Entre 1939 y 1945, el mundo estuvo sumido en un conflicto sin precedentes: la Segunda Guerra Mundial. Una de las batallas más emblemáticas fue la que se libró desde el 26 de mayo hasta el 4 de junio en el puerto francés de Dunkerque. 77 años después, Christopher Nolan, el afamado director detrás del Caballero de la Noche, de Inception, de Memento, ha decidido recrear el legendario enfrentamiento entre los Nazis y los aliados. Dunkerque es una película que promete.
La historia de la batalla
El 10 de mayo de 1940, los ejércitos de Hitler empezaron la batalla por Francia. En su camino “conquistaron” Bélgica, Holanda, y flanquearon la línea Maginot, ultima defensa de Europa occidental. La fuerza terrible de las tropas alemanas les permitió cercar a los ejércitos ingleses y franceses que se disponían a cruzar el canal de la mancha con destino a la isla de Gran Bretaña. Sin embargo, para no desgastar a las tropas, y como medida de prevención ante una posible retaliación aliada, Hitler detuvo el avance de sus hombres justo sobre el puerto de Dunkerque. Esa decisión, que con el tiempo se ha dicho, fue uno de los errores más graves del Fürer, permitió que las tropas de Francia e Inglaterra, pudieran ser evacuadas.
Para el 10 de mayo, día en que Winston Churchill asumió como primer ministro británico, las tropas aliadas estaban encerradas: por un lado tenían al mar, y por el otro los poderosos Grupo de Ejércitos A y B alemanes. No había salida por ningún lado. Pero quedarse no era opción.
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Hitler, considerando el cansancio de su tropa, y las dificultades para el avance de vehículos blindados por las escarpadas tierras de Flandes, decidió esperar. Ese tiempo permitiría iniciar la evacuación de los miles de hombres atrapados. No obstante, por la influencia de Hermman Goring, comandante de la Luftwaffe (fuerza aérea) Hitler decidió bombardear constantemente el puerto y los alrededores de la Playa de Dunkerque.
“Pocos historiadores aceptan ahora la visión que el comportamiento de Hitler fue influenciado por el deseo de dejar partir a los británicos con la esperanza de que entonces aceptarían una paz de compromiso. Ciertamente, en su testamento político fechado el 26 de febrero de 1945, Hitler se lamentaba de que Churchill fue «bastante incapaz de apreciar el espíritu deportivo» al haberse abstenido de aniquilar a la BEF en Dunkerque, pero esto difícilmente cuadra con el registro contemporáneo. La Directiva No. 13, emitida por el Cuartel General Supremo el 24 de mayo indica específicamente la aniquilación de las fuerzas francesas, inglesas y belgas en la bolsa, mientras que a la Luftwaffe se le ordenó evitar el escape de las fuerzas inglesas cruzando el canal”, explican los historiadores.
Durante la evacuación, los comandantes de las Fuerzas aliadas dieron la orden de mantener la lucha hasta el final. Con muchos sacrificios, los británicos lograron llegar a la playa. Mientras tanto, la Luftwaffe bombardeaba y lanzaba volantes que decían “¡Soldados! Miren el mapa: ¡Esta es su situación real! Sus tropas están completamente rodeadas —¡Dejen de luchar! ¡Bájen sus armas! —”.
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La evacuación de las tropas era una necesidad de vida o muerte. La titánica tarea de sacar a más de 400 mil hombres de territorio enemigo se llamó ‘Operación Dinamo’. Con el cielo cubierto completamente por los poderosos bombarderos Stuka de la Luftwaffe, miles de hombres hacían fila en la playa para poder atravesar el Canal de la Mancha y llegar a Inglaterra. El fuego enemigo llegaba de todas partes. Al mismo tiempo, los barcos de la Marina Real Britanica, esperaban en altamar por la llegada de los soldados, que intentaban salir de Francia de la manera que fuera posible. Precariamente abordaron todo tipo de embarcaciones, desde buques de guerra, hasta pequeñas y simples lanchas civiles.
No todos los hombres salieron del continente. Los soldados ingles que no lograron llegar a su tierra se rindieron a los alemanes. En total lograron salir algo más de 330 mil soldados entre británicos, franceses y belgas. La potente arremetida Nazi costó la vida, en la Batalla de Dunkerque, de más de 11 mil seres humanos. Se calcula que cerca de 100 mil cayeron prisioneros. Y esa era apenas el preludio de la guerra más terrible que ha conocido la humanidad.
La película de Nolan
“Lo que vemos en el filme
Dunkerque está cargado de sensibilidad, a tal punto que muchas veces prescinde de diálogos o están abreviados desde el guion (del propio Nolan). Para apreciar o expresarse de tal manera, el director ha escogido la ruta del poder de la imagen”, escribió La Nación.
“La perspectiva narrativa de “Dunkerque” se fragmenta en torno a personajes y tiempos. Desde tierra, todo acontece en una semana; desde el mar en un día; y desde el aire en una hora. El montaje alterna las situaciones mediante un constante ritmo de ansiedad e inminencia de la masacre, lo que termina por dar unidad al conjunto. Por otro lado, la inmersión aérea se combina con la acuática y la terrestre. Y el resultado es de un agobio casi cósmico, sin línea de horizonte”, dijeron en El Comercio.
“Desde que vimos las primeras imágenes supimos que Christopher Nolan brillaría más que nunca en 'Dunkerque'. Estamos acostumbrados a que este director nos sorprenda y nos encandile con todas y cada una de sus películas, pero todo parece indicar que en este caso ha ido más allá” es la opinión de El Mundo.
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ABC escribió que “Hay tanto que contar de esta película que es preferible ir a sentirla directamente, no vaya a sobrevenir el fin del mundo. Christopher Nolan sumerge al espectador en la experiencia desoladora de la muerte. Se ha calculado que un corazón medio pierde un tercio de su volumen cuando echa el telón «Dunkerque», una historia simple contada con un alarde técnico asombroso, sobre todo por su invisibilidad. Es el truco final coronado por un mensaje positivo, de esperanza en nuestra especie”.
Para El País, “Christopher Nolan vuelve a mostrar la humanidad de los combatientes en la espléndida
Dunkerque, una película que te transmite con veracidad los sentimientos de los soldados británicos y una parte del ejército francés, que quedaron acorralados, derrotados, indefensos en el puerto y en la larga playa de Dunkerque al comienzo de la invasión alemana de Francia. En varios momentos descubro que me asalta el respingo y el acojone cuando las balas y las bombas están cebándose con esa gente que se ha metido en una ratonera, me olvido de que es una película, comparto lo que sienten los personajes. El director consigue ese efecto mediante una gran creación de cine puro. Hay pocos diálogos, no los necesita ya que el lenguaje de las imágenes es muy poderoso, como los sonidos, los silencios y el ruido, una banda sonora que te atrapa en perfecta sintonía con lo que vemos en la pantalla”.
https://www.youtube.com/watch?v=XNupATI9P0Q