La comunidad de Mosquera se encuentra conmocionada tras el asesinato de una niña de 9 años a manos del padrastro, en un lamentable caso de violencia intrafamiliar que ocurrió en la madrugada del 14 de septiembre en el barrio El Recodo. El hecho tuvo lugar alrededor de las 4:40 a.m., cuando el agresor, de 33 años, atacó a la menor con un arma cortopunzante tras una discusión con la madre de la víctima, aparentemente motivada por celos.
Según informó el Teniente Coronel Raúl Torres, al llegar las autoridades al lugar, encontraron al hombre intentando quitarse la vida con la misma arma utilizada en el ataque. Ambos, agresor y víctima, fueron trasladados de inmediato al Hospital San Rafael de Facatativá. La niña, desafortunadamente, falleció debido a la gravedad de las heridas, mientras que el padrastro permanece bajo custodia y en estado delicado.
Lea también: Vía al Llano: así funcionará el plan de contingencia desde el 15 de septiembre
Vecinos del sector contaron que escucharon gritos y solicitaron la intervención de las autoridades. Aunque no existían denuncias previas formalizadas por violencia intrafamiliar, se conocían disputas constantes entre la pareja, lo que evidencia un patrón de conflictos domésticos que, de no haberse abordado a tiempo, terminó en tragedia.
El caso ha generado un gran impacto en la comunidad, que se ha unido en un sentimiento de indignación y dolor. Líderes locales y organizaciones sociales han hecho un llamado urgente a fortalecer los mecanismos de protección de menores y a fomentar la denuncia inmediata de cualquier indicio de violencia dentro del hogar.
La Policía y la Fiscalía de Cundinamarca confirmaron que el agresor enfrenta cargos por homicidio y que se adelantan todas las investigaciones correspondientes. Este hecho no solo pone de relieve la necesidad de prevenir la violencia intrafamiliar, sino también la importancia de la intervención temprana para proteger a los menores de situaciones de riesgo.
Además: Cayó red narco en la Costa Caribe con nexos en EE. UU.
Expertos en seguridad y psicología infantil recuerdan que los signos de violencia no siempre son evidentes y que la comunidad y los vecinos juegan un papel clave al alertar a las autoridades sobre cualquier situación sospechosa.
La muerte de esta niña se suma a las estadísticas de violencia intrafamiliar en Colombia y genera un llamado a la reflexión sobre la protección de los más vulnerables y la construcción de hogares seguros para los niños.
