Carolina Leguizamón, el amor clandestino de Gustavo Cerati

Jue, 11/08/2022 - 09:22
KienyKe.com conoció la historia, hasta hoy oculta, de la colombiana Carolina Leguizamón, la actriz que supo conquistar el corazón de Gustavo Cerati.

Mencionar el nombre de Gustavo Cerati es mencionar con letras doradas a uno de los máximos iconos de la música latinoamericana. Un hombre cuya genialidad artística puso a vibrar millones de corazones gracias a su prolífica trayectoria con Soda Stereo, y que luego encumbró como solista.

Su vida siempre estuvo marcada por el talento, carisma, y la forma de ver el mundo a través de su obra. Sin duda, fue un hombre que conquistó corazones, algunos que fueron realmente propios y otros tantos amados. Muchos supimos de esos amores, aquellos que fueron conocidos, romances que rodearon la existencia de este rockstar argentino por el que muchas suspiraban y unas pocas fueron las afortunadas de tenerlo.

Sin embargo, existe un amor, uno clandestino, del que apenas se conoce en un círculo muy íntimo. Se llama Carolina Leguizamón, una actriz colombiana que conquistó el corazón de uno de los personajes más queridos del continente. Una relación que nunca quiso ser mediática, que siempre guardaba la magia y la picardía de solo ser ellos dos, sin lugar a presiones ni señalamientos; 10 años en los que sus sentimientos afloraron bajo las sombras.

KienyKe.com conoció esta historia de amor que por primera vez será revelada al mundo, un romance que estuvo rodeado entre la efervescencia de la música, la pasión, y paradójicamente, del anonimato; y que en esta oportunidad su protagonista quiso sacar a la luz aquellos de los momentos más felices e intensos de su vida, que hasta ahora solo permanecían guardados entre los recuerdos y el corazón, sintiendo así que llegó el momento de revelar y con la que quiere rendir un homenaje a la memoria de su amado Gustavo Cerati.

Carolina Leguizamón y Gustavo Cerati
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Carolina siempre vibró con las seductoras notas de Soda Stereo, dejándose contagiar de la voz y versatilidad musical de Gustavo. Un gusto que ha permanecido desde muy pequeña, tanto así que su padre le prometió que cuando cumpliera 15 años le regalaría la entrada a uno de los conciertos de la banda; sin embargo, en 1997 llegaron los anhelados 15 y no se pudo cumplir esta promesa: el 20 de septiembre, Cerati, Charly Alberti y Zeta Bosio, le decían adiós a sus fanáticos tras 14 años de éxitos, siendo la banda de rock en español más influyente de la historia.

Muchas veces la vida no se queda con las promesas, no obstante, dos años después, Cerati lanza ‘Bocanada’, su segundo disco como solista y el primero luego de la separación de Soda Stereo, fue la oportunidad para que Carolina por fin cumpliera el sueño de conocerlo personalmente cuando este álbum fue presentado en Colombia.

“Primero lo conocí como toda fan enamorada que me fui corriendo hacia el aeropuerto, porque lo quería ver; quería ver que era real esa persona y ahí ocurrió el ‘flechazo’, y a partir de ahí empezó una historia de amor”, afirmó Carolina Leguizamón a KienyKe.com.

Aquella vez en el aeropuerto hubo apenas un contacto visual, pocos segundos fueron suficientes para que se convirtieran en miradas profundas, que sin saberlo, marcarían su destino. Sin embargo, luego del show que Cerati dio en el Palacio de los Deportes de Bogotá, Carolina, con ayuda del staff, pudo ingresar al camerino y hacer realidad su sueño.

“Cuando termina el show, Adrian Taverna - ingeniero de sonido de Gustavo Cerati - me tomó de la mano y me lleva al camerino, porque Gustavo me quería conocer, y en ese primer encuentro yo estaba temblando mal, nerviosa, y él super tierno, generoso, cariñoso, con sus ojos azules hermosos que me dejaron en shock”, recuerda.

Dos años después, este amor tomaría forma, Gustavo se presentaría en la Feria de Cali, Carolina viajó hasta allá para poder verlo. Sus almas se reencuentran y confirman esas sensaciones e impulsos de aquel primer encuentro, revalidando aquel romance y dejando que el amor, simplemente hiciera lo suyo.

