
La crisis de violencia en Sinaloa, al norte de México, alcanzó un nuevo pico tras el hallazgo de 20 cuerpos sin vida sobre un puente de la carretera internacional México 15, una de las principales vías que conecta al estado con el resto del país.
Las víctimas, todas de sexo masculino, presentaban impactos de bala y cinco de ellas fueron decapitadas, según confirmó la Fiscalía estatal en un comunicado. Aunque las autoridades no han revelado detalles sobre los responsables ni el posible móvil, ya se abrió una investigación para esclarecer los hechos.
Junto a los cuerpos fue localizado un mensaje colgado en el puente, que según reportes de medios locales estaría relacionado con grupos del crimen organizado. La Fiscalía, sin embargo, evitó pronunciarse sobre ese detalle y aseguró que forma parte de las diligencias en curso.
El secretario general del gobierno estatal, Feliciano Castro Meléndez, lamentó lo ocurrido y lo relacionó directamente con el contexto de violencia e inseguridad que enfrenta la región.
Este hecho ocurre en un momento especialmente tenso para Sinaloa. Desde la detención de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, líderes del Cártel de Sinaloa, el territorio ha sido escenario de intensos enfrentamientos entre facciones internas que disputan el control del grupo criminal y sus rutas estratégicas.
La capital, Culiacán, se ha convertido en un punto crítico de esta disputa, con frecuentes bloqueos, tiroteos y operativos militares.
El hallazgo de los cuerpos evidencia que la fragmentación del poder narco sigue dejando una estela de muerte en el estado, mientras la población civil permanece atrapada entre el miedo y la incertidumbre.