Como tantos otros creadores de empresas multimillonarias, Walter Elías Disney empezó sin un peso en el bolsillo. Nieto de hambrientos inmigrantes irlandeses e hijo de frustrados aventureros en la “fiebre del oro” en California, Walt Disney, no muy esperanzado por la suerte de su familia, decidió regalarse al ejército recién salido del colegio. El ejército, por ser menor de edad, lo rechazó, y entonces, a falta de mejor ocupación, empezó a dar rienda libre a su imaginación.
Al poco tiempo ya ensayaba animaciones con una cámara prestada y las presentaba en el teatro local. La poca fama adquirida le fue suficiente para abrir su propio estudio, Laugh-O-Gram, y la poca experiencia como gerente le fue suficiente para quebrarse en cuestión de meses. Entonces, y tal vez fue esta la mejor decisión de su vida, viendo que un estudio pequeño fracasaba en Kansas, decidió abrir uno inmenso en Hollywood, el corazón del entretenimiento.
Mediada la década de los veintes, Disney empezó a moldear el protagonista estelar de sus películas. Los primeros intentos dieron como resultado personajes no poco simpáticos, como Oswald el Conejo y Flip la Rana, con ninguno de los cuales, sin embargo, logró desbancar al Gato Félix, héroe de la competencia, hasta que no dio con el estelar e inolvidable Mickey Mouse.
De ahí en adelante los aciertos llegaron uno detrás de otro, hasta que en 1932 lo vemos subir el podio para recibir su primer Premio Óscar ya acompañado del Pato Donald, Pluto y Tribilín. A eso le siguen los grandes largometrajes animados, como Alicia en el País de las Maravillas, Blancanieves y los siete enanitos, Fantasía, Bambi y Peter Pan, con los que la empresa alcanzó una envidiable estabilidad económica.
Algunas de las películas de esa época, sin embargo, pueden no ser tan conocidas por el público moderno como las apenas mencionadas. Una de ellas, particularmente curiosa para los colombianos, es la que cuenta la historia de Pecos Bill, el vaquero más auténtico que existió. ¿Cómo una traducción al español del tema principal de la película llegó a volverse un favorito entre niños de varias generaciones? Es aún un relativo misterio, pero lo cierto es que es obra original de Walt Disney.
En 1966, después de dos décadas de éxitos hoy raros o famosos, le descubrieron un tumor en el pulmón izquierdo, y ahí la historia de Disney pasa de lo triste a lo mitológico. La leyenda dice que su cuerpo fue congelado vivo y depositado bajo la atracción de Los piratas del Caribe en Disneylandia. Los escépticos lo niegan, arguyendo que el primer experimento con criogenia se llevó a cabo en Enero del 67, un mes después de su muerte. Sin embargo, muchos siguen creyendo o queriendo creer en el fanta-científico suceso, en una actitud que tal vez no sea otra cosa que la aversión a dejar ir a una de las mentes más creativas del siglo pasado.