El Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, diagnostica como “muy compleja” la situación de las zonas de frontera con Venezuela, especialmente la ciudad de Cúcuta. Y grave que el vecino país haya cerrado la llave de las remesas.
“Es un error monumental lo que acaba de hacer Venezuela al cerrar el giro de remesas. Es la llave social, es el grifo por donde pasa toda la economía que alimenta a las familias de los colombianos que viven en Venezuela”, dijo Cárdenas.
“Por supuesto, genera mucho malestar de parte de los colombianos que viven en Venezuela, que no le pueden enviar recursos a sus familias en Colombia. Un gravísimo error porque además son unas cifras manejables para una economía del tamaño de Venezuela. Estamos hablando de 500 millones de dólares al año. Es un error y así se lo hicimos saber al gobierno de Venezuela”.
El ministro denunció también que “hay muchísimo contrabando viniendo de Venezuela, y ese contrabando nos hace mucho daño porque básicamente nos genera pérdidas en empleo. Mucho productor de Colombia no tiene cómo competir con productos de contrabando”.
¿Estamos hablando de estragos en la economía de los dos países?
Tendremos que ir monitoreando la situación. Nuestro nivel de dependencia o de interrelación económica con Venezuela ha ido disminuyendo a través de los años, por la sencilla razón que los exportadores colombianos dejaron de venderle productos a Venezuela porque no les estaban pagando oportunamente. Se ha reducido, entonces, el riesgo de los efectos de la situación económica de Venezuela sobre Colombia.
Pero la frontera nunca se podrá aislar de la situación económica de Venezuela porque hay una vida de integración de las comunidades en La Guajira, en Norte de Santander, en Arauca, hay una interrrelación muy fluida en materia económica. Ahí es donde se dan los efectos más fuertes, donde está el primer impacto de lo que ocurre en Venezuela. Tenemos que estar especialmente preocupados por la situación de Cúcuta, La Guajira y Arauca.
¿Es uno de los peores momentos de las relaciones económicas de los dos países?
No. Las relaciones nuestras son buenas, son fluidas, tenemos buen diálogo, buscamos salidas, buscamos fórmulas. Simplemente advierto que en materia económica se están tomando unas decisiones en Venezuela que pueden afectar mucho a los colombianos que viven especialmente en la zona de frontera, porque se ha suspendido el pago de remesas, porque se ha suspendido también el envío de combustible, y por último porque está llegando mucho producto de contrabando que le hace daño a los productores colombianos. Entonces, la situación en la frontera es una situación compleja.
¿Cómo evoluciona la economía colombiana, a nivel general?
La situación de los caficultores de Colombia ha mejorado de una manera muy ostensible en las últimas semanas. Hoy están recibiendo 722 mil pesos por cada carga de café. Es una maravilla de noticia porque comenzamos el año con un precio de café a 400 mil pesos la carga. Enorme diferencia para medio millón de caficultores.
¿A qué se debe ese crecimiento del precio del café?
Esencialmente el precio en el mercado internacional, en la bolsa de Nueva York. El mes de enero fue de una gran sequía, un gran verano en Brasil, el mayor productor de café del mundo. Se les ha dañado parte de la cosecha.
Eso ha beneficiado los precios del café colombiano. Súmele a eso el dólar porque con el dólar más alto estos precios internacionales se vuelven más pesos y se beneficia al productor en Colombia.
¿Cómo evoluciona el dólar en Colombia señor ministro?
Pues el dólar ha estado subiendo, lo cual es muy positivo porque quiere decir que los empresarios colombianos reciben más pesos por cada dólar exportado, eso les permite ser más competitivos, les da una mayor rentabilidad.
La situación es importante para el agro a nivel general, también para la industria, porque hay mucho empresario en Colombia que estaba muy asfixiado porque o no podía exportar, o los productos importados estaban muy baratos. Este aumento del dólar sube el precio de lo importado y le da un poco más de oxígeno y espacio al productor nacional.
La gente que va a los supermercados, a los centros comerciales, encuentra que el producto importado ha subido de precio, y el producto nacional aparece más atractivo. Eso le ayuda mucho a la industria nacional.
¿Y cómo se logró posicionar el dólar, por encima de los 2 mil pesos?
El dólar estaba a 1.750 pesos, muy bajito, y eso le estaba generando grandes problemas al agro y a la industria colombiana.
