Fingir la muerte es para algunos un escape. Se conocen casos de personas que lo han hecho para huir de la justicia, de las deudas o de alguna persona. También se han registrado casos de venganza y el pago de millonarios seguros de vida.
El periódico The Independent publicó algunos consejos para aquellos que no quieren ser descubiertos: no usar otro cuerpo para no ser identificado por las huellas dactilares y pruebas de ADN, cambiar de barrio, crear una identidad y no abrir un perfil en Facebook.
Estos son algunos casos:
Ismael Rodríguez
Este empresario mexicano, propietario de dos restaurantes de comida mexicana en el noroeste de Florida, fingió su muerte para cobrar la póliza de un seguro de vida por dos millones de dólares. Ismael Rodríguez contó con la colaboración de su esposa, María Rodríguez. Rodríguez fue condenado a cinco años de cárcel por cobrar cuatro pólizas de seguro de vida entre abril de 2002 y mayo de 2006.
Marcus Schrenker
Este ejecutivo fingió su muerte en un accidente de avioneta para evadir sus problemas económicos y legales, como una acusación por fraude y un proceso de divorcio. Mientras volaba desde Alabama a Florida llamó asegurando que su avioneta estaba fallando y que tenía un golpe en la cabeza. Sin embargo, se conoció que saltó en paracaídas y tenía calculado aterrizar en un pantano. El hombre de 38 años tenía escondida una moto para huir del accidente.
Erenildes Aguiar Araújo
Se rasgó la camiseta, se puso un machete en la axila para hacer más realista la imagen y se untó de salsa de tomate para fingir su muerte. Lo hizo porque una mujer pagó para asesinarla. Era señalada de ser la amante de su esposo. Pero Carlos Roberto de Jesús, el sicario contratado por mil dólares, conocía a la víctima y se terminó enamorando de ella. Así tomaron la decisión de fingir la muerte y tomarle una foto a la supuesta víctima del crimen.
Jenaro Jiménez
A Jenaro Jiménez las deudas lo obligaron a “morir”. En 2008 fue encontrado su carro y sus pertenencias, pero nunca su cuerpo. En 2008 su esposa denunció ante las autoridades la desaparición. Al poco tiempo, Jiménez fue descubierto en América del sur y fue juzgado por el hecho.
John Darwin
Se fue en una canoa mar adentro, días después ésta fue encontrada en estado de destrucción y sin el cuerpo de Darwin. Su esposa cobró un seguro de vida, vendió dos casas que eran de su propiedad y viajó hacía Panamá. Años después se publicó el libro ‘Regreso de la muerte’, basado en su historia.
Bennie Wint
En 1989, Wint desapareció mientras nadaba en una playa. Pero tiempo después fue descubierto conduciendo su carro sin luces. Según su testimonio, lo hizo porque era paranoico a causa de su adicción a las drogas. Durante su supuesta muerte tuvo un segundo matrimonio y un hijo.
John Stonehouse
Fingió su muerte para encontrarse con una de sus secretarias, quien se había convertido en su amante en Australia. Stonehouse, un empresario miembro del gobierno británico, fue descubierto por un conocido suyo, quien advirtió que manejaba dinero con diferentes identidades.
Este empresario mexicano, propietario de dos restaurantes de comida mexicana en el noroeste de Florida, fingió su muerte para cobrar la póliza de un seguro de vida por dos millones de dólares. Ismael Rodríguez contó con la colaboración de su esposa, María Rodríguez. Rodríguez fue condenado a cinco años de cárcel por cobrar cuatro pólizas de seguro de vida entre abril de 2002 y mayo de 2006.
Marcus Schrenker
Este ejecutivo fingió su muerte en un accidente de avioneta para evadir sus problemas económicos y legales, como una acusación por fraude y un proceso de divorcio. Mientras volaba desde Alabama a Florida llamó asegurando que su avioneta estaba fallando y que tenía un golpe en la cabeza. Sin embargo, se conoció que saltó en paracaídas y tenía calculado aterrizar en un pantano. El hombre de 38 años tenía escondida una moto para huir del accidente.
Erenildes Aguiar Araújo
Se rasgó la camiseta, se puso un machete en la axila para hacer más realista la imagen y se untó de salsa de tomate para fingir su muerte. Lo hizo porque una mujer pagó para asesinarla. Era señalada de ser la amante de su esposo. Pero Carlos Roberto de Jesús, el sicario contratado por mil dólares, conocía a la víctima y se terminó enamorando de ella. Así tomaron la decisión de fingir la muerte y tomarle una foto a la supuesta víctima del crimen.
Jenaro Jiménez
A Jenaro Jiménez las deudas lo obligaron a “morir”. En 2008 fue encontrado su carro y sus pertenencias, pero nunca su cuerpo. En 2008 su esposa denunció ante las autoridades la desaparición. Al poco tiempo, Jiménez fue descubierto en América del sur y fue juzgado por el hecho.
John Darwin
Se fue en una canoa mar adentro, días después ésta fue encontrada en estado de destrucción y sin el cuerpo de Darwin. Su esposa cobró un seguro de vida, vendió dos casas que eran de su propiedad y viajó hacía Panamá. Años después se publicó el libro ‘Regreso de la muerte’, basado en su historia.
Bennie Wint
En 1989, Wint desapareció mientras nadaba en una playa. Pero tiempo después fue descubierto conduciendo su carro sin luces. Según su testimonio, lo hizo porque era paranoico a causa de su adicción a las drogas. Durante su supuesta muerte tuvo un segundo matrimonio y un hijo.
John Stonehouse
Fingió su muerte para encontrarse con una de sus secretarias, quien se había convertido en su amante en Australia. Stonehouse, un empresario miembro del gobierno británico, fue descubierto por un conocido suyo, quien advirtió que manejaba dinero con diferentes identidades.
