El teatro es una expresión artística que pone en evidencia los problemas de una sociedad, precisamente a eso le apunta también el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá en su edición número XVII.
La luz se encendió en 16 teatros de Bogotá y más de 10 ciudades del país, en los escenarios se exhibirán obras nacionales que retratan la realidad colombiana y también obras internacionales.
- Lea también: ‘Yo Me Llamo Jhonny Rivera’ ahora canta y vende CD’s en semáforos de Medellín
- Le puede interesar: ¿Son los insectos la comida del futuro en Colombia?
Seguro los espectadores conocerán más de la realidad de un país que vive entre la esperanza y la violencia. La reflexión sobre la Colombia profunda promete ser uno de los aportes más importantes en esta edición.
“Continuaremos impulsando el desarrollo del sector teatral y circense del país, al cual le hemos destinado este año más de 8 mil millones para el fortalecimiento, desarrollo y proyección a través del programa nacional de salas concertadas, programas de formación, programa nacional de estímulos y la construcción del plan nacional de teatro y cine”, señaló José Ignacio Argote, viceministro de Cultura.
El teatro es la memoria de un país violento
‘Victus’ fue la obra encargada de encender las luces del Festival en el Teatro Colón, un laboratorio artístico de reconciliación en donde confluyen excombatientes de las autodefensas AUC, excombatientes de las guerrillas de las FARC, ELN y militares en retiro; un espacio para mostrar un país reconciliado a través del arte y unido a pesar de los fantasmas del pasado. En fin, un lugar para ver esa Colombia violenta, pero también reconciliada.
‘Rojo’ también hizo parte de la parrilla de apertura, una obra llena de emociones encontradas en donde la crueldad y la esperanza salen a flote para dar cuenta de la realidad del país, esa que muchos han olvidado o ni siquiera conocen.
Johan Velandia es la mente detrás de esta innovadora obra, la escribió en un día de inspiración estando en Cali, cuando conoció el horror de las “casas de pique”, sitios que surgieron en Buenaventura, utilizados por bandas criminales y paramilitares para desmembrar personas.
En diálogo con KienyKe.com, Johan Velandia explicó cómo nació ‘Rojo’, la obra que retrata la realidad de un país que olvida adrede. “El objetivo era poner en territorios poéticos, sucesos de crueldad y de violencia”, señaló.
En ‘Rojo’ no hay solamente un personaje y tampoco un único lenguaje artístico, en el escenario los actores recrean múltiples situaciones y perfiles, pero también danzan, cantan y dialogan. Son 100 minutos para reír, llorar y sobre todo reflexionar sobre los rostros de la violencia en Colombia.
“Lo que pasa allá afuera y en los territorios que no conocemos es mucho peor”, agregó Velandia.
‘Rojo’ es la historia de un pueblo llamado “El Refugio” ubicado en algún lugar de la Colombia profunda que desaparece del mapa. Es la cartografía del engaño tras el velo del progreso y la civilización, es la historia cifrada del narcotráfico y el terrorismo en Colombia; una apología estética de la deshumanización que los pueblos latinoamericanos han sufrido debido a la violencia que se manifiesta en lo más profundo e invisible de sus territorios.
“Esto es un espacio muy importante para pensar en la historia que tejemos cada uno”, destacó el director.
Es el mejor momento para ver teatro, no solo para valorar la calidad cultural del país, sino también para conocer a profundidad esa Colombia que olvida con facilidad, pero que cicatriza lentamente.