Nos comprometimos con la idea de subir el dólar a 1.950 pesos. Ahí fue cuando se empezó a hablar del dólar Cárdenas, esa fue una apuesta que hicimos, que si no hubiéramos cumplido pues nos la hubieran cobrado.
Afortunadamente todo lo que hicimos, que incluyó por ejemplo la decisión de no traer dólares a Colombia, de más bien ir a comprar dólares para que subiera el precio, la decisión del Banco de la República de comprar más dólares, la decisión también de poner a los fondos de pensiones a comprar más dólares, para estimular la demanda, y que subiera el precio. Todo eso nos llevó a un dólar de 1950 pesos.
Y de allá para acá, de 1.950 a 2.050, ha sido ya un fenómeno internacional asociado a una tendencia… que la plata vuelva hacia Estados Unidos y de esa manera están saliendo dólares y están subiendo el precio del dólar.
¿Por qué está volviendo la plata a Estados Unidos? Porque se normalizó la economía de Estados Unidos, otra vez parece atractivo invertir en Estados Unidos, pasó la crisis, y vuelven esos capitales que habían venido temporalmente a los países en desarrollo, vuelven hacia Estados Unidos.
¿Y en desarrollo de esa situación, cómo le irá a la economía colombiana, ante la mejoría de la estadoundiense?
Bueno, hemos visto -para empezar por el efecto negativo- que han caído mucho los precios de las acciones.
Pero no hemos tenido mayores consecuencias porque el aumento del dólar es positivo, es saludable que el dólar haya subido; no lo vemos como un problema, lo vemos más bien como algo que nos ayuda.
Y que vuelva a crecer la economía de Estados Unidos, para Colombia es bueno porque quiere decir que vamos a aumentar nuestras exportaciones a Estados Unidos. Nosotros tenemos muchos vasos comunicantes con su economía, dependemos mucho en nuestro comercio exterior de Estados Unidos.
¿Se colige, entonces, que este es un momento excepcionalmente bueno para la economía colombiana?
Creo que sí. En Colombia es muy difícil encontrar en su historia económica reciente un momento mejor que este. Entre otras cosas por lo siguiente, Colombia es hoy el país número tres en América Latina, en materia de subeconomía.
El país más grande, con mayor tamaño, es Brasil, el numero dos es México, nosotros somos el número tres. Hace dos años éramos el número cuatro, ahora ya pasamos a Argentina. Somos medalla de bronce.
Somos el país de América Latina que más empleo ha generado, que tiene la menor inflación, que más ha bajado la desigualdad. En esto tenemos medalla de oro.
Por estos resultados, hay quienes han pensado en su candidatura presidencial…
Creo que es una mala mezcla ser ministro de Hacienda y pensar en esos temas. El ministro tiene que actuar en muchos momentos, en muchas decisiones, con un criterio no político, sin ningún interés personal de ese tipo para tomar decisiones difíciles, que pueden ser en el corto plazo consideradas impopulares, pero que necesita la economía.
Por eso hago caso omiso de todos esos cantos de sirena, me entran por un oído, me salen por el otro, porque soy muy consciente de que para ser buen ministro de Hacienda uno no debe dejarse llevar por ese tipo de comentarios sugerentes.
Vengo de un mundo no político, de un mundo técnico, de un mundo donde realmente no hay mucho espacio para ese tipo de aspiraciones o de intereses. De manera que me mantengo en lo mío, en mi escenario técnico y me siento muy satisfecho de poderle dar a los colombianos buenos resultados en materia económica.
@ARTUNDUAGA_
¿Cómo evoluciona la economía colombiana, a nivel general?
La situación de los caficultores de Colombia ha mejorado de una manera muy ostensible en las últimas semanas. Hoy están recibiendo 722 mil pesos por cada carga de café. Es una maravilla de noticia porque comenzamos el año con un precio de café a 400 mil pesos la carga. Enorme diferencia para medio millón de caficultores.
¿A qué se debe ese crecimiento del precio del café?
Esencialmente el precio en el mercado internacional, en la bolsa de Nueva York. El mes de enero fue de una gran sequía, un gran verano en Brasil, el mayor productor de café del mundo. Se les ha dañado parte de la cosecha.
Eso ha beneficiado los precios del café colombiano. Súmele a eso el dólar porque con el dólar más alto estos precios internacionales se vuelven más pesos y se beneficia al productor en Colombia.
¿Cómo evoluciona el dólar en Colombia señor ministro?
