La tranquilidad del Cantón Norte, en el norte de Bogotá, se quebró la noche del miércoles 26 de noviembre cuando, cerca de las 8:33 p. m., un suboficial en turno reportó un “posible evento con heridos por arma de fuego” en el parqueadero del batallón Córdoba, ubicado en la Escuela de Infantería. Lo que siguió fue la activación inmediata de los protocolos de emergencia y un despliegue simultáneo de personal militar y policial.
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Dos oficiales fueron encontrados sin vida dentro de un vehículo
El primer informe emitido por la Policía Metropolitana de Bogotá confirmó que el equipo de urgencias ESM BASPC13 llegó rápidamente al lugar de los hechos. Allí, en un vehículo gris estacionado en el sector del casino de oficiales, los uniformados encontraron los cuerpos sin vida del capitán Pablo Basbela y de la subteniente María Mora.
De acuerdo con testimonios, una amiga cercana de la subteniente, se encontraba en la parte trasera del automóvil y presenció el momento en que el capitán disparó al menos cinco veces contra Mora antes de quitarse la vida.
Las horas previas: cafetería, reencuentro y un viaje desde Tolemaida
Los dos oficiales habían sido vistos poco antes en una cafetería dentro del complejo militar, donde se registró la que sería su última fotografía juntos.
La subteniente Mora había llegado ese mismo día desde Tolemaida, donde hacía parte del comando de drones, con el propósito de asistir a un concierto en la capital. El capitán Basbela, por su parte, había vivido un momento determinante en su carrera: se había graduado un día antes del curso de comando para su ascenso a mayor.
Uniformados cercanos a la víctima aseguraron que la subteniente había terminado la relación sentimental que mantenía con el oficial. El reencuentro, según esta versión, se dio dentro de la guarnición militar y culminó con el fatal ataque sobre las 8:30 p. m.
Llegada de las autoridades y primeros procedimientos
Tras escuchar las detonaciones, unidades militares verificaron el área mientras se notificaba a la Policía. El oficial de inspección, teniente coronel Edward Vargas, explicó que una patrulla llegó al lugar y confirmó la presencia de dos cuerpos dentro del vehículo.
Desde entonces, la Seccional de Investigación Criminal adelanta todas las labores de inspección técnica y recolección de pruebas.
Comunicado oficial del Ejército y hallazgos en la habitación del capitán
El Ejército Nacional activó sus protocolos institucionales y coordinó con la Fiscalía General de la Nación los actos urgentes. En un comunicado, el Comando de Educación y Doctrina calificó el hecho como un “lamentable suceso” y señaló que, preliminarmente, estaría vinculado con situaciones de índole personal.
Más tarde, el comandante del Ejército, general Luis Emilio Cardozo, precisó que, además del arma encontrada en el vehículo, el CTI halló otras dos armas en la habitación del capitán, todas de su propiedad y sin relación con la dotación oficial. Estas piezas se analizan para establecer una línea de tiempo clara del caso.
Acompañamiento a las familias y continuidad de la investigación
La institución reiteró su solidaridad con las familias de los oficiales y activó un protocolo de apoyo psicosocial. Las autoridades mantienen abiertas todas las líneas investigativas para esclarecer con exactitud el modo, tiempo y lugar de un hecho que sacudió uno de los complejos militares más importantes del país.