“Luego de la prueba de sonido nos coqueteamos muchísimo y nos fuimos para el hotel, estábamos en una piscina y comenzó como una conexión muy fuerte entre los dos porque empezamos a hablar, no sé qué pasó, es como si el tiempo se detuviera. Entramos en una burbuja los dos y hablamos de cosas muy profundas, conectamos muy profundamente; cuando nos fijamos estábamos completamente solos, ‘embobados’ el uno al otro, fue muy lindo y ahí empezó oficialmente nuestro romance”, comentó.

Clandestino

El amor continuó, Carolina no era consciente de estar viviendo un romance con el gran rockstar de Latinoamérica; siempre quiso mantener esta historia bajo reserva, solo para ella y Gustavo. Una mujer tímida que quizá cometió errores al no saber manejar esta situación y que al día de hoy, piensa que este amor debió ser más protagonista. 

“Hubo situaciones en las que yo no supe qué hacer. Nunca fui a Argentina porque no quería que se sintiera perseguido. De hecho, esto tuvo mucho valor porque nunca lo busqué, siempre fue él que me buscó, y era así cuando venía para Colombia”, resalta.

Sin embargo, Carolina tenía miedo, sentía que si hacía relevancia a esta relación, generaría mucha envidia, aquella que en otras ocasiones le causaron mucho daño. Trataba de protegerse, evitar señalamientos y por ende estar tranquila, pese a que Cerati le insistía en mostrarse junto a él, y de alguna manera no sentir vergüenza por estar a su lado; pero primó más la reserva, intensidad y el fuego de estar bajo las sombras, porque ella siempre lo amó por su ser, más no por lo que representaba mediáticamente.

“Han pasado los años, han pasado muchísimas cosas en mi vida y me di cuenta que es algo de lo que no me tenga que avergonzar, todo lo contrario, viví un amor más allá de que tenga esa fama que todos sabemos… yo hablo del ser humano, del que yo amé y la verdad fue un ser humano muy especial que me despertó un amor que jamás volví a sentir y que se lo agradezco mucho porque a través de ese amor descubrí una cantidad de cosas mías como mujer: como mi fuerza, mi capacidad de amar, mi pasión, mis anhelos, y todo eso se lo agradezco a él porque despertó en mí eso, y ya no me voy a avergonzar más de haber salido con esta estrella de rock, al contrario, me siento muy honrada con la vida de haberme permitido vivir esta historia tan bonita y haber sentido tanto, porque el sentimiento es muy grande”, dijo.

Gustavo Cerati la marcó para siempre, ese amor clandestino que vivió junto a él determinó su camino, si eso no hubiera sucedido así, su vida y esencia no sería como lo es actualmente. Vivió varios años en Argentina y estableció un vínculo muy fuerte con aquella tierra.

Íntimo

Carolina lo recuerda con mucho amor, cariño y nostalgia, se siente frustrada al tener claro que físicamente no está. Desde hace varios años no es capaz, ni tiene la fuerza suficiente de escuchar un álbum completo, eso le revive muchas sensaciones que aún retumban en su alma y que creyó tenerlas en el olvido.

No obstante, millones de personas creen conocer a Gustavo Cerati, simplemente por saber su obra o maravillarse con el talento que brindó este gran artista. Carolina supo realmente lo que él guardaba en el corazón, explorar y sentir su alma; un hombre con unas cualidades que lo hacían un ser especial y único.

“Extraño su sentido del humor, su inteligencia. Yo soy una mujer de pocos amigos y pocos vínculos, pero los que hago son muy profundos y con él lo tenía todo. Éramos muy buenos amigos, nos contábamos todo y él era una persona con algo que sé que las mujeres me van a entender: un tipo que escuchaba, Gustavo escuchaba, y no crean que lo hacía como una estrategia para conquistar, porque él no necesitaba eso, yo estaba completamente enamorada”, recuerda.

Gustavo era un hombre curioso, especialmente con aquellas personas a las que fijaba gran interés; indagaba por los más mínimos detalles de Carolina: sus estados de ánimo, la vida diaria, quería saber todo de ella.

“Eso era toda una delicia, porque él me escuchaba con atención y unas ganas de saber, y como era tan inteligente y tan profundo, las devoluciones que él me hacía a mí, acerca de las cosas que le contaba eran maravillosas. Lo extraño mucho, un tipo tan inteligente, muy sensible, con su sentido del humor exquisito y eran todas esas cosas que manejábamos en nuestra intimidad, que no la volví a tener y que extraño profundamente”, expresa.