Pues el dólar ha estado subiendo, lo cual es muy positivo porque quiere decir que los empresarios colombianos reciben más pesos por cada dólar exportado, eso les permite ser más competitivos, les da una mayor rentabilidad.
La situación es importante para el agro a nivel general, también para la industria, porque hay mucho empresario en Colombia que estaba muy asfixiado porque o no podía exportar, o los productos importados estaban muy baratos. Este aumento del dólar sube el precio de lo importado y le da un poco más de oxígeno y espacio al productor nacional.
La gente que va a los supermercados, a los centros comerciales, encuentra que el producto importado ha subido de precio, y el producto nacional aparece más atractivo. Eso le ayuda mucho a la industria nacional.
¿Y cómo se logró posicionar el dólar, por encima de los 2 mil pesos?
El dólar estaba a 1.750 pesos, muy bajito, y eso le estaba generando grandes problemas al agro y a la industria colombiana.
Nos comprometimos con la idea de subir el dólar a 1.950 pesos. Ahí fue cuando se empezó a hablar del dólar Cárdenas, esa fue una apuesta que hicimos, que si no hubiéramos cumplido pues nos la hubieran cobrado.
Afortunadamente todo lo que hicimos, que incluyó por ejemplo la decisión de no traer dólares a Colombia, de más bien ir a comprar dólares para que subiera el precio, la decisión del Banco de la República de comprar más dólares, la decisión también de poner a los fondos de pensiones a comprar más dólares, para estimular la demanda, y que subiera el precio. Todo eso nos llevó a un dólar de 1950 pesos.
Y de allá para acá, de 1.950 a 2.050, ha sido ya un fenómeno internacional asociado a una tendencia… que la plata vuelva hacia Estados Unidos y de esa manera están saliendo dólares y están subiendo el precio del dólar.
¿Por qué está volviendo la plata a Estados Unidos? Porque se normalizó la economía de Estados Unidos, otra vez parece atractivo invertir en Estados Unidos, pasó la crisis, y vuelven esos capitales que habían venido temporalmente a los países en desarrollo, vuelven hacia Estados Unidos.
¿Y en desarrollo de esa situación, cómo le irá a la economía colombiana, ante la mejoría de la estadoundiense?
Bueno, hemos visto -para empezar por el efecto negativo- que han caído mucho los precios de las acciones.
Pero no hemos tenido mayores consecuencias porque el aumento del dólar es positivo, es saludable que el dólar haya subido; no lo vemos como un problema, lo vemos más bien como algo que nos ayuda.
Y que vuelva a crecer la economía de Estados Unidos, para Colombia es bueno porque quiere decir que vamos a aumentar nuestras exportaciones a Estados Unidos. Nosotros tenemos muchos vasos comunicantes con su economía, dependemos mucho en nuestro comercio exterior de Estados Unidos.
¿Se colige, entonces, que este es un momento excepcionalmente bueno para la economía colombiana?
Creo que sí. En Colombia es muy difícil encontrar en su historia económica reciente un momento mejor que este. Entre otras cosas por lo siguiente, Colombia es hoy el país número tres en América Latina, en materia de subeconomía.
El país más grande, con mayor tamaño, es Brasil, el numero dos es México, nosotros somos el número tres. Hace dos años éramos el número cuatro, ahora ya pasamos a Argentina. Somos medalla de bronce.
Somos el país de América Latina que más empleo ha generado, que tiene la menor inflación, que más ha bajado la desigualdad. En esto tenemos medalla de oro.
Por estos resultados, hay quienes han pensado en su candidatura presidencial…
Creo que es una mala mezcla ser ministro de Hacienda y pensar en esos temas. El ministro tiene que actuar en muchos momentos, en muchas decisiones, con un criterio no político, sin ningún interés personal de ese tipo para tomar decisiones difíciles, que pueden ser en el corto plazo consideradas impopulares, pero que necesita la economía.
Por eso hago caso omiso de todos esos cantos de sirena, me entran por un oído, me salen por el otro, porque soy muy consciente de que para ser buen ministro de Hacienda uno no debe dejarse llevar por ese tipo de comentarios sugerentes.
Vengo de un mundo no político, de un mundo técnico, de un mundo donde realmente no hay mucho espacio para ese tipo de aspiraciones o de intereses. De manera que me mantengo en lo mío, en mi escenario técnico y me siento muy satisfecho de poderle dar a los colombianos buenos resultados en materia económica.
@ARTUNDUAGA_
