Desde las tribunas de los estadios, como protesta de los aficionados cuando la tensión llega al límite, han caído condones, naranjas, piedras, pilas, sujetadores, botellas, pelotas de tenis, objetos sexuales, radios, pantis, sujetadores y cuchillos, entre muchos objetos.
En Italia, seguidores del Inter, en un partido contra Atalanta, lanzaron una moto y una gallina apareció en un clásico Boca- River, en Argentina.
En Barcelona por poco impacta en Luis Figo, la cabeza de un cochinillo por su traición al club y su huida al Real Madrid.
“Los zapatos a la cancha”, como ocurrió la noche del miércoles con Millonarios, en la liga local, como protesta masiva por la deplorable campaña del club, no deja de ser una acción surrealista, sujeta a sanción, pero a la vez creativa.
Muy diferente, por sus efectos materiales o subliminales, al salvajismo, a la invasión del campo, a la agresión a los árbitros o a los futbolistas, a las amenazas de muerte o las pancartas agresivas, como muchas veces ha ocurrido.
Fue una forma, desconocida en el medio, de decirles a los futbolistas, a los entrenadores, a los directivos y hasta los periodistas tribuneros, que la camiseta se respeta, se suda, se sufre y se defiende “hasta con la vida”. Que la mentira, para justificar, no es sabrosa, en las derrotas.
Es mirar sus efectos, es entender el mensaje, es comprender la indignación de los aficionados, quienes siempre están conectados, con su pasión sin límites, a favor del equipo, tantas veces defraudados.
Es la protesta por los resultados, por la pérdida de grandeza con irrespeto a la historia, por los mediocres fichajes, por la ausencia de compromiso, por la indiferencia frente a las derrotas, por la ausencia de sentido de pertenencia, por la infelicidad competitiva.
Por la sumisión de los entrenadores a los futbolistas elegidos como refuerzos.
Por el conformismo.
En Millonarios las ausencias sensibles por venta o lesiones, no han sido suplidas. Sus relevos destiñen la camiseta. No tienen la jerarquía para jugar en el Campín, para representarlo. A diario se discute si Giordana y De Amores, son soluciones en la apremiante situación que se vive.
Si los “cachorros” provenientes de las inferiores están a tono y tiene la cabeza bien puesta para asumir el reto de la alternativa. Si es David Gonzalez el único responsable del fracaso.
P.D. Permítanme preguntar ¿a donde van a parar los zapatos recogidos? En esta crisis, la reventa del usado puede ser un lucrativo negocio, sobre todo en el futbol en el que solo interesa el dinero.