
Después de más de cuatro décadas de incertidumbre, angustia y búsqueda incansable, la familia de Diego Fernández Lima finalmente tiene una respuesta. Forenses del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmaron esta semana que los restos hallados en mayo en un terreno ubicado junto a la casa que el músico Gustavo Cerati alquiló a comienzos de los años 2000 pertenecen al joven, quien tenía solo 16 años cuando desapareció misteriosamente en 1984.
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El hallazgo, que ha conmocionado a toda Argentina, reabre una herida profunda en la historia reciente del país. Diego era un prometedor jugador de fútbol del club Excursionistas y su rastro se perdió el 26 de julio de 1984. Aquel día, salió de su casa con una mandarina en la mano, le dijo a su madre que pasaría por casa de un amigo antes de ir al colegio industrial a tres cuadras... y nunca regresó.
El EAAF, reconocido mundialmente por su labor en la identificación de víctimas de la dictadura argentina y de soldados caídos en la guerra de Malvinas, fue convocado por el fiscal Martín López Perrando. A través de análisis genéticos, antropológicos y arqueológicos, los peritos lograron confirmar la identidad del adolescente.
¿Qué más se sabe de la investigación?
Los huesos de Diego fueron encontrados enterrados apenas a 60 centímetros de profundidad, junto a varios relojes. Según reveló una fuente al Buenos Aires Herald, presentaban heridas de arma blanca en las costillas y marcas de cortes en extremidades, compatibles con un intento de desmembramiento. Todo indica que fue asesinado y enterrado apresuradamente.
Aunque en un principio se pensó que el hallazgo se había hecho en la casa que ocupó Cerati entre 2001 y 2003 —ya demolida para dar paso a una construcción nueva—, se aclaró que los restos estaban en el terreno vecino, propiedad de la familia Graf desde 1970.
El fiscal ahora investiga a Norberto Cristian Graf, de 56 años, excompañero y amigo de Diego, quien habría vivido allí en el momento de la desaparición. El hombre se presentó voluntariamente ante la justicia esta semana, pero se limitó a responder "no" a las preguntas de la prensa. Sin embargo, y pese a la investigación en curso, el crimen podría quedar impune: por tratarse de un delito prescripto, no es punible bajo la legislación actual.