Carolina Leguizamón y Gustavo Cerati
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Archivo particular

Juntos

Este romance se tejía a través de momentos tan especiales y a la vez tan distantes. Gustavo aprovechaba cualquier tiempo libre en su agenda para aterrizar en Bogotá, él visitaba la capital colombiana con más frecuencia de lo que hasta ahora se sabía. Momentos en los que ambos aprovechaban al máximo para disfrutarlos. Sin embargo, era más el tiempo que estaban separados, se comunicaban constantemente a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos y las nacientes redes sociales; pese a esa distancia, nunca dejó que el fuego de su amor se apagara.

“Yo abrí cuenta en Facebook por él, Gustavo me dijo: “mirá tenemos una nueva forma de comunicarnos, dale abrílo”, yo no tenía ni idea de lo que era Facebook”, contó entre risas.

La revelación

El 15 de mayo de 2010, Gustavo Cerati sufrió un accidente cerebrovascular luego de presentar un show en Caracas, Venezuela; enfermedad que lo mantuvo postrado en coma durante cuatro largos años, hasta que el 4 de septiembre de 2014, falleció en la clínica donde estaba recluido en Buenos Aires. Este momento fue muy difícil para Carolina, estaba desesperada, sentía que una parte de ella se esfumaba ante tal suceso. 

Tres años después del accidente, ella tomó valor y viajó a Buenos Aires para buscarlo. Llegó a la clínica, solicitó poder verlo, pero Laura, hermana menor de Gustavo, se negó rotundamente a que pudiera visitarlo. Por obvias razones, Cerati estaba muy custodiado y apenas un círculo muy íntimo y cerrado podían acercarse a su lecho. 

El amor tiende a ser caprichoso y el destino también, Estela, hermana de Gustavo, se conmovió con Carolina y luego de la negativa de su hermana Laura; se acercó y escuchó su historia, a lo que sorprendida sintió que había verdad en su relato, algo increíble ante las miles de historias falsas que llegaban a diario con tal de verlo. Estela queda pensativa y reflexiva, y le dice a Carolina que le dejara un mensaje a Gustavo en una grabadora que cargaba y luego ver qué sucedía.

“No sé que grabé, yo estaba muy afectada y llorando muchísimo, pero lo que sí sé que lo que salió fue de mi corazón. Le pusieron el audio a Gustavo y él tuvo una reacción que ellos notaron, no podría decir qué porque yo no estaba ahí, pero según me contó Estela, él reaccionó de una manera que se sorprendieron”, recuerda.

Esta fue la prueba reina para que la familia Cerati validara la versión de Carolina y su historia junto a Gustavo.

Pasaron los días, Carolina seguía en Buenos Aires y fue invitada por su amigo Adrián Taverna a un show del guitarrista Richard Coleman, y como si fuera obra del destino, se encuentran de frente con Laura Cerati quien presenciaba el mismo show; la propia Laura le expresa su arrepentimiento al no permitirle ver a Gustavo y le revela que este reaccionó a su audio.

“Yo la entendí perfectamente, y haría lo mismo, y me parece que la gente a veces no respetaba el dolor de esa familia. Luego le dije que no pasaba nada; y ella misma me dijo: “mi hermano reaccionó con tu audio ¿lo querés ver? yo te ayudo a que lo veas”, y así fue, lo vi en la clínica por varios días”, comentó.

A partir de ahí, Carolina empezó a entablar una gran relación con la familia Cerati; especialmente con Estela. Además de Lilian, madre de Gustavo, Laura, su hermana; tías, sobrinos e hijos del músico argentino y con quienes al día de hoy mantienen una comunicación constante.

“Todos ellos han sido divinos conmigo, porque veían que él reaccionaba cuando yo lo visitaba y lo que yo estaba haciendo era algo muy sincero y era algo muy natural, no estaba pretendiendo nada y me dieron el privilegio de poder ir a verlo cuando yo quería”, reveló.

Carolina es de las pocas personas que guarda en su memoria esa imagen del querido Gustavo en su lecho de enfermo, a quien siempre veía con amor, ese mismo que siempre destilaba cada vez que lo visitaba.

“En cuanto a eso, tengo que ser muy cuidadosa por respeto a la intimidad de la familia, pero les puedo contar que él estaba hermoso, parecía un ángel ¡lo juro por Dios!, estaba dormido, bien cuidado, acompañado por su familia, una familia maravillosa que lo amó siempre y acompañó en todo”, resaltó.

