@Julieth_DC
Son las tres de la tarde y es un día lluvioso, el color plomizo del cielo da la impresión de ser más tarde. Jimmy Vásquez esperaba nuestra llegada en las instalaciones de Casa E, con su melena suelta y una amplia sonrisa nos recibe.
Se sienta de inmediato y empieza a hablar de su regreso a las tablas con el monólogo ‘Autosuperashow’: “En la obra aparte de burlarme de mí mismo, me río un poco de todo ese movimiento de superación personal o autoayuda, tenemos derecho a sentirnos tristes o enojados, eso no quiere decir que nos hundamos, pero somos seres humanos, somos emocionales".
Hablar con Jimmy sin 'totiarse' de la risa es imposible, no importa cuál sea el tema de la conversación, él dramatiza sus anécdotas o recuerdos, como si estuviera frente a una cámara o sobre un escenario.
'Autosuperashow' fue el pretexto perfecto para conversar con el carismático actor acerca de su vida detrás de las cámaras o detrás del telón.
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"No me siento tan orgulloso de ser colombiano"
El actor cucuteño hace la salvedad de que ama el país, ama su folclor, sus montañas, sus playas, su comida... Sin embargo, hay otro tipo de cosas que lo decepcionan, y una de ellas es la actitud de vividor, ese colombiano que está pendiente de quien da papaya para cobrarle de más, aprovecharse de la debilidad del otro... en fin.
"Eso es una cosa colombiana deshonesta, yo no me siento tan orgulloso de ser colombiano, ese orgullo patrio que siente la gente cuando termina el partido de fútbol y ganó Colombia 5-0 y todos gritan yo soy colombiano, sí, pues lamentablemente somos los mismos colombianos que nos saltamos la norma, que no hacemos la fila, que evadimos impuestos..." , expresa Jimmy.
Baja un poco la mirada y agrega: "Acá nos educan para eso, desde pequeños las mamás nos dicen 'mijo usted no sea bobo, despiértese', y si respondemos “oye me diste 100 mil pesos de más…” la gente dice “qué tipo tan pendejo”.
Sin embargo, el actor asegura que sus padres fueron maravillosos, y recibió una muy buena educación por parte de ellos. Sin embargo, al venir de una familia santandereana "chupó mucho juete" y suelta una sonora risa y empequeñece los ojos al recordar a su madre.
https://www.youtube.com/watch?v=xrKqHK5qo9Q&nohtml5=False
Como buena mujer de provincia, la madre de Jimmy era religiosa y en especial, bastante devota de las ánimas, todos los días dedicaba un pedacito de su día para arrodillarse, envolver en sus manos la camándula y empezar como recuerda el actor:
"Almas benditas del purgatorio que Dios las saque de penas y las lleve… Claudia o Jimmy q'hubo abra la geta, muévanse, no jodan surrones, un día de estos me voy a largar y los voy a dejar solos a ver qué van hacer, descarados… Dios mio ánimas benditas…”. Todos hemos pasado por esas típicas frases de mamá alguna vez.
Jimmy cuenta la anécdota con cariño y con gracia ahora, más de veinte años después, pese a que chupó "correa, chancleta, regla de modistería, pellizco y mechoniada".
"Me hace mucha gracia que todavía me pregunten, ¿usted monta en Transmilenio?"
La actuación es una profesión como cualquier otra. Sin embargo, el común de las personas tiene un imaginario demasiado gringo de lo que es un actor en este país.
"Aquí consumimos el formato del mercado anglo, el gringo, y en Estados Unidos si tú eres estrella en realidad eres una estrella. En USA no solamente tienen 300 millones de habitantes contra 47 de acá, de esos 300 de allá el 70% tiene poder adquisitivo, en Colombia tenemos 27 millones de pobres ¿no? y 4 mil en la miseria absoluta, más 5 mil desplazados… Entonces si tú la pegas acá la pegas con cinco gatos, la pegas allá la pegas con un mercado grande", concluye el protagonista de la comedia de 'Aquí no hay quien viva'.
Además,"Somos eternamente prestadores de servicios", comenta Vásquez.
Bromea al decir que él no más tiene que salir allí a la frontera con Panamá o con Ecuador y nadie lo conoce, "Jimmy Vásquez es un x" fuera del país, agrega que "Estados Unidos tiene distribución universal, por lo tanto las personas en la industria colombiana que toman actitud de divo o diva son ridículas que rayan casi en lo patético".
Como cualquier cristiano, Jimmy paga facturas, colegiatura de sus hijos, merca y demás. Por lo tanto le causa mucha risa que la gente le pregunte: "¿Usted monta en Transmilenio?", sube las cejas y abre un poco los ojos para añadir, "Pues claro, también he almorzado en corrientazos"
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"Tu cara me suena es el único proyecto que repetiría mil veces"
Contrario a otros actores que sienten nostalgia al dejar de interpretar a un personaje, Jimmy espera con ansias cuál será su próximo rol.
A lo largo de sus 23 años de carrera, Vásquez ha sido bueno, villano, traqueto, coronel, portero de edificio, etc. Sin embargo, aunque ama todas sus interpretaciones, no las repetiría porque prefiere que se queden en la magia de interpretarlas por primera vez, pero su participación en el programa musical 'Tu cara me suena', "la repetiría mil veces".
El actor fue el gran ganador del reality al demostrar su talento a la hora de imitar a otros artistas.
Ese programa fue un ejercicio maravilloso, la mejor decisión que he tomado en mi vida es haber participado ahí, aunque me costó carísimo, no pude hacer un proyecto que quería porque muchos productores lastimosamente dijeron: No pero es que él acaba de salir de un reality... Resulta que después de 23 años de carrera ya no era actor sino que era el del reality".
Pero el actor esto no lo detuvo y ahora se goza como nadie su obra de teatro en la cual también tiene un espacio musical. Y es que no muchos saben que el actor es "músico frustrado" pero no por no saber cantar, sino por no poder tocar como todo un profesional el acordeón.
Entre risas tímidas el actor confiesa que sabe tocar dos "temitas' vallenatos, "Tengo un acordeón que me regaló mi esposa y me toco las mismas dos cancioncitas que toco en todas las fiestas, Los sabanales y se Doblaron las campanas", luego Jimmy empieza a tararear esta última.
La cita llega a su fin y Jimmy Vásquez debe regresar a ensayo, se despide con un fuerte abrazo, se recoge el cabello y concluye "espero llenar la sala, que la gente venga es sinónimo de respaldo y apoyo, eso es una muy buena sensación.
