Para un niño promedio occidental bañarse un domingo es sencillamente un acto de terror.
Si el pequeño está de vacaciones, el hábito del baño, no es menos que una pesadilla. El menor decide entonces entrar en huelga y revelarse contra sus padres.
Sin embargo, la autoridad paternal prevalece y derrota la voluntad pueril, máximo la huelga del –NO BAÑO – dura de tres a cuatro días. En menos de nada, ¡¡¡ al agua patos!!!
Sin embargo, al otro lado del mundo un iraní decidió declararle la guerra permanente al agua, el jabón y el estropajo, pero a diferencia del niño promedio occidental, Amoo Hadji ni es niño –pues tiene 80 años – ni duró cuatro días sin bañarse; el hombre lleva 60 años sin practicar ese saludable ritual.
La agencia iraní de noticias IRNA sacó a Hadji del anonimato cuando lo encontró en una recóndita aldea del país islámico y publicó unas fotos suyas que han generado sensación en las redes sociales, en tiempo récord le dieron la vuelta al mundo.
De acuerdo con información de la agencia, el hombre tiene escamada la piel y la suciedad que se almacena en su rostro hace difícil mirarlo a los ojos. IRNA asegura además que uno de los hábitos que sí práctica Hadji es fumar estiércol en un grueso tubo de metal.
Pese a las inapropiadas costumbres de este hombre, diarios locales aseguran que no ha sufrido ninguna enfermedad derivada del desaseo, por el contrario sorprende el buen estado de salud que conserva.
Pese a que se desconoce la razón por la que Amoo Hadji tomó la decisión de no bañarse, muchos consideran que este hombre es un ejemplo extremo de la deplorable situación social, política y económica que vive Irán.
De acuerdo con datos presentados por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y la Liga para la Defensa de los Derechos Humanos en Irán (LDDHI), el 50 % de la población de ese país (que asciende a 75 millones) vive bajo la línea de pobreza.
El estudio agrega que el poder adquisitivo de la población ha disminuido en un 72% en ocho años de 2005 a 2013 y que la inflación está fuera de control.
La agencia iraní de noticias IRNA sacó a Hadji del anonimato cuando lo encontró en una recóndita aldea del país islámico y publicó unas fotos suyas que han generado sensación en las redes sociales, en tiempo récord le dieron la vuelta al mundo.
De acuerdo con información de la agencia, el hombre tiene escamada la piel y la suciedad que se almacena en su rostro hace difícil mirarlo a los ojos. IRNA asegura además que uno de los hábitos que sí práctica Hadji es fumar estiércol en un grueso tubo de metal.
Pese a las inapropiadas costumbres de este hombre, diarios locales aseguran que no ha sufrido ninguna enfermedad derivada del desaseo, por el contrario sorprende el buen estado de salud que conserva.
Pese a que se desconoce la razón por la que Amoo Hadji tomó la decisión de no bañarse, muchos consideran que este hombre es un ejemplo extremo de la deplorable situación social, política y económica que vive Irán.
De acuerdo con datos presentados por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y la Liga para la Defensa de los Derechos Humanos en Irán (LDDHI), el 50 % de la población de ese país (que asciende a 75 millones) vive bajo la línea de pobreza.
El estudio agrega que el poder adquisitivo de la población ha disminuido en un 72% en ocho años de 2005 a 2013 y que la inflación está fuera de control.
