El excompañero de Uribe que quiere revocarlo del Gran Colombiano

Sáb, 29/06/2013 - 04:01
Guillermo Aníbal Gärtner Tobón había escuchado un par de veces sobre el concurso del Gran Colombiano, organizado por la cadena History Channel, pero entonces no le había prestado mucha atención.
Guillermo Aníbal Gärtner Tobón había escuchado un par de veces sobre el concurso del Gran Colombiano, organizado por la cadena History Channel, pero entonces no le había prestado mucha atención. En una ocasión, mientras canaleaba buscando algún programa para ver en televisión, se dio cuenta de que en una de las promociones de esta competencia se promocionaba la candidatura del general Gustavo Rojas Pinilla, expresidente colombiano cuyo mandato militar es considerado una dictadura. “Qué clase de concurso es; ¿cómo van a poner de Gran Colombiano a un dictador como fue Rojas Pinilla? ¿Es que la gente no tiene sentido de la historia? Gärtner Tobón es abogado con especializaciones de Derecho Internacional Humanitario, Historia de América Latina, Maestría en Derecho Penal Internacional y docente universitario jubilado. El domingo, día de la elección del Gran Colombiano, ni siquiera estaba cerca al televisor. Uno de sus hijos le contó la noticia: "¿Papá, ya se dio cuenta? escogieron como gran colombiano a Álvaro Uribe". -No me extraña nada en absoluto- respondió. El día siguiente inició una protesta individual que de un momento a otro cogió fuerza y ya tiene casi 22 mil seguidores. Es el promotor de la revocatoria de la “designación del señor Álvaro Uribe como el Gran Colombiano”. En conversación con KienyKe describó la bola de nieve que resultó siendo su manifestación en redes sociales, expuso sus argumentos y reveló que fue amigo del expresidente Uribe, a quien sugirió que renunciara a este reconocimiento. ¿Cómo llega usted a crear una iniciativa que parecía tan personal, en todo un movimiento de miles que rechazan la elección del expresidente Álvaro Uribe como el “Gran Colombiano”? Fue algo muy espontaneo. No se trata de una conspiración ni de un acuerdo con algún grupo o persona.  Al día siguiente que me enteré leí en Facebook y encontré que no menos de diez personas que estaban expresando su indignación. He sido ‘cacharrero’ con las cosas de Internet y les propuse que hicieran algo para canalizar su descontento. Nadie tomaba la iniciativa y recordé que existía el sitio Change.org y decidí abrir la iniciativa en términos respetuosos. De un momento a otro el asunto se creció y ya me tocaba asumir la responsabilidad como iniciador de esta cosa, sin tener una pretensión de nada. ¿Con qué argumentos invita usted a la gente a que siga su iniciativa? Diciendo que Álvaro Uribe es un personaje súb-judice (sujeto a cuestionamiento judicial), sobre el cual pesan fundadas sospechas de su compromiso por acciones y por omisiones en el fenómeno del paramilitarismo y la parapolítica en Colombia, y que para muchos colombianos Álvaro Uribe es la personificación de serias vulneraciones a los derechos humanos. Yo ahí no estoy haciendo condena ni cosa parecida, sino constatando un hecho social que existe dentro de la opinión y hace que sea un inconveniente designar a una persona que aparece comprometida en hechos políticos, que son objeto de investigación. Comentaba usted que fue amigo del expresidente Uribe, incluso lo llama usted “Álvaro”. ¿Conocerlo de antes lo motivó a este rechazo? Quiero ser claro. No se trata de enfrentarme personalmente con él (Uribe). Sino representar una voz de inconformidad fundada en hechos que son constatables. No se trata de una animadversión de parte mía contra Álvaro, porque yo lo conozco personalmente, estudiamos en la universidad de Antioquia, fuimos compañeros en la Sociedad Económica de Amigos del País. Él iba por su lado y yo por mi lado, por decirlo así. Fuimos condiscípulos en la Universidad; yo iba un poco más adelante que él. Tuvimos oportunidad de compartir en varias oportunidades. El papá de Álvaro, don Alberto, visitaba el edificio en Medellín donde tenía el apartamento mi papá. En más de una ocasión nos encontramos allí. Era una amistad no cifrada en organizaciones propiamente políticas. Después en Antioquia tuve una participación en la creación del comité de derechos humanos, que presidió Héctor Abad Gómez. Por mis intervenciones tuve que desplazarme de Antioquia, eso a inicios de los 80. La última vez que me encontré con Álvaro fue en el aeropuerto de Pereira, cuando él estaba en campaña presidencial. Él iba para Bogotá, yo también, pero en vuelos diferentes. Nos saludamos muy cordialmente y listo. Guillermo Aníbal Gartner, Alvaro Uribe, Kienyke ¿Cómo describe a Uribe? No quiero hacer una personificación de que él fuera el malo de la película, pero indiscutiblemente es una persona muy inteligente y muy arrogante. Es una característica del hombre. Mencionaba usted al general Rojas Pinilla al inicio de la entrevista. ¿Encuentra comparación entre el militar y Uribe Vélez? No. Pero sí una consideración de carácter emocional. Yo la época de Rojas Pinilla vivía en Calarcá, y estudiaba en escuela pública. En quinto de primaria rayamos unas fotos de Rojas Pinilla en libros de historia; nos llevaron ante la alcaldía y nos conminaron que nos enviarían seis meses a una correccional por haber vulnerado la majestad del gobernante… Fue por eso que critiqué a Rojas en esta elección del “Gran Colombiano”, pero que vaya yo a encontrar una especie de paralelo práctico entre ellos: no. Las condiciones son diferentes a las de hace 50 años. ¿Entonces cree que Álvaro Uribe no debió ser considerado como candidato a “el Gran Colombiano”? Yo considero que Álvaro mismo debería renunciar a ello, siendo consciente de la situación de él frente al país, en relación a lo que ha ocurrido en las dos últimas décadas, desde que fue gobernador de Antioquia. Por  razones de ética elemental él debería decir: eso adjudíquelo a otra persona. Ojalá Álvaro conozca esta situación, con mi propio nombre. Y que muchas saludes le manda el amigo Guillermo. Él podría decir que cuando me conoció yo era un revolucionario reconocido en la Universidad; que sea la oportunidad para que nos demos la mano y que todos ayudemos a construir un país mejor.  