¿Por qué se celebra la navidad como lo hacemos?

Jue, 24/12/2020 - 10:15
¿Es realmente tan antigua la navidad como la conocemos? Kienyke.com trae la historia de cómo la navidad pasó de ser un carnaval pagano a la fiesta familiar que hoy conocemos.

En teoría, la navidad de 2020 será diferente a todas las que hemos vivido. Algunas personas se iban de parranda o de vacaciones durante la nochebuena, mientras otras reunían a toda su familia extensa en el hogar para celebrar la llegada del niño Jesús. Los familiares y amigos más detallistas se dejaban llevar por la emoción y saturaban sus tarjetas de crédito para agasajar a sus seres queridos.

La llegada de la pandemia convirtió en un peligro el reunir a tanta gente bajo el mismo techo. También atacó los bolsillos de las personas con economías más volátiles y los regalos serán un poco más austeros. El volumen de personas en los centros comerciales, por la razón o por la fuerza de un decreto, se redujo. Los adultos mayores, ya duchos en el juego de las videollamadas, asistirán hoy a muchas reuniones y a ninguna para garantizar que llegarán con vida al año que comienza. Quien pretenda forzar la vieja realidad en las fiestas de este año podría llevarse un dolor de cabeza, literalmente.

Eso suena como a cambios muy drásticos en una tradición que parece más vieja que nosotros, nuestros padres y nuestros abuelos. Pero ¿es realmente tan antigua la navidad como la conocemos? Kienyke.com trae la historia de cómo la navidad pasó de ser un carnaval a la fiesta familiar que hoy añoramos.

Las fiestas de solsticio

Antes del nacimiento de Jesús y la expansión del cristianismo por todo el mundo, existieron las celebraciones alrededor del solsticio de invierno. Este evento astronómico, que tiene lugar el 21 de diciembre, marca el final de las noches más largas y frías del año para el hemisferio norte. Las celebraciones alrededor del solsticio honraban el privilegio de la vida y la bendición de la luz.

Una celebración de origen persa es la yalda. En el solsticio de invierno, las personas de tradición persa se reúnen con familiares y amigos para comer, beber y leer poesía. El color rojo es característico de esta celebración, porque representa la vida y el atardecer. Es típico ofrecer  granadas, sandías y frutos secos en esta fiesta. Según la costumbre persa, comer en abundancia durante ese día garantiza cierta inmunidad contra los golpes de calor en los días más cálidos.

Otra fiesta asiática de solsticio es el dōngzhì. Esta fiesta es celebrada en China, Taiwán, Japón, Corea y Vietnam. La fiesta se celebra bajo la premisa de que los días menos oscuros del invierno sopesarán las noches largas que acaban de pasar; está asociada con la filosofía del yin y el yang. Unas bolas de harina de arroz, conocidas como tangyuan, son el alimento típico de esta fiesta.

En Sri Lanka, el día de la luna llena de diciembre es conocido como el día de Sanghamitra, quien era la hija del emperador indio Ashoka y llevó el budismo a Sri Lanka. Ese día se conmemoran dos sucesos: la llegada de la propia Sanghamitra al país y la siembra del primer árbol bodhi, que aún permanece con vida. Los budistas de Sri Lanka que viven en países cristianos lo celebran junto con la navidad.

Antes del cristianismo, los eslavos celebraban una fiesta pagana denominada kolyada. Es otra fiesta de la luz: el motivo era celebrar a la diosa que devolvería los rayos solares tras los días oscuros. Con la llegada del cristianismo, la fiesta se adaptó para celebrar la llegada de Jesús con fogatas y coros de niños que reciben regalos y dinero por su canto.

Otra festividad de invierno importante es la de la comunidad de la que el propio Jesús hizo parte. El janucá es celebrado entre noviembre y diciembre y conmemora el triunfo de la rebelión judía sobre el ejército de Alejandro Magno. Por supuesto, aunque las fechas son cercanas, algunos de ellos insisten en separar su fiesta de invierno con la navidad.

El yule y la saturnalia

Sin embargo, es posible que las dos fiestas antiguas y paganas más cercanas a la navidad sean dos. Una de ellas es el yule: una fiesta de origen nórdico en honor a la fertilidad en la que también se recuerda el valor de la familia. Esta celebración duraba doce días y también se celebraba a propósito del solsticio de invierno. Algunas de sus tradiciones incluyen la decoración con muérdagos y la quema de un leño, cuyas cenizas luego eran esparcidas en los campos para asegurar la fertilidad.

De hecho, algunos filólogos tienen la hipótesis de que la palabra yule es la que dio origen a los nombres que la navidad tiene en las lenguas nórdicas. Aunque eso aún se debate, algunos diccionarios traducen yule como navidad indistintamente.

Otra fiesta asociada con la navidad es la saturnalia romana y el culto pagano al dios sol. La saturnalia era una festividad que duraba entre el 17 y el 23 de diciembre y celebraba al dios Saturno, una deidad que representaba la abundancia y la buena cosecha. Las normas sociales se levantaban para ese entonces: los patrones servían a sus esclavos y se permitía apostar. 

El 25 de diciembre se celebraba el nacimiento del dios Sol, una deidad importada del mundo pérsico que nació a partir de una roca y representaba el coraje, la honestidad y la pureza. Cuando el cristianismo se impuso en el imperio romano, y como en la Biblia no había una fecha clara que indicara cuándo nació Jesús, se decidió que se celebraría el mismo día 25.

La navidad como una feria

La navidad de la Edad Media era un gran festín. Aunque la fiesta reformada era de orden cristiano, era costumbre la mala conducta en las fechas navideñas: las borracheras, la gula y las apuestas eran parte del paisaje, al igual que ignorar las frecuentes condenas a ese comportamiento por parte de las autoridades eclesiásticas. Incluso se acusaba a los coros navideños por herejía, al considerar que eran una costumbre traída del yule y la saturnalia.

Algunas corrientes del protestantismo, como los puritanos, condenaron la navidad y llegaron a prohibirla durante el siglo XVII. El surgimiento de varias corrientes cristianas tras el renacimiento ha causado debate entre quienes eligen celebrarla de una forma más familiar y quienes la consideran una herencia viciada del catolicismo.

La navidad como un festivo familiar

La navidad como la conocemos tiene orígenes migrantes y ligeramente represivos. Debido a los grandes desórdenes que causaba la navidad como feria, y a que en territorios donde se prohibía había protestas violentas a favor de su celebración, a las clases acomodadas estadounidenses se les ocurrió empezar a celebrarla como una festividad familiar y cerrada. Esto era especialmente visto en Nueva York, un lugar que siempre ha acogido un gran número de migrantes.

Pronto, las costumbres navideñas impuestas por ellos —el árbol de pino, el animal relleno y horneado, la entrega de regalos a los niños por parte de una figura que viajaba a todas las casas, entre otras tradiciones— se regaron a las clases más populares y al resto del mundo.

Solo hasta el siglo XX, la navidad se convirtió en festivo mundial: una fecha en la que no hay servicios legales ni bancarios, no circulan los periódicos ni se entrega correspondencia. Aunque los platos tradicionales y las costumbres navideñas cambian ligeramente entre un país y otro, la dinámica es parecida a lo que tuvimos hasta 2019: reuniones con familias extensas, cenas abundantes y regalos para los niños.

Creado Por
Erika Mesa Díaz
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