
La ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, encendió las alarmas sobre la carencia de recursos del Gobierno nacional para enfrentar la grave situación de la vía Bogotá–Villavicencio, afectada por un derrumbe ocurrido el pasado 7 de septiembre, que dejó bloqueado el paso vehicular. Según cifras oficiales, ya se han retirado más de 10.000 metros cúbicos de material en la zona crítica.
Le puede interesar: Soy un presidente descertificado”: Petro critica a EE. UU. y la ONU
Soluciones temporales y protestas de transportadores
Mientras se avanza en la remoción de escombros, las autoridades habilitaron una variante que utiliza tramos de la vía antigua al Llano como ruta alterna. Sin embargo, la medida no ha resultado suficiente. Durante el fin de semana, conductores de carga bloquearon la carretera en protesta por las largas filas para poder circular. Ante esta presión, el Gobierno decidió modificar el esquema de funcionamiento para mejorar la movilidad, aunque dejó claro que se trata de una solución provisional.
“Estamos evaluando con el Ministerio de Hacienda qué posibilidades existen de asignar recursos. La realidad es que no hay plata. Esos puntos críticos nunca se incluyeron en concesiones viales anteriores y, por eso, hoy enfrentamos estas dificultades”, afirmó Rojas.
Una vía con 90 puntos críticos
Aunque todavía no se conoce el costo estimado de las obras en el kilómetro 18, este sector se suma a una lista de 90 puntos críticos que ya presenta la vía al Llano. Para enfrentar parcialmente la situación, el Ministerio de Transporte anunció la extensión de la medida 4x2 por dos días más, con el objetivo de organizar mejor el tránsito.
Este esquema establece cuatro horas de paso en sentido Villavicencio–Bogotá y dos horas en sentido Bogotá–Villavicencio, estrategia que ha sido valorada positivamente por los gremios y autoridades locales.
Resultados del Puesto de Mando Unificado
El pasado lunes 22 de septiembre se llevó a cabo un nuevo Puesto de Mando Unificado (PMU), en el que participaron representantes del ministerio, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), alcaldes de municipios afectados, gremios de transportadores y veedurías ciudadanas. Allí se analizó el funcionamiento del plan piloto y se acordó darle continuidad.
Rojas explicó que el modelo permitió “poner al día el flujo de vehículos que estaban represados” y, por ello, continuará mientras se avanza en la búsqueda de una solución estructural.
Operación y seguridad vial
La disposición actual no restringe el paso de ningún tipo de vehículo, pero sí da prioridad a las emergencias. En caso de congestión en sectores críticos, podrían ordenarse cierres temporales para garantizar la seguridad de los usuarios. Para estos casos, se coordina con la Policía de Tránsito (Ditra), el concesionario vial y la red hospitalaria de la región.
El vicepresidente ejecutivo de la ANI, Roberto Uparela, será el encargado de mantener la comunicación oficial sobre la situación, garantizando información ágil y confiable a la ciudadanía.
Recomendaciones a los usuarios
El Ministerio de Transporte sugirió a quienes transiten por la vía:
- Revisar constantemente las redes sociales de Coviandina, así como Maps y Waze, para conocer el estado actualizado del corredor.
- Facilitar el tránsito de vehículos de emergencia y dar espacio a automotores livianos frente al transporte pesado.
- Considerar vías alternas como la Transversal del Sisga y Cusiana, cuyos tiempos de recorrido podrían ser similares.
La ministra Mafe Rojas reiteró que el Gobierno seguirá trabajando con comunidades, autoridades y empresas del sector para garantizar movilidad y seguridad en el corredor más importante entre el centro y el oriente del país.
“Estamos actuando de manera concertada. Este plan piloto ha mostrado resultados positivos y lo vamos a mantener mientras seguimos buscando una solución definitiva”, concluyó la funcionaria.