El deber de un columnista de opinión, y más si es crítico en cualquier ámbito, es hablar con la verdad. Y eso no excluye ni a la gastronomía ni a la industria de bebidas y alimentos. Y en este caso, Expolicores que tuvo como locación la Hacienda de San Rafael -en cuyos predios hace décadas, divididos por el paso de una vía producto de la urbanización desordenada del norte y occidente de la ciudad convirtió la otra mitad en un centro comercial y conjuntos residenciales de clase media alta-, tuvo muchos lunares que pude observar en mi asistencia en su último día el pasado 14 de junio (lunares con aspecto de carcinoma) que ASOBARES tendrá que tener en cuenta para que la experiencia recreativa y de negocios sea realmente grata, segura y que no se ganen una crítica negativa otra vez.
“La verdad no necesita la adhesión del hombre para ser cierta”
“Toda verdad es riesgo que nos parece valer la pena tomar”
“Porque las opiniones cambian, el relativista cree que cambian las verdades”
Nicolás Gómez Dávila, filósofo y políglota colombiano. Cofundador de la Universidad de los Andes (1913-1994)
BOGOTÁ: ENTRE EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA FALTA DE GERENCIA EN MOVILIDAD
Bogotá es un desastre en seguridad, movilidad y habitabilidad, ahora más que nunca. Por estos días, provisionalmente me he quedado en una zona del sur de Bogotá por una serie de tareas que estoy realizando en mis ámbitos privados de comunicaciones. Desde allí, me desplacé en la mañana del sábado hacia la Hacienda de San Rafael ubicada en el sector cercano a La Colina en la localidad de Suba. Fueron casi dos horas de trayecto. Una locura, aún para la difícil movilidad de las mañanas de los sábados en la capital. Pero no a este extremo. La publicidad meliflua y babosa -palabras que utilizaba constantemente el “poco incendiario” ex presidente Uribe- de la actual Administración, hará recaer en la percepción de los ciudadanos que deben tener empatía en vez de fiscalizar y cuestionar la gerencia pública de obras. Y, con un populismo refinado, pero igual de demagógico y clasista que su contraparte de oposición y Gobierno Nacional -pero más cínico si se quiere-, nos dirán que los dolores de cabeza -y de bolsillo para los emprendedores, comerciantes y contribuyentes- darán frutos en favor de todos…”amanecerá y veremos…”
Fin del editorial político.
EXPOLICORES EN SAN RAFAEL: “MÁS LUNARES QUE VESTIDO DE GITANA”
Quiero dejar en claro que este artículo no es una retaliación personal ni contra ASOBARES ni contra ninguna de las empresas y entidades presentes en Expolicores ni contra el Centro Comercial San Rafael.
¿Por qué menciono a ASOBARES? Porque en primer lugar, llevo años siguiendo su labor, pendiente de la gestión de EXPOBAR que se ha realizado en el centro de eventos Theatron, epicentro de diversidad y entretenimiento en el sector central de Chapinero, mi localidad de residencia, trabajo periodístico y actividad política hace ya un buen tiempo. Y ASOBARES es un gremio que aporta valor desde su constante participación y diálogo desde la elaboración de proyectos de Ley y Acuerdos Distritales hasta ser parte de instancias como el Consejo Local de Economía y Emprendimiento de Chapinero (primero en su género en ser creado en la ciudad por iniciativa de la Junta Administradora Local) en generar herramientas para apoyo al emprendimiento, visibilidad, formalización y diálogo entre diferentes industrias y ecosistemas productivos.
Dejo a consideración esta noticia publicada en noviembre de 2023 que prueba nuestros argumentos: https://www.kienyke.com/colombia/los-protagonistas-de-la-industria-de-la-noche-segun-asobares
Pero, vuelvo y reitero: no es labor de un crítico ser ciego a lo evidente. Y hubo muchas fallas -y fui víctima de una de ellas-, que si se entienden bien, harán que el Expolicores 2026 -ojalá el clima y la vida me pongan en una mejor situación para ir- sea mucho mejor en todos los aspectos.
MEMORIAL DE AGRAVIOS
I
Las lluvias terribles de estos días hicieron anegar los terrenos de la Hacienda una vez que por fin llegué y realicé el protocolo de registro de entrada. La charla amable de los efectivos de OPEN, una de las más grandes operadoras logísticas del país, sumado al cóctel de bienvenida -prometo desarrollar en otros contenidos para este medio lo positivo de Expolicores y sus participantes- por parte de uno de los competidores del premio de coctelería en el marco de la feria. Me contaron que los efectivos logísticos y de seguridad privada tuvieron que retirar inmediatamente el pasado viernes a personas que quedaron mal por estado de alicoramiento, incluyendo espectáculos bochornosos que pasaron incluso por las groserías verbales y actitudes de los más bajos niveles educativos de la sociedad.
Y aclaro, no vengo con un discurso moralista. Defiendo el consumo responsable de alcohol. No es el alcohol quien vuelve “malo” a nadie. Las malas actitudes, anti valores y conductas irresponsables -incluso autodestructivas y antisociales- provienen de traumas e incluso de patologías internas que necesitan ayuda profesional. Toda adicción o conducta adictiva trae detrás un trauma sin revisar. No digo yo, lo dice uno de los padres de la psicología moderna: Carl Jung.
