Luis Colmenares se preparó para la que sería su última fiesta. El 12 de octubre a través de un mensaje de Facebook le contó a su amiga Catalina Pallares qué disfraces usarían él y Laura para la celebración de Halloween: “Estábamos viendo un par por Internet ella y yo. Nos vamos a disfrazar en pareja, pero ¡shiiitoooo! y pues podemos comprar con mi tarjeta, pero no tenemos a alguien que los traiga o los envíe. Estaba viendo precios y están entre 30 y 60 dólares y, pues, se ven muy bien”.
En su mensaje Colmenares se mostraba inquieto: “Me estoy preocupando de que en serio la quiero muchísimo y es muy chévere y ella me corresponde. El fin de semana pasado nos la pasamos juntos los tres días. Qué intensidad de nosotros. Hay muchos que sospechan y es chistoso porque creen que yo ya estoy ahí como cayéndole y la vaina, y ella como si no me parara bolas. Hasta que no estemos seguros nadie va a saber nada”.
Había preparado cada detalle de la fiesta porque era la oportunidad de hacer pública su relación con ella. La noche del 30 y madrugada del 31 de octubre no ocultó su emoción. Se divirtió, bailó con todas las mujeres de la fiesta, incluida Laura. Hizo gala de su disfraz, posó ante las cámaras y hasta coqueteó con sus compañeras.
Luis era uno de los más queridos de su carrera de Ingeniería Industrial. Incluso ayudaba a sus compañeros que tenían problemas con las materias. Por eso nadie entiende su final trágico y violento. Una de las personas que más aparece en las fotos junto a Colmenares esa última noche es Jessy Quintero, quien estuvo a pocos metros del caño donde habría ocurrido su muerte. Se trata de la mejor amiga de Colmenares, tanto que hoy los padres de Luis recuerdan que la trataba tan bien que, cuando él salía a fiestas con ella, la recogía y la llevaba a su casa. La protegía.
Por eso pocos entienden por qué ella no ha dicho cuanto sabe sobre el episodio. Jessy se encuentra bajo arresto domiciliario, porque según la Fiscalía podría tener la clave de todo esto.
Su silencio es parecido al de Carlos Cárdenas, ex novio de Laura Moreno, quien hace un par de días dijo a la Fiscalía que guardaría silencio. Sin embargo, hay un elemento adicional que pesa en su contra. En mayo pasado, cuando el caso no era visible en los medios, le dijo a un fiscal que había estado por corto tiempo en la fiesta de Halloween en Pent House. Pero, extrañamente, con el tiempo ha cambiado su versión mientras Laura valida su argumento.
El tema es un misterio. El año acaba y la Fiscalía sigue en su empeño de esclarecer los hechos. No ha sido fácil, tanto que Luis Alonso Colmenares, padre del joven asesinado, cierra el primer capítulo de esta triste historia con una sentencia que da escalofrío: “Ninguno de los que estuvieron esa noche, que son muchos, han tenido la más mínima intención de contar la verdad. Esto se parece incluso, a los pactos de silencio que maneja la gran mafia siciliana”.