Yudis Peralta, la líder que ayuda a migrantes en La Guajira

Publicado por: richard.ladino el Jue, 11/06/2020 - 13:17
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ONU Colombia
Tiene 49 años y es encargada de administrar una unidad sanitaria y punto de hidratación de la Fundación Halü y UNICEF en el corregimiento de Paraguachón.

“Ayudar me reconforta. Enseñar y dar lo mejor de mí con respeto y amor sin importar nacionalidad, etnia, creencia o género es más que mi trabajo, es mi pasión”, dice Yudis Peralta de 49 años, encargada de administrar una unidad sanitaria y punto de hidratación de la Fundación Halü y UNICEF en el corregimiento de Paraguachón en La Guajira.

En el tiempo en que Yudis nació, las mujeres de la zona se movilizaban hasta Paraguaipoa, ubicada en el extremo norte del Estado Zulia en Venezuela para dar a luz y luego regresar a Paraguachón, que en ese tiempo era un caserío de aproximadamente diez viviendas.

 

Durante su infancia, creció viendo la migración de los colombianos hacia Venezuela y recuerda bien como en aquella época las personas pasaban por las difíciles trochas y arroyos para lograr lo que tanto deseaban: cruzar la frontera.

Sin embargo, desde hace aproximadamente tres años ha sido testigo del creciente flujo de migrantes que vienen de Venezuela hacia Colombia y de cómo sus caminos se llenan de obstáculos y esperanzas al buscar nuevas oportunidades en un país diferente al suyo.

Niños, niñas, madres gestantes y adolescentes, son en su mayoría, a quienes apoya cada que pasan por el lugar. Como la mamá de Analía, una bebé de menos de un año, a quién Yudis ayudó a traer al mundo. Era un día bastante ocupado cuando vio que una joven y su mamá se acercaban a la unidad sanitaria bastante preocupadas. La joven de 15 años llegó llorando y quejándose por un gran dolor que al inició Yudis no entendió.

Al hablar con ella, se dio cuenta que estaba embarazada y que ese dolor del que tanto se quejaba eran las contracciones del parto porque la bebé ya venía en camino. Junto a Johana, su fiel compañera, asistieron a la joven mientras las autoridades se aproximaban para llevarla al Hospital de Maicao. Le hablaban del clima para distraerla y desinfectaban las instalaciones por si la bebé venía más pronto de lo que pensaban. Cuando llegaron para trasladarla al hospital, Yudis se despidió de quien sería la madre de Analía, un nuevo ángel en su vida. Días más tarde, pudo conocerla en persona y sostenerla en sus brazos con amor y ternura.

Así es Yudis. Es una abuela de dos nietos: un niño y una niña, ambos de poco más de un año, quienes le roban sonrisas cada que los ve. Es una mamá de dos hombres jóvenes y fuertes. Y es una mujer que siempre ha trabajado por su comunidad porque “si es de bien común, hay que trabajar por eso”, afirma.

De su labor, resalta que lo más satisfactorio es tratar y conectar con las niñas y niños migrantes que llegan a la zona. “De ellos aprendes mucho más de lo que tú les puedes enseñar”, dice Yudis. “Son alegres y sencillos, son niños y niñas con inocencia y esperanza que contagia. Ellos son quienes me motivan y me inspiran a seguir sirviendo”.

 

Pese al cierre de la frontera decretado desde el pasado 14 de marzo, las unidades sanitarias y el punto de hidratación siguen funcionando de lunes a viernes, presentando gran afluencia los días en los que se habilita el corredor humanitario, siendo un gusto para Yudis continuar realizando su labor para ayudar siempre a las personas que lo necesitan.

“Una palabra, una sonrisa y una pequeña acción, pueden mejorar el día de alguien más”, agrega. Desde el paso a paso para un adecuado lavado de manos hasta una pequeño y agradable gesto son las pruebas de amor por su trabajo.