La Copa del Mundo Alemania 2006 dejó a los anfitriones por fuera del campeonato que ellos mismos organizaron. Italia los eliminó y posteriormente levantó el trofeo en tierras foráneas. Los alemanes tenían que reconstruirse porque los triunfos de los años 70 y 80 habían quedado en el pasado.
Jürgen Klinsmann dejó la selección teutona una vez terminó el torneo mundialista y el reemplazante fue su fiel asistente técnico, Joachim Löw.
Con Löw se mantuvo el proceso, la Federación alemana reunió a los dirigentes de todos los clubes de la Bundesliga y llegaron a un acuerdo que sirviera de apoyo a los nuevos talentos del balompié en ese país.
Los equipos de primera y segunda división se unieron en pro de un objetivo: formación de futbolistas. Las selecciones que los alemanes presentaban en los primeros torneos del milenio tenían un promedio de edad de 30 años. Los resultados no llegaban y los fanáticos se quedaban en las sombras de los triunfos de Franz Anton Beckenbauer y Gerhard Müller.
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La disciplina fue importante porque los jóvenes recibieron una preparación mental que iba acompañada de ayuda deportiva. Todos los campos de fútbol del país, hasta quinta y sexta división, eran de primer nivel como los estadios más importantes para las competiciones nacionales e internacionales.
Una vez finalizó el Mundial de Corea-Japón 2002, cuando los brasileros derrotaron 2 - 0 a los alemanes en la final del certamen, inició el proceso futbolístico que recibía niños hasta formarlos en la categoría Sub-21.
Las últimas temporadas el Bayern Múnich ha demostrado su jerarquía en el certamen teutón debido a su nómina. Aunque en otras ligas puede que haya más competencia, en la Bundesliga los jóvenes se foguean y luego tratan de buscar un cupo en la selección cuando obtienen la experiencia necesaria. Muchos de ellos terminan en el club bávaro o el Borussia Dortmund por la chequera de estas escuadras.
Resultados prematuros
Los españoles, italianos e ingleses lideraban en Europa debido a las nóminas costosas que tenían en ese momento. Los alemanes tuvieron que renacer y competir contra ellos en la Champions League, certamen en el que poco a poco fueron ganando terreno hasta desplazar a la Serie A como la tercer mejor liga. Esto le dio un cupo más a la Champions League hace unas temporadas.
Relación de liga y selección
Los resultados se evidenciaron en el combinado de ese país cuando jugadores como Marcos Reus, Mario Götze, Thomas Muller, Manuel Nuer, entre otras grandes figuras, comenzaron a sobresalir en el torneo local y en las competencias del viejo continente.
“Antes, cualquier jugador profesional que triunfaba en un equipo pasaba a entrenar a los Sub-17 sin formación ni conocimiento y nos dimos cuenta que ese no era el funcionamiento correcto ya que ser un buen jugador no te convierte en un buen entrenador”, manifestó uno de los directores deportivos que ideó un plan para que los estrategas juveniles tuvieran preparación.
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La estrategia surtió efecto cuando las promesas se convirtieron en el mejor equipo del mundo. En 2014 vencieron en la final a Argentina con un agónico gol de Götze que le dio la cuarta corona a los teutones.
El entrenador Löw parecía ser el héroe de la hinchada, pero el estratega fue claro y agradeció a todos los clubes por el apoyo. Fue una década de trabajo arduo y diario que tenía como objetivo ser los mejores.
Consolidación
Jugadores como Philipp Lahm y Bastian Schweinsteiger dejaron el combinado de su país luego de un exitoso proceso. Con una mentalidad marcada y un trabajo consolidado, la selección decidió llevar un equipo local a la Copa Confederaciones 2017.
Julian Draxler y Timo Werner fueron dos de los jóvenes más destacados en el torneo que ganó el equipo teutón. Sí, con una nómina de jugadores Sub-23, la escuadra demostró que el Mundial de 2018 y 2022 sigue en el radar.
"Trabajamos fuerte para lograr las cosas y en la Bundesliga todos pueden probarse y ser mejores en la selección cuando tengan oportunidad".
