El camino de Carlos Sarria ha sido un tanto tormentoso por culpa de un enemigo con el que ha tenido que aprender a vivir: el T.O.C o Trastorno Obsesivo Compulsivo, una condición que lleva a quienes lo padecen a tener pensamientos excesivos u obsesiones que terminan en comportamientos repetitivos.
“Mi nombre es Carlos Sarria, soy diagnosticado con T.O.C en su más alto nivel”, menciona el reconocido locutor colombiano de la FM en su podcast ‘¡Diga Bueno!’ en donde habla en primera persona y sin filtros sobre cómo ha sido lidiar en su día a día con este trastorno.
Este comunicador social con maestría en creación de guiones audiovisuales y con más de 16 años de carrera, es también el hombre que ha tenido que convivir -en sus propias palabras-, con “su otro yo”. Su doble, su gemelo interno, su eco, ese que suena y resuena, sin dejarlo tranquilo.
“Fui diagnosticado con trastorno obsesivo compulsivo luego de ver muchos psiquiatras… muchos, hasta que una médica psiquiatra, Jimena Mayorga descubrió en qué nivel de T.O.C estaba”, relata Sarria explicando que de esta condición que -debe tomarse como es-, una enfermedad mental, se desprenden otros padecimientos como la depresión, la ansiedad, la ira, la tristeza o la euforia.
Sin embargo, este reconocido locutor dice que si bien en muchas ocasiones el T.O.C puede llegar a ser incapacitante, en otras es manejable como en su caso, pues ha entendido con el tiempo que es una cosa con la que "se aprende a vivir”.
Los rituales
“A veces la gente piensa que uno es un imbécil o que uno quiere llamar la atención y no, realmente, el tormento que uno tiene en la mente es lo que lo lleva a tener este tipo de conductas”, relata Sarria tratando de explicar a quienes escuchan su podcast que en el día a día aparecen muchos obstáculos que ponen barreras y hacen difícil explicar lo que le sucede.
Aunque menciona que si tuviese que describirlo de alguna manera diría que su trastorno es un constante “miedo al futuro”.
Este profesor universitario de radio y televisión también revela algunos de los rituales que lo han acompañado a lo largo de su vida y que consisten en repeticiones que anulan sus obsesiones y le hacen sentir un tanto más tranquilo.
Esto que parece bastante extraño, en realidad es más común de lo que muchos pensarían:
“Los trastornos obsesivos compulsivos no son los mismos para todas las personas, por ejemplo hay personas que se obsesionan con la limpieza, otros que no pueden caminar sin pisar las divisiones de las baldosas o alguien como yo, que debe repetir algo cincuenta veces para anular pensamientos invasivos, por ejemplo, si estoy manejando y pienso en una enfermedad, debo parquear muchas veces el carro hasta que logre no pensar en eso”, admite.
Este trastorno ha modificado por completo y en definitiva la vida no solo de Sarria sino también todo su entorno. Debe madrugar más por si debe lidiar con alguno de estos pensamientos y así no llegar tarde al trabajo, entre otras tantas situaciones que se puedan presentar que lo han hecho ver como 'el bicho raro' del que algunos se han burlado alguna vez.
De frente con su enemigo
Carlos siempre tuvo presente a su enemigo desde que era pequeño: “Yo supe que tenía T.O.C. desde muy niño”, dice recordando una vieja anécdota:
“Los fines de semana cuando íbamos por carretera siempre pasábamos en frente de una imagen del Divino Niño, yo sabía donde estaba ubicada exactamente porque íbamos a esa finca cada ocho días y cien metros antes tenía que darme la bendición y sincronizar mis pensamientos para cuando fuera a pasar pudiera estar tranquilo… claramente nunca lograba sincronizarme y no podía devolverme porque mi papá iba manejando y no le iba a decir, así que duraba al menos 15 minutos dándome la bendición”.
Son muchas anécdotas y situaciones acumuladas con las que Carlos de una u otra manera ha podido conocer el modus operandi de su enemigo y lidiar mejor con él para que pueda seguir con su vida.
Estos podcast son una forma de hacerlo, de poner sobre la mesa un tema del que pocos hablan, ya sea por miedo al estigma o a la discriminación, en un país en el que aún hay muchas cosas que hacer para prevenir y mitigar enfermedades como la depresión o la ansiedad, enfermedades que son -como dice Carlos- los primos hermanos del T.O.C.
“La depresión, la ansiedad o el T.O.C, no son una opción de vida, estas son enfermedades que se padece…”, aclara el locutor colombiano mientras admite que en efecto también padece estas afectaciones mentales que combinadas pueden llegar a ser un “cóctel mortal”.
