar opciones de movilidad que redujeran la congestión y aglomeración en el sistema de transporte público, durante la pandemia de Covid-19.
Tanto en la carrera Séptima como en la calle 13, estos carriles exclusivos para bicicletas generaron una fuerte oleada de críticas, principalmente por parte de los conductores de carros, quienes vieron reducido el espacio en las vías.
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En la calle 13, esta medida incrementó casi tres veces el número de viajes en bicicleta que se realizaban por esa vía de la capital. Según cifras de la Secretaría de Movilidad, se pasó de 1.580 ciclistas al día durante las horas pico a 6.520. Es decir que pasó de representar el 8% de los viajes, al 36%.
