
El 29 de diciembre de 2024, la tranquilidad de Aguachica, un pequeño municipio en el departamento del Cesar, se vio quebrantada por una tragedia que conmocionó no solo a la región, sino a toda Colombia. En una noche en la que los habitantes del lugar se preparaban para celebrar el inicio del nuevo año, un ataque armado en un restaurante local cobró la vida de una familia completa, dejando un rastro de dolor y desconcierto.
Las víctimas, identificadas como el pastor evangélico Marlon Yamith Lora, su esposa Yurlay Rincón, y sus hijos Ángela Natalia y Santiago, fueron brutalmente asesinadas a tiros mientras disfrutaban de una cena en el establecimiento. Santiago, el hijo menor de la familia, sobrevivió al ataque pero luchó por su vida durante dos días en el hospital antes de sucumbir a sus heridas. Este suceso ha dejado a la comunidad de Aguachica sumida en una profunda tristeza, mientras las autoridades intentan esclarecer los hechos detrás de esta tragedia.
La hipotesis principal de la masacre
A medida que avanzan las investigaciones, se ha revelado un giro desconcertante: lo ocurrido en Aguachica podría haber sido un trágico error de identificación. Según las autoridades, los sicarios que perpetraron el ataque en el restaurante, a bordo de una motocicleta, tenían como objetivo a otra persona que también se encontraba en el lugar: Zaida Andrea Sánchez Polanco, conocida en el mundo criminal como ‘la Diabla’.
Alias ‘la Diabla’ era una figura de notoriedad en la región, vinculada al mundo del crimen organizado. Días antes del ataque en Aguachica, Sánchez Polanco había sido blanco de un atentado en Medellín, donde finalmente fue asesinada en las afueras de un hotel. Las investigaciones apuntan a que los sicarios habrían confundido a la familia Lora con su objetivo, una confusión fatal que terminó con la vida de cuatro personas inocentes.
¿Quién es ‘la Diabla’ y qué la vincula con la tragedia?
La conexión de alias ‘la Diabla’ con la masacre de Aguachica tiene raíces profundas en el mundo del crimen organizado. Según información proporcionada por las autoridades, Sánchez Polanco estaba siendo seguida desde el asesinato de su pareja, Alexánder González, alias ‘el Calvo’. Este hombre fue ultimado por una deuda relacionada con una facción disidente de las antiguas Farc, encabezada por un líder conocido como ‘Jhon Mechas’. La muerte de González, que según algunos informes fue un ajuste de cuentas, podría haber desencadenado una serie de venganzas que terminaron en el trágico ataque contra la familia Lora.
La captura del presunto responsable
Uno de los avances más significativos en la investigación fue la identificación de alias ‘Andrés’ o ‘Jota’, quien sería el responsable de coordinar el ataque en Aguachica. Según las autoridades, ‘Andrés’ habría sido el encargado de organizar a los sicarios y de coordinar los detalles logísticos de lo que originalmente era un ataque dirigido a ‘la Diabla’. Su captura fue posible en gran parte gracias a las imágenes y videos publicados en su cuenta de TikTok, donde se logró rastrear sus movimientos y establecer su vinculación con el crimen.
El coronel Herbert Mejía, encargado de la investigación, detalló que el retrato hablado realizado con la ayuda de testimonios de testigos locales fue clave para identificar a ‘Andrés’. A través de este método, sumado al análisis de las redes sociales y otras pruebas digitales, las autoridades lograron avanzar en la captura del presunto autor material del atentado.
El impacto de esta masacre ha dejado una marca indeleble en la comunidad de Aguachica, que sigue buscando respuestas y justicia para la familia Lora. Mientras se continúan desarrollando las investigaciones, la población ha expresado su desconcierto no solo por la brutalidad del acto, sino también por la confusión que lo rodea, lo que ha generado múltiples teorías sobre las motivaciones detrás del ataque.
Además del dolor por la pérdida de vidas inocentes, la familia Lora es vista como un símbolo de la violencia que azota a Colombia y que, en muchos casos, involucra a personas que no tienen relación directa con los conflictos criminales. Los familiares y amigos de las víctimas esperan que las autoridades logren esclarecer todos los aspectos de este suceso, y que, finalmente, los responsables sean llevados ante la justicia.
