Diego Vicentini, un joven director de cine de 24 años de edad, decidió dedicar su primer cortometraje profesional, titulado Simón, a los jóvenes universitarios que desde 2017 salieron a las calles para luchar por la libertad de Venezuela.
Este corto de 26 minutos, que fue estrenado en Bogotá a finales de marzo, nació de las imágenes que Vicentini veía a través de las redes sociales de lo que ocurría en Venezuela a mediados de octubre de 2017. En ese mes, jóvenes estudiantes se enfrentaron a la Guardia Nacional durante más de 100 días, para pedir el regreso de la democracia a su país.
[caption id="attachment_1065369" align="alignnone" width="1024"]Diego Vicentini, director de Simón. Foto: Andrés Lozano / KienyKe.com[/caption]
Para el director de Simón, ese hecho tuvo especial impacto, no solo por las muertes de muchos de los manifestantes, sino porque fue el principio de una revolución firme que se cansó del chavismo en el poder.
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"Como cualquier venezolano que vive fuera uno está muy pendiente, con el peso emocional de ver todo el país alzando la voz contra el gobierno. A muchos jóvenes los capturaron, muchos los mataron y con todo eso me nació la idea de contar la historia de uno de estos líderes estudiantiles para, como cineasta, alzar mi voz en el cine y contar lo que sucedía y sigue sucediendo", afirmó Diego Vicentini en diálogo con KienyKe.com.
[caption id="attachment_1065879" align="alignnone" width="1024"]Foto: Cortesía.[/caption]
Diego se encontraba en Los Ángeles, Estados Unidos, cursando una maestría en cine. Había salido junto a sus padres luego de que en el año 2009, delincuentes, incitados por la falta de recursos en el país, se metieran en su casa para robarlos. Después de ese hecho decidieron que si no podían sentirse seguros en su país, tenían que salir y buscar un lugar donde estar mejor.
"Salimos por la situación, ahora viendo hacia atrás esa situación parece no tan grave frente a lo que pasa ahorita", afirma.Llegaron a Estados Unidos, se establecieron allí y Diego, de 15 años, tuvo que terminar los tres años de bachillerato que le faltaban. Empezó a estudiar filosofía y finanzas, la primera había sido su único interés al salir de la educación básica. Antes de terminar esa carrera, vio una película del director nortemaericano ganador de cuatro permios Óscar, Woody Allen. La película: Match Point, una adaptación contemporánea del libro Crimen y Castigo de Fiódor Dostoyevski. [single-related post_id="1040213"] En ese momento, al ver a su director favorito mezclado con el escritor que más admiraba en una sola película, decidió que esa sería su profesión en la vida. "Al graduarme puse filosofía y finanzas en el bolsillo y me dediqué a hacer cine", cuenta. Por eso inició una maestría de Cine en Los Ángeles que terminó con un cortometraje. Uno de los consejos de un profesor de la universidad en el momento de la escritura del guión fue el impulso para interesarse en el tema de la crisis en Venezuela. "Hacer cine toma mucho tiempo, escribirlo, filmarlo, editarlo, es como un año de tu vida, te tiene que apasionar, si no, te aburres o te rindes", le dijo su mentor. Justo ese consejo y el momento de buscar el tema coincidió con las protestas estudiantiles en Venezuela y como no podía quitar el ojo del tema ni participar de las manifestaciones, decidió que podría participar a través del cine. "No fue una historia en particular, fue imaginarme lo que podría ser un estudiante de mi misma edad, de 23 años, buscando asilo en Estados Unidos. El cortometraje toma lugar en Estados Unidos, eso es lo que más comparto la experiencia de Simón, no fui líder estudiantil y no estuve en las protestas, pero pude conocer algunos líderes para conocer lo que pasaba, que fuera real", afirmó el director a este medio. [caption id="attachment_1065878" align="alignnone" width="1024"]Foto: Cortesía.[/caption] Se contactó luego con algunos de los que habían participado en las manifestaciones y se encontraban fuera del país, para poder construir un relato que aunque de ficción, no estuviera lejos de la realidad que vivían los venezolanos.
"Definitivamente el 2017 tuvo mucho impacto para mí porque salían los jóvenes con escudos de cartón y recibían disparos con rifles".Aunque el chavismo siempre ha utilizado la figura del prócer Simón Bolívar en su discurso, Diego Vicentini buscó una resignificación de la figura histórica, encontrando en los estudiantes que surcaban las calles unos nuevos libertadores 200 años después de la vida del prócer. Por eso decidió titular el corto con el nombre de pila del comandante del ejército independentista. [single-related post_id="1062250"] "Para mí y cualquier venezolano, quizá para muchos latinoamericanos, Simón invoca la imagen de Bolívar, es atribuirle esa mitología que tiene Simón Bolívar como libertador a todos estos muchachos que en su mayoría serán anónimos, no los conocemos por nombre, pero salieron a las calles, arriesgaron su vida, muchos la dieron, en nombre de la libertad de Venezuela y para mí todos se quedarán como los libertadores del país", afirmó Vicentini. Nunca esperó que su corto, como tesis de grado de maestría a sus 26 años, tuviera el impacto que ha generado en el mundo, mucho menos que fuera estrenado en salas de cine de más de ocho países, como Estados Unidos, Colombia, Chile, Argentina, México, Ecuador y Panamá. [caption id="attachment_1065877" align="alignnone" width="1024"]Foto: Cortesía.[/caption] Además, ya se ha estrenado en varios festivales, tales como el prestigioso Camerimage en Polonia, ARPA Film Festival en Los Ángeles, Glendale International Film Festival en Los Ángeles, y en una muestra de cine venezolano en Barcelona. A estas zonas han convocado, tanto a venezolanos del éxodo de más de cuatro millones que han salido del país, como a otros interesados para que entendieran la situación que vive el país suramericano. Los recursos, más de 3.500 dólares, de estas proyecciones han sido entregados a fundaciones que ayudan a los exiliados y algunas que envían víveres y recursos al país para atender a los más necesitados. "Me alegra ver que hay tanta gente que está ayudando y haciendo tanto y queriendo hacerlo. Es triste que se necesite, pero es bueno saber que la gente, sin necesidad, quiere ayudar", aseguró. Este 27 de marzo se estrenó en Bogotá con dos proyecciones y simultáneamente en una universidad de Venezuela. Después irá a Madird y Londres donde espera seguir recaudando fondos para invertir en la recuperación de su país y apoyar, desde afuera, la reconstrucción del mismo. "Todos tenemos en la mira la reconstrucción del país en su totalidad. A mí, como a todos los venezolanos, me emociona todo lo que hay por hacer, ya que todo está tan mal, en mi campo, el cine, tanto cine por hacer con todas esas historias en estos 20 años, en agricultura, educación, turismo, hay tanto por hacer que emociona. Pero primero hay que salir de esta dictadura, no existe ese sueño sin salir de esta pesadilla", concluyó.