Retomando, llegué más o menos después de la 1:30 p.m. -salí del sitio de origen a las 10:00 a.m. pasadas-. Pero la fuerza de ver tantos emprendimientos, concursos y diversidad empresarial y de promoción en la feria de negocios más importante del país motiva. (Ojo con las palabras “negocios” y “degustación” claves en esta crónica). Degustaciones de chocolate -que se ha vuelto una delikateseen, incluso para el chocolate de mesa tradicional debido a los altos precios del cacao a nivel mundial desde inicios de año, ideal para el “tráfico” de las licoreras de alto grado-, licoreras departamentales abriendo camino territorial gracias a las pugnas resueltas por la Corte Constitucional -y la lucha del Aguardiente Amarillo de Manzanares de Caldas-. Gremios, servicios complementarios, bebidas energizantes e hidratantes, etc.
II
¿Qué hace falta para mitigar cualquier impacto de salud para un asistente o un posible efecto negativo de un comportamiento de alguien que no sabe tomar? ¡La gestión del transporte!
¿Y qué más hace falta? Una gestión desde el protocolo de la convivencia.
Lamentablemente en Colombia, tenemos en la logística y la seguridad privada el síndrome del “policía gringo”. Es decir, que toda persona que tiene uniforme se cree o la aconductan en los entrenamientos para intimidar, acercarse furtivamente -a veces invadiendo el espacio personal, la tranquilidad en soledad o compañía de una persona e incluso hablando golpeadamente, algo que es tan ilegal e inconstitucional como las detenciones “por sospecha” para la Policía Nacional-. Y a diferencia de las protestas sociales donde las Alcaldías e incluso la misma Policía cuando se acabó el antiguo ESMAD por la UNDMO (Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden) es precisamente para dar una “cara amable” a las instituciones, respetar el espacio y derechos “a ser” de las personas y en consecuencia con la carga emocional de autoritarismo que ha impregnado desde nuestra conflictiva historia hasta los más mínimos comportamientos de nuestra vida social.
¿Qué tan costoso puede resultar para la organización de Expolicores gestionar que una marca de cualquier plataforma de transporte privado o taxis pudiera tener operarios con autoservicio en tablets o celulares con operarios para que cuando alguna persona ya se sintiera mal por el consumo de licor y no pudiera seguir en el evento o responder por sus compras, o si está sola, pueda pedir tranquilamente un vehículo que lo lleve a precio justo hasta la dirección exacta de su casa? Esto no es ninguna novedad. He visto incluso ofrecer servicios de transporte privado por parte de organizadores de eventos inmobiliarios de inversión desde su hotel o vivienda hasta el lugar del evento ¡de manera gratuita!
Pero antes de eso: así como las marcas invierten en un personal de protocolo masculino y femenino para animar las degustaciones y ambientar escenas de experiencia para los visitantes y potenciales clientes: ¿por qué en el staff de Expolicores de la próxima edición no hay una figura de “gestores de bienestar” o el nombre que quieran para que sean un intermedio entre los visitantes y la logística del evento? Repito, a ninguna persona, a ningún colombiano le gusta ser intimidado, molestado e interrogado de sorpresa por un desconocido, y menos con ínfulas de autoridad, menos si tiene uniforme, y menos si tiene maneras autoritarias y burdas. ¡Y súmele el natural estado de alicoramiento de cada persona! Esos gestores de manera decente, empática y persuasiva sin atacar, hacer comentarios sobre el estado, acento, aspecto físico o insinuaciones de ningún tipo preguntará el estado y sugerirá DE BUENA MANERA el uso de los puntos de café, hidratación, enfermería e incluso de transporte seguro para irse a su casa.
¿Qué gana ASOBARES? Mucho. Evitar robos, accidentes, escenarios de intolerancia y conductas inapropiadas que manchen la naturaleza empresarial (algo que falló y que debió manejarse de otra manera, porque Expovinos es entretenimiento y se sabe que la mayoría de la gente se va a embriagar y hay contingencias…por lógica si pasas por 20 stands donde te ofrecen desde cerveza hasta cócteles pasando por aguardiente, ginebra, vodka…por lógica el estado de alteración de consciencia y físico va a llegar…). Expolicores 2026 debe revaluar y rediseñar hasta donde va el factor entretenimiento, y hasta donde el factor empresarial para evitar escenarios irresponsables del uso del licor o hasta una tragedia…
Por mi parte, confío en el equipo de trabajo del CEO de ASOBARES Andrés Ospina. En EXPOBARES se ha dejado clara la naturaleza institucional y académica del evento dejando espacios para la diversión responsable. Es simplemente evaluar lo mismo en Expolicores 2026. Las plataformas de transporte -taxis y privados, tan necesarias en la cada vez más caótica movilidad bogotana al menos hasta 2028-, las marcas participantes y patrocinadoras, pero sobre todo la sociedad de nuestra capital que gracias a la industria de bebidas y alimentos salió adelante de la peor crisis del siglo presente, lo agradeceran, no sólo simbólicamente, sino en aumento de los rendimientos y negocios respecto del presente 2025.
III
Cierro con esta conclusión: el licor es vida. El licor, al igual que el dinero, parafraseando al finado presidente uruguayo Pepe Mujica, no hace ni bueno ni malo a nadie, simplemente saca al exterior lo que esas personas traían adentro. El licor es para divertirnos, no para divertir a los demás. No es el licor el que te hace cometer actos reprochables, es algo que está mal en tu vida interior, tus valores o tu consciencia que pide a gritos ayuda.
¡La terapia es gratis, úsala! ¡No eches la culpa al licor ni a factores externos de tus errores!
¡Viva ASOBARES! ¡Salud!
