Ya se vislumbran algunos aspectos de la Ley de Financiamiento que podrían afectar a las empresas. Grabar venta de inmuebles, atacar el uso de la facturación POS y acortar los tiempos para los procesos de la solicitud de saldos a favor son algunos de los ejemplos.
En esta época del año las empresas despiertan en la nueva realidad tributaria y descubren nuevos detalles en la letra menuda de la Ley de Financiamiento con normas que no veían venir. Claudia Camargo, socia de Tax&Legal de BDO en Colombia, analizó las modificaciones de la Reforma Tributaria que ya perjudican a las personas jurídicas en el país y que les cambian las reglas en temas sensibles. Para ella estas son las cinco principales:
1. Eliminación del límite de tomar el IVA pagado en la adquisición o importación de activos fijos
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En la derogatoria del Artículo 491 del Estatuto Tributario se toma como un cambio el cual abre la posibilidad de que en la adquisición de activos fijos el IVA pagado se pudiera manejar como descontable. Pero surgió una falta de claridad debido a que esta misma Ley creó un Descuento Tributario por el IVA pagado en la adquisición, importación, construcción y formación de activos fijos.
Actualmente no es claro si quedó opcional la posibilidad de tomarlo como descontable o todo deberá ser solo como descuento tributario. Es un tema que requiere un mayor análisis en los próximos meses. El impacto financiero, sin duda, parecería muy positivo, dado que se abre la posibilidad de recuperar el IVA pagado en un término inferior al aplicable hasta el año 2018.
2. Creación del impuesto al consumo del 2 % para la venta de inmuebles
La adición de este impuesto en la venta de bienes inmuebles nuevos y usados genera un sobrecosto para quienes pretenden llevar a cabo esta transacción cuando la cantidad de venta supere los $918’436.000.
3. Inclusión de la norma que elimina fiscalmente la posibilidad de soportar transacciones con facturación de puntos de venta o POS
Este cambio de último momento busca dejar sin aplicación a este sistema de facturación y encaminar todo a la facturación electrónica. Sin embargo, pone en una situación compleja a las compañías o personas obligadas a llevar contabilidad. Estos sí deben tener las facturas para soportar correctamente sus deducciones.
Así mismo, la norma constituye un inconveniente para las compañías que aún tienen el sistema POS en funcionamiento y que se enfrentan a la obligación de la facturación electrónica.
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4. Cambios en el término de firmeza para las declaraciones de renta para los años 2019 y 2020
Acortar los tiempos de auditoría por parte de las autoridades tributarias fue bien recibido por los contribuyentes. Aunque se establece una norma especial para los años 2019 y 2020, se acortan los tiempos para los procesos de solicitud de saldos a favor, generados en esas mismas declaraciones.
Las declaraciones podrán quedar en firme. Es decir que no podrán ser auditadas en el término general sino en seis y doce meses. Esto aplica para los casos que el impuesto neto de dicho año se incremente en un 30 % o 20 %, respectivamente. Es importante mencionar que este corto periodo no será aplicable a las demás declaraciones de impuestos ni en las cuales se generen pérdidas fiscales.
5. Eliminación de la posibilidad de soportar actuaciones por parte de los contribuyentes en los conceptos emitidos por la DIAN en la vía gubernativa y jurisdiccional
En años pasados los conceptos podían ser usados como soporte normativo, inclusive en los procesos de discusión con la administración de impuestos.
Actuar con base en ellos, permitía que en caso de un proceso, su contenido fuera considerado. Este cambio solo permite que los conceptos sean de aplicación, pero no puedan ser tomados como parte de los argumentos en defensa de los contribuyentes, en vía gubernativa y jurisdiccional. Es decir, cuando ya se ha iniciado una discusión con la administración de impuestos.