Finalmente llegó el día en que Gustavo Cerati sería infinito, y como en alguna de sus canciones: emprendió la ‘Vuelta por el universo’, su ser dejaba este plano terrenal el 4 de septiembre de 2014, suceso que partía en pedazos los corazones de su familia, amigos, fans, la Argentina, Latinoamérica, y por supuesto el de Carolina.

“Llevaba varios días que no había ido a visitarlo, me encontraba muy triste. La última vez que lo fui a ver me agarró muy fuerte la mano, lo noté distinto y le dije que vendría el próximo miércoles a visitarlo; efectivamente falleció y no pude cumplirle”, recordó.

Con él, se iba una parte de Carolina, se iba ese ser que tanto había amado con todas sus fuerzas y que no quedaba más que seguir recordándolo, amándolo y homenajeando su memoria.

Carolina tuvo la oportunidad de acompañarlo en su última morada, algo que muy pocos pudieron hacer en ese círculo tan cerrado y privilegiado. Aquella tarde gris y lluviosa en la que Argentina lloraba y despedía a uno de sus grandes símbolos en un imponente y sentido funeral. Solo quedaba rememorar todo lo bonito de esa historia juntos y como profesa una frase de su canción ‘Adiós’: “poder decir adiós, es crecer”.

Carolina Leguizamón y Gustavo Cerati

Amor

Gustavo Cerati dejó una huella muy grande en la vida de Carolina, pese a lo abrupto y extraño que se llevó a cabo este romance, le ha costado volver a abrir el corazón a otra persona.

“Con él se fue una parte de mi que jamás va a volver. Es un amor que marcó mi vida, mi vida está diseñada a través de ese amor, no sé qué sería yo si no hubiese transitado por esa historia tan hermosa y dolorosa… Hasta el momento nunca he experimentado un amor como el que sentí por Gustavo”, reflexiona.

Luego de su muerte, ella siente aún está presente, manifestaciones únicas en la que expresa que estará siempre a su lado.  Sin duda, contar este episodio de su vida ha sido de gran alivio para su alma, en la que descarga sentimientos, removiendo recuerdos y secretos que estaban plenamente sellados en su corazón.

Gustavo se fue y Carolina seguirá con su camino terrenal. No obstante, tratar de igualar ese amor es algo casi imposible, no solo por lo que Cerati representa, sino por la magia que hubo entre ellos dos.  ‘Jugo de luna’, tema incluido en el álbum ‘Ahí vamos’ de 2006, fue la canción que Gustavo escribió para Carolina, en la que detalla y resume en cada estrofa la pasión dentro de esta historia de amor.

“El amor nunca se acabará, el amor verdadero es eterno y lo amaré toda mi vida. Lo que pasa es que el amor cambió, yo no puedo seguir enamorada de una persona que ya no está y eso lo entendí y lo acepté con mucho dolor, y así es. Lo amaré eternamente, incluso hasta más ”, afirmó. 

Anhelos

Carolina seguirá amándolo y recordándolo, quizá buscará darle espacio a un nuevo amor que toque su puerta. Desea vivir tantos años para cuidar de su hijo y compartir con él el mayor tiempo posible; seguirá actuando, modelando, realizándose como artista y concentrándose en sus proyectos para afianzar el proyecto de vida que define su esencia.

Está segura de que volverá a encontrarse con Gustavo en otro plano, mientras tanto recorrerá la vida de la mejor forma para llegar a ese momento y poder expresarle algunas palabras que quizá faltó decirle en vida.

“Lo amo, lo amo y gracias por todo lo que despertó en mí… gracias por haberme hecho cruzar fronteras, gracias por haberme hecho entender más el arte y el escenario, gracias por haberme hecho conocer el amor que puede sentir una mujer hacia un hombre y que lo admiro profundamente y que lo amo muchísimo”, concluye.

Esta es la demostración de que el amor y el destino son caprichosos, que muchas veces es complejo comprender, cómo en esta historia de ese amor verdadero que fue, y paradójicamente, no pudo ser. Si pudiera devolver el tiempo seguramente las cosas serían diferentes, sin embargo, Carolina  por fin pudo abrir su corazón y revelar esta página hasta hoy desconocida de Gustavo ante el mundo; rindiendo así un sincero homenaje a la memoria de Gustavo Cerati hoy 11 de agosto, día de su cumpleaños.

Por: David Palencia

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David Palencia
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