
El fenómeno musical y teatral Planchando el Despecho regresa al escenario del Teatro Astor Plaza los días 26, 27 y 28 de noviembre, prometiendo cerrar el año con una explosión de emociones, música y nostalgia. Este espectáculo, que ha conquistado el corazón del público colombiano, vuelve con su sello inconfundible de desamor, poder femenino y una puesta en escena que combina talento, humor y sentimiento.
Con un elenco estelar conformado por Majida Issa, Laura de León, Yolanda Rayo, Marbelle y Keyla, la producción se ha convertido en una de las más queridas del país. Cada una de estas artistas aporta su estilo y personalidad a un formato que celebra las canciones que marcaron a generaciones enteras y que hoy siguen siendo himnos para quienes alguna vez plancharon el corazón roto al ritmo de la música popular y la balada romántica.
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A lo largo de su trayectoria, Planchando el Despecho ha llenado teatros en distintas ciudades de Colombia, demostrando que la fórmula de combinar humor, talento vocal y canciones icónicas sigue siendo imbatible. Este año, la nueva temporada promete un espectáculo renovado, con arreglos musicales, escenografía y un guion que mezcla lo mejor de la comedia con la emoción que solo el despecho puede inspirar.
El público podrá revivir clásicos de artistas como Rocío Dúrcal, Paquita la del Barrio, Ana Gabriel y Amanda Miguel, interpretados por cinco voces femeninas que han dejado huella tanto en la música como en la televisión. Además, el show celebra la complicidad entre mujeres que, entre risas, lágrimas y copas levantadas, encuentran en la música un refugio para sanar y celebrar la vida.
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Las boletas para estas funciones exclusivas en Bogotá ya están disponibles y, como en temporadas anteriores, se espera un lleno total. Cada presentación será una experiencia única, cargada de energía, humor y sentimiento, donde el público no solo será espectador, sino también protagonista al cantar a todo pulmón cada éxito.
Planchando el Despecho es más que un espectáculo: es una fiesta emocional que recuerda que del desamor también se puede salir bailando. Una cita imperdible para quienes creen que no hay mejor terapia que cantar con el alma.