Alfonso Cuarón: el hombre que cambió el cine mexicano

Mié, 18/12/2019 - 12:39
“Y esto es gracias a ti mamá… Si por algo estoy aquí es por ti, te amo”.

El sueño más grande de Alfonso Cuarón era llegar al espacio y tener contacto con el campo de la astronomía, y au
“Y esto es gracias a ti mamá… Si por algo estoy aquí es por ti, te amo”. El sueño más grande de Alfonso Cuarón era llegar al espacio y tener contacto con el campo de la astronomía, y aunque la vida lo desvió de ese camino, el mexicano llegó al mundo de las estrellas de cine. Con su talento y conocimiento unió sus más grandes anhelos para crear una obra maestra que lo llevó a lo alto del séptimo arte, convirtiéndolo en el primer latinoamericano en ganar como Mejor Director en los Óscar. Esa noche del 21 de marzo del 2014 marcó un hito importante en la historia del cine. El director que tardó cuatro años y medio en realizar una de las películas más emblemáticas de la década, ‘Gravity’, era galardonado con el codiciado hombre dorado, dando inicio al reconocimiento de los directores hispanos en los siguientes años.

Primer acto: El inicio de una carrera prometedora

Alfonso Cuarón nació el 28 de noviembre de 1961, diez años antes de ‘El Halconazo’ -la matanza de más de 120 estudiantes a manos de un grupo paramilitar en Ciudad de México-, evento que marcaría una de las historias más dramáticas que el cineasta viviría y que plasmó 47 años después en su obra más premiada. Desde muy joven, Cuarón mostró su pasión por el cine filmando pequeñas escenas con una cámara Super-8 perteneciente a su familia, sin embargo, su madre, Cristina Orozco, no compartía la idea de que él se dedicara al cine. Era tanto su descontento, que Alfonso inventaba estar en la casa de un amigo cuando quería ir a una sala a disfrutar del séptimo arte. Por esto, cuando Cuarón terminó la secundaria decidió estudiar dos carreras: cinematografía, siguiendo sus pasiones y filosofía para complacer a su mamá, aunque finalmente la abandonó para dedicarse al cine de lleno. En ese entonces, Alfonso empezó sus estudios profesionales en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos en la capital mexicana. Allí colaboró en el cortometraje ‘Vengeance is Mine’ del famoso director Luis Estrada, pero debido al descontento de algunos maestros, Cuarón fue expulsado.
“Alfonso faltaba mucho a clases y por eso se le dio de baja de la escuela”, asegura Marcela Fernández Violante, quien era directora de CUEC en la época.
Sus primeras incursiones en el cine fueron desde abajo, pues para cumplir su sueño, colaboró en la producción de una película como jala cables en ‘La Víspera’, de José Luis García Agraz, director que luego lo llamó para que asistiera a los estrenos de sus cintas. Años más tarde empezó su trayectoria como director y guionista, realizando algunos capítulos de la serie de antologías de terror, 'Hora Marcada', producción que fue de mucho aprendizaje, no solo para él, sino para sus amigos Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro, quienes también participaron en la creación de algunos episodios.

