El Congreso de la República aprobó el pasado viernes 20 de junio la reforma laboral, que tras haber sido desestimada por la Comisión Séptima del Senado, fue reactivada en un lapso de tan solo 37 días gracias a un recurso de apelación. Además, ya fue sancionada como ley de la República por parte del presidente, Gustavo Petro.
Esta reforma introduce transformaciones clave en el mercado laboral colombiano. Entre los principales ajustes se destacan la modificación de las jornadas diurna y nocturna, el reconocimiento de nuevas licencias remuneradas, el pago del 100 % por trabajo en domingos y festivos, y una reforma estructural al uso de los contratos a término fijo.
Adiós a los contratos indefinidamente renovables
Uno de los cambios más significativos que trae esta reforma es el límite al uso prolongado de contratos a término fijo, una práctica que hasta ahora había sido común en múltiples sectores económicos. Bajo el nuevo marco legal, las empresas no podrán renovar este tipo de contratos por más de cuatro años en total. Superado este tiempo, los contratos deberán convertirse en indefinidos.
La medida busca frenar la precarización del empleo y fomentar una mayor estabilidad laboral para los trabajadores. Hasta antes de esta reforma, los empleadores podían renovar contratos a término fijo de forma indefinida, sin ningún tipo de tope legal.
Cómo funcionará la transición
Según lo establecido, si un contrato a término fijo es menor a un año, podrá renovarse hasta tres veces consecutivas por el mismo periodo. Sin embargo, al superar ese límite de tres renovaciones, cualquier extensión deberá ser por al menos un año y nunca sobrepasar el nuevo techo de cuatro años en total.
El abogado laboralista Camilo García, especialista en relaciones industriales de la Universidad Externado de Colombia, explicó en entrevista con Noticias Caracol que estos cambios aplicarán desde el momento en que la ley entre en vigor. Esto implica que los contratos que ya hayan superado los cuatro años bajo la modalidad fija deberán ser transformados en contratos a término indefinido.
"Esos contratos (a término fijo) que evidentemente lleguen a exceder los cuatro años, pues inmediatamente mutarán a ser un contrato a término indefinido", señaló el jurista, quien aclaró que la implementación se dará conforme al artículo 70 del proyecto de ley.
¿Qué cambia realmente para los empleados?
Desde el punto de vista del contenido, los contratos a término fijo y a término indefinido comparten múltiples similitudes: ambos implican pagos de prestaciones sociales, afiliación al sistema de salud y pensiones, y demás garantías del vínculo laboral formal.
No obstante, la diferencia central radica en la terminación del contrato. Mientras los contratos fijos permiten concluir la relación laboral al vencimiento del periodo pactado, los contratos indefinidos otorgan mayores protecciones al trabajador frente a despidos sin justa causa.
"El contrato laboral en sí es el mismo, van a pagar las prestaciones y seguridad social, pero cambia la modalidad de la terminación (...), es decir, las indemnizaciones", explicó García.
