La intención de dilatar el proceso que contra Iván Moreno Rojas cursaba en la Procuraduría salió costosa. La defensa de Moreno, en cabeza del ex magistrado Jaime Araújo, no se hizo presente ni en Bogotá ni en el consulado de Colombia en Miami, donde dijo encontrarse, con lo cual creyó que lograría torpedear el proceso. El abogado suplente, Ricardo Mojica, tampoco se presentó. Sin embargo, Ordóñez siguió adelante. Su expediente probatorio resultó contundente. Relató de memoria todos los componentes del denominado ‘Carrusel de la contratación’ y después de una rigurosa sustentación procedió a dar lectura del fallo: veinte años de inhabilidad para Iván Moreno, la pena más alta impuesta a un congresista.
Ordóñez, como si fuera un narrador de historias, citó los episodios por los cuales su entidad investigó al ex senador. El primero tuvo que ver con reuniones entre la esposa de Iván Moreno, Lucy Luna Albarracín, y Miguel Nule. Ella estaba interesada en que el empresario le diera participación en algunos puntos de la carretera Girardot-Bogotá, que construirían los Nule, para instalar allí estaciones de gasolina.
A última hora, la familia de Iván Moreno intentó improvisar una abogado defensor. Apareció en la Fiscalía Mauricio Alarcón, a quien el procurador no aceptó y obligó a abandonar el recinto.
Las pruebas indicaron que este acercamiento lo propició el senador Moreno, a quienes los Nule le pagarían favores por haber hecho gestiones para que ellos obtuvieran contratos durante la administración de su hermano, el ex alcalde de Bogotá Samuel Moreno. De Lucy Albarracín poco se sabe. Quienes la conocen aseguran que se trata de una empresaria santandereana que se dedica en al negocio de las estaciones de gasolina en Bucaramanga.
El otro cargo de la Procuraduría en contra de Moreno se derivó de la exigencia de una comisión por parte de Moreno a los Nule del 6 por ciento por obras que les entregaría la administración de Samuel Moreno al grupo Nule, en el proceso de recuperación de la malla vial en Bogotá. Estas reuniones se hicieron a instancias del polémico abogado Álvaro Dávila. “Dávila e Iván Moreno eran tan cercanos, que incluso fueron vistos mercando, como los dijo aquí el abogado Jaime Lombana”, dijo el procurador.
El Procurador citó otro elemento: una reunión entre Iván Moreno y los Nule en el Starbucks de la Avenida Collins, en Miami. En este momento entró al despacho el abogado Mauricio Alarcón con un poder de Iván Moreno para que lo dejaran intervenir en la audiencia. El Procurador hizo un receso, echó al abogado de la sala y continuó con su exposición.
A última hora, la familia de Iván Moreno intentó improvisar una abogado defensor. Apareció en la Fiscalía Mauricio Alarcón, a quien el procurador no aceptó y obligó a abandonar el recinto.
Las pruebas indicaron que este acercamiento lo propició el senador Moreno, a quienes los Nule le pagarían favores por haber hecho gestiones para que ellos obtuvieran contratos durante la administración de su hermano, el ex alcalde de Bogotá Samuel Moreno. De Lucy Albarracín poco se sabe. Quienes la conocen aseguran que se trata de una empresaria santandereana que se dedica en al negocio de las estaciones de gasolina en Bucaramanga.
El otro cargo de la Procuraduría en contra de Moreno se derivó de la exigencia de una comisión por parte de Moreno a los Nule del 6 por ciento por obras que les entregaría la administración de Samuel Moreno al grupo Nule, en el proceso de recuperación de la malla vial en Bogotá. Estas reuniones se hicieron a instancias del polémico abogado Álvaro Dávila. “Dávila e Iván Moreno eran tan cercanos, que incluso fueron vistos mercando, como los dijo aquí el abogado Jaime Lombana”, dijo el procurador.
El Procurador citó otro elemento: una reunión entre Iván Moreno y los Nule en el Starbucks de la Avenida Collins, en Miami. En este momento entró al despacho el abogado Mauricio Alarcón con un poder de Iván Moreno para que lo dejaran intervenir en la audiencia. El Procurador hizo un receso, echó al abogado de la sala y continuó con su exposición.
