La Agencia Nacional de Seguridad Vial destacó el trabajo conjunto y la rigurosidad en el análisis de la siniestralidad vial como dos factores clave de la construcción del Plan Nacional de Seguridad Vial (Pnsv), aprobado por el Gobierno nacional el pasado 29 de julio, a través del Decreto 1430 de 2022.
La construcción del Plan Nacional de Seguridad Vial, que orientará al país durante los próximos 10 años, incluyó la participación de la ciudadanía. Además, durante el periodo comprendido entre el 28 de julio y el 25 de agosto de 2021, la Ansv lideró ocho diálogos territoriales sobre el mismo y socializó sus contenidos con diferentes actores del sector público y privado.
En términos de contenidos, El Pnsv 2022 – 2031 identifica ocho áreas de acción como sus bases estratégicas, con el fin de modernizar la nueva política de seguridad vial, siguiendo las directrices internacionales del enfoque “Sistema Seguro”. Esas áreas de acción son: (1) velocidades seguras, (2) vehículos seguros, (3) infraestructura vial segura, (4) comportamiento seguro en los actores viales, (5) cumplimiento de normas de tránsito en materia de seguridad vial, (6) atención integral a víctimas de siniestros viales, (7) gobernanza y (8) gestión del conocimiento.
La ministra de transporte, Ángela María Orozco, afirmó que, para la consolidación de este instrumento, el primer paso fue acercarse a las regiones y trabajar con los territorios y las autoridades departamentales y municipales. “Somos un país diverso, por lo que era necesario entender las necesidades, características y particularidades de cada zona, para así diseñar acciones diferenciadas, que generen mejores resultados, pues no siempre lo que funciona en el Caribe, por ejemplo, tiene el mismo impacto en el centro del país”, explicó la ministra.
Para el director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Luis Lota, “en este plan se reafirma el enfoque de sistema seguro en Colombia. Sus ocho líneas de acción permiten robustecer cada uno de los temas críticos de seguridad vial y, sobre todo, prevenir riesgos: identificarlos y mitigarlos de manera adecuada, lo cual es, a
la vez, su razón fundamental”.
Además, añadió que “este plan nos va a ayudar reducir las fatalidades en un 50% para el año 2030. Contiene ocho capítulos regionales que definen cuáles son las estrategias puntuales para cada una de las regiones. Si bien parte de una sola seguridad vial para todo el país, propone una forma distinta de abordarlo en cada región y está acorde con los lineamientos de naciones unidas en materia de seguridad vial”.
Los avances del Plan Nacional de Seguridad Vial
El nuevo Plan se construyó a partir del análisis de la siniestralidad vial en cada uno de los departamentos y municipios de Colombia; un trabajo en el que el rol del Observatorio Nacional de Seguridad Vial fue determinante para identificar las causas y fijar las metas en la prevención de las fatalidades derivadas de siniestros viales. A partir de este diagnóstico, el plan propone un modelo de gobernanza, con base en el principio de corresponsabilidad, que permitirá reducir al 50% las fatalidades y lesiones derivadas de siniestros viales, para el año 2031.
Vale la pena resaltar que otra de las novedades del plan es que propone una territorialización de las metas de reducción de fatalidades por siniestros viales. En este punto, identifica la figura de la Red de los Observatorios Territoriales de Seguridad Vial, como una manera de llegar de manera más efectiva a cada territorio, mediante la generación de conocimiento sobre el riesgo que enfrentan los diferentes usuarios en la vía.
Asimismo, incluye un aparte en el cual se detallan, de manera explícita, las principales acciones para atender la fatalidad según cada tipo de actor vial vulnerable –motociclista, ciclista y peatón–, teniendo en cuenta la priorización de los actores viales.
Adicionalmente, modifica el fortalecimiento institucional, al involucrar el enfoque moderno de la Administración Pública en términos de Gobernanza, definida como la capacidad de las administraciones públicas para generar acuerdos en torno a un objetivo nacional que es la reducción de la siniestralidad, a partir del principio de corresponsabilidad social en la seguridad vial.
El Plan también promueve el conocimiento de los factores de riesgo a los que se exponen los actores viales más vulnerables en sus recorridos para acceder al transporte público, en especial, el colectivo y masivo.
Todas estas acciones se desarrollarán en un modelo de complementariedad con otras estrategias sectoriales, como la de movilidad activa segura y sostenible y los programas de seguridad y salud en el trabajo.
Con la aprobación del Plan Nacional de Seguridad Vial culmina un trabajo que lideró la Agencia Nacional de Seguridad Vial, desde el año 2019, para incorporar el enfoque de sistema seguro en la movilidad del país y con él se espera orientar al país a reducir en un 50% las fatalidades en las vías.