Por eso las votaciones que usted ha liderado, de manera espontánea y han generado tanta respuesta… El día siguiente a que se anunciara la selección de Álvaro Uribe inicié la votación. Fue asombroso; Al inicio, en pocas horas, superaba 500 votos. Ya eso iba teniendo una gran cantidad de adhesiones. Lo que en un principio fue iniciativa de carácter individual y personal, dejó de serlo y se convirtió en un hecho social, significativo y de peso. He recibido muchos correos de apoyo, y solidaridad, y otros de agradecimiento que parten del supuesto de que yo tomé una vocería que ellos no habían pronunciado. Pero también se han presentado cosas desagradables, de insultos, que yo diría que reflejan que la cultura nuestra en Colombia todavía está en condiciones de polarización muy delicadas. Son cosas violentas y las puse en conocimiento de la Defensoría del Pueblo como de la dirección seccional de fiscalías. Ellos son los que tienen la competencia con sus grupos de delitos informáticos de hacer lo que les corresponde para garantizar la libre expresión en redes. Pero de cualquier forma, ¿no le parece válido, legítimo, que una mayoría que votó haya decidido que Álvaro Uribe es el Gran Colombiano? Yo lo que digo es que para muchos, no pocos sino para muchos colombianos, él es un súper hombre. Lo consideran el salvador, la persona que logró que los colombianos pudieran viajar por las carreteras del país sin miedo a ser secuestrados, en fin… Yo lo digo porque yo no vivo en Marte. Hay amigos conocidos que yo sé que son partidarios de primer orden de las iniciativas que tomara Álvaro en el campo de la lucha política, y que representa además las condiciones de la mentalidad de la mano fuerte, del patrón. Que Álvaro ha representado algo muy importante al ser el adalid contra las Farc, tiene explicación histórica clara, porque las Farc desde hace mucho rato se involucraron con hechos repudiables por cualquier persona que tenga el más mínimo sentido de humanidad. Y las personas que podemos cuestionar este tipo de cosas somos una minoría, pero respetable. Y somos tan colombianos como los otros, que queremos al país, que queremos llegar a niveles de diálogo, de entendimiento, que no quiere decir de homogeneidades. Petición en contra del Gran Colombiano, Guillermo Aníbal Gärtner, Kienyke ¿Rechaza usted el mecanismo de votación con el que se eligió a la figura del Gran Colombiano, en el que participó seguramente mayor cantidad de población joven, por estar en Internet? Podría -lo pongo en condicional- ser acertado en la medida en que eso esté acompañado de unas acciones de carácter pedagógico. Que History Channel hubiera realizado un buen escrutinio de la historia colombiana, darle elementos de juicio a esa generación, que con todo respeto, digo que es valiosa pero despistada en cuanto el conocimiento a lo que ha sido este país. ¿Esperan entonces que con esta iniciativa suya se presione el cambio del resultado del concurso? No soy el director de la orquesta; esto se convirtió en un hecho social que ha involucrado a mucha gente. Esto no se trata de una especie de competencia respecto a lo de History.  Lo que quería con esto es dar por sentado mi posición, es decir, dejar una constancia que creo que ya quedó. 22 mil personas es un número significativo de personas, que debe ser considerado como voz responsable y respetable. He sido muy claro: cuando en la página de Change.org, invitaba a la gente a no utilizar términos ofensivos, a no hacer afirmaciones que no pudieran ser sustentadas y otras cosas que diría que responden a conceptos de urbanidad en la red. ¿Ha tenido algún contacto con alguien en History Channel? Después de ver el impacto de esta manifestación, yo pensé que iba a tener una respuesta de History Channel, diciendo que el concurso había seguido las normas; que fueron suficientemente divulgadas; que esto había pasado y no había nada que hacer, y que me agradecían mi interés… Pero no. En la página de ellos en Internet les he contactado pidiéndoles el correo de algún responsable de este concurso para mantener una línea de comunicación sobre lo que pudiera resultar esta petición. También he intentado por Facebook. Pero por mi edad no puedo ir a buscarlos a su oficina. No han respondido. Ni siquiera un acuso de recibido de mi correo. Y para usted, ¿quién debió ser el “Gran Colombiano”? Puede sonar maluco para otras personas. Pero en un país tan polarizado como este, se debe hacer una selección en una persona inteligente, bonita, además que tenga calidad de mujer, porque diría que la condición femenina es mejor. Yo votaría por Natalia París como la gran colombiana. Muchos discutirán y pedirán que sea Patarroyo o Jaime Garzón. Natalia París me parece un ser humano que ha hecho una construcción de sí misma muy interesante. La he visto en televisión, nunca la he tratado, no tengo conocimiento personal, habla bien. Me parece que como ha actuado en concursos es espontánea, que quiere a la gente, que no asume actuaciones de arrogancia, y fuera de ello diría que incorpora en su condición esa diversidad de nuestro propio ser como colombianos. Me parecería absurdo también hacer una invocación de espíritus y traer a colación a Policarpa Salavarrieta, no el vería sentido a eso. Es mejor que el Gran Colombiano esté vivo, que pueda ir a otros países y mostrar que Colombia es bella.
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