Segundo acto: Obstáculos de un camino hacia la gloria

Alfonso Cuarón es un hombre que poco se refiere a su vida personal, no obstante, se sabe que su primera historia de amor inició en la universidad con su expareja, la actriz y escritora, Mariana Elizondo, de quien se enamoró en la academia. Más tarde, contrajeron matrimonio. De esa unión nació su primer hijo Jonás Cuarón Elizondo, quien ha seguido los pasos de su padre ayudándolo en la creación de algunas de sus más grandes producciones. Al principio, no todo fue color de rosa para esta pareja, pues con apenas 20 años, tuvieron a Jonás, y Alfonso no tuvo otra alternativa que abandonar los estudios y conseguir trabajo para mantener a su esposa e hijo. Sin embargo, la pasión que sentía por su labor lo llevó a luchar incansablemente para cumplir su sueño. En 1981 se empleó como encargado del cine club en el Museo Nacional de Arte para sostener a su familia y, aunque no era lo que deseaba, tenía un ingreso fijo que necesitaba en esa época cuando el país pasaba por una intensa crisis económica: la deuda externa contraída por el Estado mexicano incrementó significativamente, aumentando el desempleo en todo el territorio. Mariana fue una de las primeras personas que tuvo la oportunidad de ver el proceso de creación de los primeros filmes que hizo Cuarón. Ella describe sus creaciones como algo “tan melancólico que podía ser cualquier tiempo en otra dimensión que no fácilmente tenías chance de apreciar”. “Me di cuenta que él quería contar de una manera que nadie lo hacía y la estética que proponía era muy personal... recuerdo la imagen de la ventana abierta del edificio Ermita, Avenida Revolución de fondo y globos cayendo por la ventana y luego la escena de la tina... era muy poético pero no de la manera engolada y acartonada que nos sugería la época”, dijo ella, describiendo los momentos que trabajaron juntos en la década de 1980 y hasta su divorcio en 1993.

Tercer acto: Trayecto al american dream

Siguiendo con su carrera cinematográfica, Cuarón debutó en el año 1991 en la premiada producción ‘Solo con tu pareja’, que lo catapultó a la fama no solo como director, sino también como guionista. Su gran oportunidad llegó en 1993, tras la invitación que recibió del director Sydney Pollack para dirigir un episodio de 'Fallen Angels', una serie que el estadounidense producía. El mexicano decidió emigrar a Estados Unidos y cumplir un gran reto en su carrera. En una época en la que las producciones para la televisión americana -en su mayoría- mostraban 'porno soft', el programa de Pollack ofrecía algo diferente con un contenido más intelectual, por lo que el proyecto atrajo la atención de varios importantes directores visuales. No obstante, fue Cuarón quien se quedó con el privilegio de trabajar al lado de Sydney.
“Lo contratamos porque pensamos que podíamos hacer que lograra lo mismo por menos dinero”, dijo Steve Golin, productor de la serie.
Para el mexicano no fue fácil salir de su zona de confort, pues durante las grabaciones se sentía muy inseguro. Al presentarse a las filmaciones, Cuarón tartamudeaba cuando hablaba inglés y apenas podía dirigirse a los actores principales, Alan Rickman y Laura Dern, por lo que el rodaje se atrasó bastante. “Alfonso, estamos aquí para apoyarte. Queremos que nos digas qué quieres. Creemos en ti”, fueron las palabras que recibió del productor y que impulsaron al cineasta a terminar su trabajo. Tras reconocer a Cuarón como un ‘diamante en bruto’, Warner Bros. decidió mostrarle el guión que construyó Richard LaGravenese para la adaptación del libro de Frances Hodgson, ‘La Princesita’, de 1905. Al leer la idea del proyecto, el mexicano quedó encantado y decidió ser parte del filme como director, el cual se convirtió en una de sus obras más emblemáticas y la favorita de Alfonso hasta el momento. En 2001, el director regresó a México para filmar ‘Y Tu Mamá También’, producción que fue un éxito en taquilla y que le dio su primera nominación al Óscar como mejor guión original. El suceso fue tan grande, que Warner Bros. lo llamó de nuevo para que dirigiera ‘Harry Potter y el Prisionero de Azkaban', tercera parte de la exitosa saga. El filme en un principio fue rechazado por el mexicano, puesto que no había leído el libro y además no era su campo cinematográfico, no obstante, Guillermo del Toro lo convenció para que aceptara. Después de esto, fue archivando un gran éxito en películas de habla inglesa, como 'Children of Men', cinta que se posicionó en varios periódicos como el filme de ese año y fue nominada a tres Óscar. El Festival de Cine de Venecia del 2001 definió una parte importante de la vida del mexicano, pues allí conoció a su segunda esposa, la periodista italiana, Annalisa Bugliani, con quien quedó flechado de inmediato. La pareja se casó ese mismo año y fruto de su matrimonio nacieron dos niños, Tess Bu (2002) y Olmo Teodoro (2005). Cuarón tuvo que alejarse un poco de las cámaras y de los sets de grabación por más de un año para cuidar a su hijo Olmo, ya que le diagnosticaron autismo. Esa época fue complicada para el mexicano, y seis años después se divorció de su esposa. Según la periodista, las razones principales de su separación fueron las diferencias culturales y el temperamento fuerte de ambos. En 2011 llega una nueva mujer a su vida, la empresaria inglesa, Sheherazade Goldsmith. La relación se mostraba como una de las más estables del director, incluso dirigió un comercial de 90 segundos para la firma joyera de su novia, Loquet London. Todo iba bien hasta que en el 2018 se anunció su ruptura, mismo año en el que lamentablemente muere la madre del cineasta, Cristina Orozco, quien falleció a sus 85 años. "La vida es una soledad inmensa y lo único que puede darle sentido a nuestra existencia son las relaciones afectivas que tenemos", dijo en alguna ocasión Alfonso Cuarón refiriéndose a su madre e hijos.

