
Adrian Quesada, productor y multiinstrumentista texano, ganador del Grammy, y recientemente nominado al Oscar, vuelve a las raíces románticas de la música latina con el esperado lanzamiento de Boleros Psicodélicos II, disponible desde el 27 de junio a través de ATO Records. Esta nueva entrega continúa el viaje iniciado en 2022 con el aclamado Boleros Psicodélicos, reafirmando su compromiso con la preservación y reinvención de la balada latinoamericana de finales de los sesenta y principios de los setenta.
Vea aquí nuestra entrevista con Adrian Quesada de Black Pumas:
Concebido como una obra más extensa, atrevida y profundamente colaborativa, Boleros Psicodélicos II combina composiciones originales con reinterpretaciones de clásicos, adentrándose en un universo sonoro donde el drama lírico, las guitarras distorsionadas y la nostalgia se entrelazan con beats modernos y toques de hip-hop. El álbum fue producido junto al también destacado Alex Goose (Childish Gambino, Aaron Frazer).
La lista de colaboradores impresiona por su diversidad y peso artístico: Cuco, Angélica García, Gepe, Daymé Arocena, Monsieur Periné, Ed Maverick, Hermanos Gutiérrez e iLe —quien repite colaboración con Quesada tras su éxito “Mentiras con Cariño”— entre otros, dan vida a los 12 temas del álbum. El primer adelanto, “Ojos Secos” con Cuco, ya está disponible y marca el tono sombrío y exquisito del proyecto.
Este segundo volumen se perfila como una obra tan personal como colectiva, que continúa “haciendo por los boleros psicodélicos lo que Buena Vista Social Club hizo por el son cubano”, según Rolling Stone. Una exploración emocional que resuena globalmente en oyentes ávidos de tradición reinventada.
Además de este proyecto, Quesada ha mantenido una agenda vertiginosa: lanzó Jaguar Sound, firmó la banda sonora de Home Free, recorrió el mundo con Black Pumas y alcanzó una nominación al Oscar con “Como un pájaro”, de la película Sing Sing, de A24.
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Pero para Quesada, cuya infancia transcurrió entre Texas y México, este regreso a la balada es más que una búsqueda estética: es un acto de memoria cultural. Un homenaje a esas melodías escuchadas por primera vez en emisoras AM de Austin, y que hoy se transforman, de su mano, en un fenómeno contemporáneo que trasciende fronteras.