El origen del fútbol proviene de cada domingo con la cita infaltable en las escuelas que hay en cada parque en los barrios de Bogotá. Con diferentes nombres, horarios y uniformes el objetivo es el mismo: potenciar las habilidades con el balón y ver nuevos talentos.
Con la pandemia el sueño de muchos niños y niñas se vieron en unas vacaciones que hasta el momento no tienen una fecha de regreso. Un tiempo fuera para los profesores que se han aliado con la tecnología para seguir su labor.
"Las clases virtuales se desarrollaron una semana después del primer simulacro vital en Bogotá. Fue una salida para que los chicos tengan un espacio diferente", comentó a KienyKe.com el entrenador Diego Vásquez de la escuela Samvar DEFAT.
El estar en la casa con una nueva rutina puede provocar conductas, sin embargo el ejercicio es un aliado perfecto para combatir el estrés y ser parte de un nuevo hábito en casa pero sin descuidar el objetivo: mantenerse en forma, divertirse, aprender y seguir el fútbol.
Las clases de la escuela Samvar DEFAT son gratuitas para los niños en medio de la cuarentena. Los formadores son conscientes que los padres no tienen el recurso económico, por lo que estas sesiones se realizan tres veces por semana.
Diego tiene en su casa, en el barrio Country sur, localidad Rafael Uribe Uribe, los implementos necesarios para sus clases: balones, conos y la pasión que lo llevan a la terraza de su casa a hacer estas sesiones.
La pasión y la disciplina de Diego lo ha llevado muy lejos con los niños a torneos internacionales y ya han conocido grandes estadios como el Santiago Bernabéu en Madrid, España.
Es una nueva metodología para aprender y no dejar el fútbol. Nadie estaba preparado pero las barreras pueden ser superadas con la ayuda de la tecnología. Sin embargo, Vásquez aseguró: "Hemos tenido muchas fallas con el Internet. La primera semana iniciamos con 50 chicos conectados, la siguiente semana fue con 33 y ha disminuido".
Los profesores han experimentado con diferentes plataformas para desarrollar las clases en medio de la situación. Hay un división de opiniones entre los niños que practican fútbol con esta nueva forma que sin duda será recordada en su formación.
Los padres también se han sumado a estas clases y junto con sus hijos hacen actividad física con el anhelo de volver a trabajar en equipo, la convivencia y el compañerismo en la escuela de fútbol.
Esta situación también es sinónimo de encontrar oportunidades o ver en qué se puede mejorar. Así lo han hecho saber los profesores liderados por Diego Vásquez que con estas clases han podido mejorar condiciones técnicas, motrices y físicas de los chicos en la escuela. Detalles que harán la diferencia en un futuro.
"Es una oportunidad para implementar nuevas cosas, a todo hay que sacarle provecho. Sacar lo que más nos sirvió de esta experiencia", confesó Vásquez sobre esta situación que nadie se imaginó que iba a pasar y que llegaría con cambios.
¿Auxilio para los entrenadores?
En una semana las escuelas de formación y centros de entrenamiento cumplirán dos meses sin ninguna actividad y este gremio, de entrenadores también busca soluciones reales a sus problemáticas socieconómicos.
"No ha habido ningún auxilio o ayudas por parte del gobierno o de la alcaldía. No estamos vinculados a una empresa de manera formal, nosotros somos informales o emprendemos negocios de manera informal", confesó Vásquez sobre esta situación que ha tocado fondo al no tener ingresos o personas que paguen sus clases.
KienyKe.com se comunicó con el IDRD para obtener respuesta sobre esta población que también quiere soluciones: "En este momento los recursos limitados con los que cuenta el instituto se han destinado a los entrenadores de las ligas que entrenan a los deportistas de alto rendimiento", dio a conocer el IDRD.
"Nuestra profesión aún no esta valorada, porque se piensa que si el niño no esta sudando o se esta en una cancha de fútbol o futsal no vale la pena pagar", sentenció Vásquez.
Se espera que en los próximos días haya respuestas y una luz de esperanza para los entrenadores y con ello el anhelo de volver a una cancha de fútbol o futsal y agradecer la calma después de la tormenta, que con varias reflexiones dejó alternativas que a nadie se le olvidarán.
