En el mundo del espectáculo, el amor siempre encuentra la forma de sorprendernos y conquistar corazones. Y hay parejas que, con su química y autenticidad, se roban todas las miradas. Una de ellas es sin duda Juan Pablo Raba y Mónica Fonseca, quienes abrieron las puertas de su vida privada en el más reciente episodio del pódcast Los Hombres Sí Lloran.
En esta conversación, el actor y su esposa hablaron sobre el comienzo de su relación, las dudas que enfrentaron y la decisión de dar el gran paso de formar una familia. Juan Pablo recordó que su historia juntos empezó en un momento complejo para Mónica, cuando ella atravesaba una separación —un capítulo delicado que no quisieron profundizar, pero que muchos relacionan con su exrelación con el actor Mark Tacher, que terminó en 2011.
Lo que sorprendió a más de uno fue la revelación de que apenas una semana después de comenzar a salir, Juan Pablo ya tenía claro que quería casarse y tener hijos con Mónica. Sin embargo, la presentadora no estaba tan convencida: “Me dijo que estaba chiflado y que jamás tendría hijos”, contó entre risas el actor. Ella estaba en pleno proceso de sanación y no imaginaba convertirse en mamá.
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¿Por qué Mónica dudaba sobre tener hijos?
Para darle tiempo a la relación y a su propia recuperación, acordaron no hablar del tema de los hijos por al menos tres meses. Pero, irónicamente, nueve meses después, fue Mónica quien retomó la conversación, aunque con una sola condición: “Solo me aventuraría a tener un hijo”.
En la charla, Mónica fue muy honesta y reveló que para ella, tener hijos era un acto sumamente irresponsable, un pensamiento que puede generar controversia, pero que ella sostiene con convicción. “Traer hijos al mundo es un ejercicio de ego”, afirmó, y resaltó que la adopción es una opción diferente que merece ser considerada.
Sin embargo, el amor y el compromiso de Juan Pablo fueron clave para que ella cambiara de opinión. Mónica reconoció que el deseo de su esposo por ser padre no era solo un capricho, sino una necesidad profunda, y fue eso lo que la motivó a emprender este hermoso viaje juntos, confiando en que él sería un gran papá.
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Hoy, la pareja es mamá y papá de dos hijos: Joaquín, nacido en 2012, y Josephine, llegada en 2017, quienes son el motor de su vida y el ancla que fortalece su relación día a día. A lo largo de los años han superado retos y compartido alegrías, demostrando que el amor, la paciencia y la comunicación son la base para construir una familia sólida y feliz.