Cuarto acto: Un boleto con destino a ‘ROMA’

Con un padre que lo abandonó y una madre ausente, el mexicano pasó el mayor tiempo de su infancia inventando historias, algo que le fascinaba, pero, ¿a quién contárselas? Solo la empleada doméstica. Liboria Rodríguez era la persona que lo escuchaba todo el tiempo, y no era por el dinero que le pagaban, sino por la inmensa ternura que sentía por ese pequeño solitario que tenía todo, pero a la vez nada. El director poco ha hablado de su niñez a lo largo de su vida, pero la quiso plasmar -de una manera brillante- en su más reciente película ‘Roma’, que narra la historia de una familia de los años setenta que vive en la colonia homónima de Ciudad de México. Alfonso Cuarón se basó en fotografías, artículos personales guardados y tumbando alguna que otra pared, para crear a la perfección su casa de esa época. Una exploración íntima que reprodujo detalladamente en una forma obsesiva de su país natal para transportarse a su infancia. El cineasta buscó los mismos juguetes originales, los muebles idénticos que adornaban su hogar en el que vivió de niño, los colores e incluso los olores para crear el decorado de una película interior. Cuarón rodó toda la cinta en blanco y negro, en  formato 70 mm, y sus protagonistas fueron actores encontrados en la calle. La narración recorre la historia de una familia clase media, mientras al fondo se presenta la masacre auspiciada por un movimiento paramilitar llamado ‘Los Halcones’, que dispararon sin piedad contra un grupo de manifestantes y mataron más de un centenar de personas. Gracias a su experiencia solitaria, su gran amor a Liboria y su pasión por el cine, Cuarón se consagró como el primer cineasta latinoamericano en ganar el reconocimiento al Mejor Director de una Película de Habla No Inglesa en los premios Óscar en su edición número 90. Allí se encontraba Cuarón, compitiendo con grandes directores del cine, con un filme de bajo presupuesto y realizada por la plataforma de streaming, Netflix. Esa noche, Spike Lee y Yorgos Lanthimos se perfilaban como los favoritos para ganar el galardón. “Quiero estar en este momento porque cada uno de los nominados en esta categoría han hecho apasionadas historias personales (…) y por eso pueden estar muy orgullosos”, dijo el mexicano Guillermo del Toro, antes de nombrar a su gran amigo, Alfonso Cuarón, como el ganador del codiciado premio. “En México existe un profundo racismo, pero las cosas están cambiando (...) Y esto es gracias a ti mamá… Si por algo estoy aquí es por ti, te amo”, fue parte del discurso de Alfonso mientras aplaudía el trabajo de la joven actriz, Yaritza Aparicio, que encarnó a la nana oaxaqueña del mexicano, Liboria, cuya vida y azares inspiró la trama del largometraje que marcó un hito en la historia del cine. Por: Sebastián Lombana.
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