El circo es un mundo itinerante en el que lo impensado sale a flote; un lugar donde el color, la magia, la música y el arte, hacen relucir hasta las situaciones más impensadas a través de diversas e impresionantes rutinas con el fin de complacer a un público ávido de fantasía.
Este es un universo en el que las acrobacias, la comedia y muchas expresiones artísticas son el pan de cada día de personas muy especiales y únicas, que nacieron para ofrecer todo su talento y recibir el respetado aplauso como recompensa.
El circo se ha convertido en un lugar de esperanza para muchos artistas que ven en este arte una oportunidad para cumplir sus sueños y darle sentido a un proyecto de vida. Bajo este propósito es que la Escuela Nacional Circo Para Todos rescata a artistas callejeros y en situación de vulnerabilidad que cuenten con cualidades circenses, para darles formación profesional y ubicación laboral en los mejores circos del mundo.
Felicity Simpson, una mujer inglesa que vive hace varios años en Colombia, se dejó seducir por los ricos matices de este país, y así en la exploración de su esencia, descubrió el talento puro que hay en las calles colombianas y puso en marcha un proyecto para que los artistas callejeros vayan mucho más allá de sus sueños.
Felicity, fundadora de la Escuela Nacional Circo Para Todos, conversó con KienyKe.com sobre esta iniciativa que le ha permitido a artistas callejeros desarrollar su talento en los mejores circos del planeta, mejorando así su calidad de vida y asegurando un buen futuro.
“Esta iniciativa nació en Cali, al principio íbamos a hacer talleres en barrios difíciles, en los que pasábamos meses y veíamos el talento, pero sobre todo las ganas de estas personas por salir adelante”, comentó Felicity Simpson a KienyKe.com.
A través de ese amor por el circo y el teatro, Felicity se dio cuenta que el arte puede ser una herramienta de transformación social, de ahí formó la Fundación Circo Para Todos, la primera escuela de teatro en el mundo dedicada a formar en artes circenses y escénicas a jóvenes de escasos recursos y en situación de vulnerabilidad.
Observando tal panorama, se dio cuenta que el talento que proviene desde las entrañas de las calles, forjaban artistas con capacidades y carácter únicos, que no se podía dejar simplemente ahí en la esquina de un semáforo recibiendo como recompensa unas cuantas monedas.
“Son jóvenes con mucha determinación que se arriesgan a tomar esto como una opción de vida que realmente merecen. Hay mucho talento que reluce especialmente en lugares difíciles, es gente más aventurera y para ellos el circo es un propósito maravilloso, y además, un colombiano es una persona muy trabajadora y especial”, afirmó.
El circo canaliza energía permitiendo así adquirir valores y formas de enseñanzas de vida, en las que muchas veces estos jóvenes carecen, y gracias a oportunidades como ésta, logran vencer muchas barreras a punta de malabares, acrobacias y ejercicios artísticos.
Sin duda, la vida en la calle hace forjar un carácter especial, quizá porque esta exige un espíritu de supervivencia, que obliga a superar retos y obstáculos cuya rudeza se presenta a diario. De ahí puede partir ese ingrediente innato que estos artistas desarrollan y su arte sea fantástico.
“El circo es el único arte en el que arriesgar la vida es algo cotidiano”, asegura.
El programa Circo para Todos trabaja de la mano con diversas instituciones públicas y privadas en apoyo a jóvenes; estos lugares en los que muchas veces se encuentran cualidades ocultas, y aquellos que lo deseen, pueden ingresar a esta formación y forjarse como profesionales en el oficio circense sin ningún tipo de costo.
En esta escuela sus habilidades son perfeccionadas, y luego de varios procesos, son certificados y graduados como profesionales en artes circenses. Además, el programa se encarga de ubicarlos laboralmente en los grandes espectáculos del mundo, como el Cirque Du Soleil.
“Es una satisfacción muy grande ver a estos muchachos superarse, ellos lo merecen por tantos años de estudio y esfuerzo. En la promoción que tenemos ahora cada uno tiene un diploma en su mano, de los que salen cinco para el Cirque Du Soleil, dos para Japón, uno para Turquía y dos para Cancún, México. ¿Qué otra carrera te hace salir de una vez con trabajo en la mano?”, dijo.
Este trabajo ha hecho que el arte circense de Colombia tenga una notoriedad y un nombre importante a nivel internacional, esto refleja la gran capacidad de los artistas que este programa ha forjado.
Los aspirantes deben cumplir una serie de requisitos artísticos y físicos específicos, dado que la labor del circo es muy exigente y es clave para tener una buena base y así desarrollar todo su potencial.
Aquellos jóvenes que quieran ser parte de la Escuela Nacional Circo Para Todos, pueden obtener información en la red social de Instagram @circoparatodosoficial.
“El circo es algo maravilloso, y poder ser parte de él es algo mágico, en el que los sueños salen a flote con la fantasía, y qué mejor manera de forjar un futuro de su mano”, concluye.
