
El presidente Gustavo Petro presentó el pasado 20 de agosto durante el XX Conversatorio de la Jurisdicción Constitucional en Bogotá una nueva hipótesis sobre el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, que falleció el 11 de agosto de 2025, dos meses después del atentado del 7 de junio.
Petro vinculó el magnicidio con disputas alrededor del negocio de las esmeraldas y sugirió la existencia de una organización criminal internacional con presencia en Colombia. “Es probable, la Fiscalía nos debe decir que el asesino del senador Uribe Turbay está ahí por un negocio de esmeraldas, pero dejo eso porque no es mi papel”, declaró el mandatario.
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Durante su intervención, el presidente recordó su trayectoria frente a la violencia paramilitar: “La gobernanza paramilitar que empezó en Antioquia… lo que llaman hoy guerrillas son ejércitos privados del narcotráfico y su jefe se llama la ‘Junta Mundial del Narcotráfico’, no es colombiana, pero hay un capítulo colombiano”.
Conexiones criminales internacionales
La hipótesis de Petro plantea que estructuras mafiosas relacionadas con las esmeraldas, el narcotráfico y el lavado de activos pudieron participar en el asesinato de Uribe Turbay como parte de un entramado mayor, que rebasaría motivaciones políticas o personales. “Y es probable, la Fiscalía nos debe decir que el asesino del senador Uribe Turbay está ahí por un negocio de esmeraldas, pero dejo eso porque no es mi papel, sólo que tengo la única manera de sobrevivir en Colombia, saber quién puede matarte antes de que te mate”.
El mandatario agregó que ciertos sectores intentan responsabilizar al Gobierno para desviar la atención de las verdaderas mafias: “La campaña de la derecha, tratando de ubicar la autoría del asesinato en el Gobierno, nace del intento de la ‘junta del narco’ de evitar la investigación sobre ella misma”.
Investigación en curso
Hasta el momento, la Fiscalía no ha confirmado esta hipótesis. De hecho, mantiene varias líneas de investigación abiertas, incluyendo posibles vínculos con el ELN y la disidencia de las FARC como la Segunda Marquetalia. Se ha capturado al autor material —un adolescente— y al coordinador conocido como alias 'El Costeño', y el caso ha sido tipificado como magnicidio, lo que implica penas mayores.
La muerte de Uribe Turbay encendió nuevamente alertas sobre la violencia política en Colombia, evocando el legado trágico de magnicidios del pasado. Líderes nacionales e internacionales reaccionaron al crimen. La OEA, la ONU, figuras como António Guterres y Marco Rubio, condenaron el asesinato y pidieron garantías para la seguridad política en el país.
En medio de la crisis, el expresidente Álvaro Uribe Vélez acusó a Petro de haber instigado el asesinato con sus discursos y señaló responsabilidades políticas del Gobierno. Por su parte, el mandatario ha defendido la independencia de la investigación y la necesidad de abordar todas las hipótesis, especialmente las que aluden a redes criminales internacionales.