La mascota de Christophe Thomas pesa 400 kilos y tiene un par de cuernos tan filudos como dagas. Se llama Fadjen y es un toro de lidia de un año de edad. Como muchos de su raza estaba destinado a ser el antagonista de una corrida en la que seguro moriría. Pero su vida cambió cuando Thomas, un granjero francés, apareció en su camino. El hombre lo compró para criarlo a su manera, lejos del ambiente taurino, en una granja común al noroeste de Francia. Fadjen se convirtió en el símbolo de la no violencia. Un corto documental muestra, como nunca antes, la estrecha relación de amistad entre un hombre y un toro de lidia.
[youtube width="549" height="366"]http://www.youtube.com/watch?v=L51BxWBnQQQ[/youtube]
La estirpe de Fadjen se origina en la ganadería Domecq, uno de los criaderos más prestigiosos del mundo. Tanto él como sus padres son animales españoles, conocidos por su fiereza a la hora de enfrentar a los toreros en el ruedo. Sus largos y curvos cuernos inspiran temor; su silueta, negra y brillante, se recorta contra los pastos verdes como la más nítida sombra. Pocos animales conjugan en su cuerpo la fiereza y la hermosura como un toro de la raza miura.
Pero el musculoso Fadjen está lejos de ser un animal agresivo. Thomas ha logrado ganarse la confianza de este toro, que unas veces se tiende en el pasto y alarga el cuello para que su amo, su amigo, lo acaricie, como quien consciente a un perro. Otras veces se acuesta de medio lado, mientras Thomas apoya su cabeza sobre su costado. Y así se quedan por largo rato, durmiendo la siesta. (Vea aquí la historia completa del animal)
El caracter tranquilo de Fadjen le permite interactuar con otros animales.
La historia comienza cuando Thomas era un niño. Hijo de campesinos franceses, un día acompañaba a su papá a comprar víveres a la tienda del pueblo. “Cuando entré, vi un afiche que me llamó mucho la atención. Me parecía hermoso. Era el anuncio de una corrida”, dice, y agrega: “Me interesé mucho en el tema y me dediqué a buscar información al respecto. Cuando supe de qué se trataba solo podía preguntarme: ¿por qué alguien querría hacerle tanto daño a un animal?”. Ese día, Thomas se prometió que algún día salvaría a un toro de hacer parte de una corrida.
Hoy Thomas lidera una causa que cada vez tiene más seguidores: la abolición de las corridas de toros. A diferencia de los estruendosos enfrentamientos de algunos activistas antitaurinos, Thomas muestra a la gente la naturaleza amable de su animal. Este granjero está haciendo una gira alrededor de Francia con el fin de acabar con el mito de la bravura del toro. “Cuando me entregaron a Fadjen me aseguré de que fuera de casta. De hecho me dijeron que uno de sus hermanos acababa de ser indultado de una corrida en Barcelona. Me dijeron que el toro se convertiría en el animal más fiel que pudiera encontrar. Eso me entristeció. Los ganaderos conocen la verdadera naturaleza del toro”.
Fadjen junto a sus amigos: Thomas y las cabras.
El video, dirigido por Pablo Knudsen, es un testimonio de vida para quienes quieren ver otra faceta del toro de lidia. Con él, Thomas busca que la gente lo apoye y se logren erradicar las corridas de toros en Francia. En una decisión histórica, Cataluña dijo adiós a la fiesta brava hace dos años, Ecuador también las rechaza, y muchos esperan que los demás países que se declaraban taurófilos, al final cedan y se unan a la visión de un mundo en el que no exista la violencia en los espectáculos.